Las canas (por fin) están de moda: Carolina de Mónaco y Andie MacDowell lo demuestran

Medios especializados, generalistas, programas de televisión o, por supuesto, las redes sociales celebraban la belleza natural de Andie MacDowell a su paso por el Festival de Cine de Cannes. El porqué era tan sencillo como trasgresor. La actriz acudía a la alfombra roja luciendo sus canas sin matices, el primer día en una voluminosa melena rizada, el segundo en una coleta baja de efecto deshecho.

Con el grito ‘¡canas libres!’, los titulares se multiplicaban aplaudiendo el gesto de la actriz que viene a reforzar un camino que ya iniciaron otras celebrities como Gwyneth Paltrow o Salma Hayek. El silencioso movimiento se remonta al año pasado cuando, en pleno confinamiento, el cabello continuaba creciendo pero, ante la imposibilidad de acudir a la peluquería para hacerse un rápido retoque de las raíces en las que ya se acumulaban las canas, eran varias las celebrities que comenzaban a mostrar sus canas al natural.

Lo que comenzó como tímidos mechones en la zona de las sienes pasó a convertirse en mechones largos que podían ejercer a modo de reflejos. Superado el encierro, mientras Eva Longoria mostraba a sus seguidores cómo cubrir sus raíces con un spray con color, otras celebrities como Gwyneth Paltrow recuperaban su agenda social e incluso acudían a actos mostrando las canas en sus raíces, algo que también hizo Reese Witherspoon.

Pero el movimiento por normalizar las canas femeninas no se reduce solo a Hollywood o las redes sociales, la realeza también ha adoptado la misma estrategia. La reina Letizia fue la primera royal en dejar de teñir su cabello y dejar que sus canas crecieran a sus anchas, un gesto altamente criticado. Las mechas metálicas de Letizia crean un potente contraste con su cabello de base castaño muy oscuro, brillante y sano. Los expertos en protocolo consultados por Vanitatis al respecto apuntaban a una elección deliberada para mostrar sobriedad y cercanía con el pueblo, algo así como “soy como vosotros, yo también tengo canas”.

Mientras en España la decisión de la Reina es ampliamente cuestionada por una parte de la sociedad, la prensa internacional no hace más que aplaudir las canas al estilo Letizia: ultracuidadas y de crecimiento irregular. Con algunos peinados quedan expuestas mientras con otros desaparecen. El modelo Letizia ha calado en la realeza europea y, en los primeros meses tras el confinamiento, era Carolina de Mónaco la que nos sorprendía apareciendo en un acto con el cabello visiblemente cano. En el caso de Carolina, se notaba una transición más acusada que en el pelo de Letizia. Mientras la parte más próxima al cuero cabelludo se veía más blanca, el resto del cabello pasaba progresivamente al castaño claro que la hija de Grace Kelly acostumbra a llevar.

Recientemente, Carolina volvía a aparecer y lo que el otoño pasado era una raíz cana en una media melena castaña y poco cuidada se convirtió en una completa melena blanca, tirando casi hacia un matiz amarillento, tal vez por la falta de cosméticos específicos. Carolina de Mónaco, icono de elegancia y belleza, apostaba por dejar sus canas al natural y las defendía como si su cabello fuera el de siempre, normalizando el envejecimiento y haciendo suyo eso de que “con canas son más sexis”.

Así que, tras un año de andaduras hacia la aceptación de las canas y con la coloración grey blending que busca hacer esa transición entre el cabello coloreado y las canas encabezando las tendencias de belleza, que Andie MacDowell apareciera sobre la alfombra roja con el cabello repleto de canas solo fue la gota necesaria para que todos los medios se hicieran eco.

El cabello de Andie muestra esa transición entre el cabello más oscuro que se observa de medios a puntas y las canas que nacen a modo de mechas metálicas en el resto de la melena. Esta progresión era más fácil de apreciar en el peinado para su segundo día en Cannes. Al elegir una coleta baja, se observaba la transición, pasando de un castaño muy claro en medios, puntas e interior de la melena a una raíz predominantemente blanca. Que este detalle también quedara a la vista es una prueba más de la seguridad de la actriz, que pisaba con fuerza la alfombra demostrando que las canas son igual de bonitas que la ausencia de ellas, así que no hay por qué ocultarlas.