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El código de barras: esto es lo que necesitas para tratar las arrugas
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UNA ZONA CON NECESIDADES ESPECÍFICAS

El código de barras: esto es lo que necesitas para tratar las arrugas

La mascarilla no permite la oxigenación de esta zona sensible a las arruguitas verticales, y al quitárnosla a ratos, las notamos más que antes. Por suerte existen tratamientos y tips para alisar la zona

Foto: Foto: Alexander Krivitskiy para Unsplash.
Foto: Alexander Krivitskiy para Unsplash.

Tanto tiempo tapado con la mascarilla ha hecho que nos olvidemos del código de barras. Sin embargo, al retirarla, nos encontramos con que está peor que nunca, y hay una razón: la tela ha impedido la buena oxigenación de la zona, y también ha empeorado la deshidratación. Lo cierto es que esas arruguitas verticales sobre los labios que se producen por la contracción muscular repetida, la cual acaba quebrando la piel, envejecen mucho el conjunto del rostro. Como explica la doctora Paula Rosso, experta en medicina estética del Centro Lajo Plaza, “hay que tener en cuenta que en esta zona están el músculo orbicular de la boca a nivel profundo y rodeando todo el labio, a continuación hay una capa de grasa y después de piel. Con el paso del tiempo se pierde esa grasa y la piel se afina, con lo que las contracciones repetidas hacen que las arrugas se marquen. Las fumadoras lo tienen peor, pero hay otros factores que están empeorando la situación”.

placeholder Foto: Alexander Krivitskiy para Unsplash.
Foto: Alexander Krivitskiy para Unsplash.

La experta se refiere a las consecuencias de la mascarilla en la zona: “Por un lado, la sequedad y la falta de oxigenación que provoca esta, ya que una piel seca y mal oxigenada es más propensa a romperse, y por otro el hecho de que al llevar la boca tapada gesticulamos más para hacernos entender y que nos escuchen bien, tendiendo a gritar más”. El médico estético Julián Bayón, colaborador del laboratorio Teoxane, incluye como agravante el exceso de sol y de alcohol y la genética femenina, la cual carece de la grasa masculina que proporciona el tener bigote, que aporta cierta protección añadida. Según un estudio internacional de Teoxane, el 71% de las españolas están preocupadas por deshacerse del código de barras entre los 51 y los 64 años.

Descifrar el código

A la hora de tratar estas arrugas verticales, lo importante es practicar el 'menos es más' para evitar resultados indeseados, como que la zona quede 'acolchada' y abultada. Los tratamientos son mínimamente invasivos: el más habitual es el blanching, que se puede hacer combinado, como en el Centro Médico Lajo Plaza: consiste en la infiltración de ácido hialurónico, muy elástico y en abanico, entre la piel y el músculo para sustituir la capa de grasa que se ha perdido, creando un soporte. A continuación se infiltra un ácido hialurónico más ligero en cada arruguita. Las técnicas puede hacerse por separado, el resultado dura 9 meses y el precio parte de 340 euros.

Otro procedimiento que también 'rellena' cada arruguita es nanofat, pero en lugar de hacerse con hialurónico se lleva a cabo con grasa de la propia paciente a través de una lipotransferencia de zonas donde sobra (como cartucheras o abdomen) a las arruguitas del código de barras, previamente procesada y enriquecida con células madre y plasma rico en factores de crecimiento. Basta una sesión, y el precio ronda los 400 euros. Lo realiza la doctora Conchita Pinilla.

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Foto: Alexander Krivitskiy.

Otra forma de rejuvenecer el código de barras es mediante regeneración de la piel, por ejemplo mediante un peeling. En caso de que haya mancha en la zona tipo melasma, algo habitual por culpa de las hormonas o la ingesta de medicamentos (anticonceptivos, sobre todo), se escoge de tipo despigmentante. El ácido retinoico y el fenol son los dos favoritos para difuminar las arrugas y mejorar el colágeno de la piel. Una sesión tiene un coste de unos 100 euros, y lo lleva a cabo la doctora Mar Lázaro.

También el láser se centra en la regeneración y la formación de colágeno y elastina para reducir las arrugas en las pieles más envejecidas. El de tipo Génesis funciona a través de pulsos suaves calentando la dermis. Hacen falta entre 1 y 3 sesiones. Cuesta 400 euros en Clinique La Prairie. Por último, si las arrugas verticales están muy marcadas, la solución está en los hilos tipo PDO, muy finos y aplicados sobre los tejidos superficiales. El resultado dura hasta un año y medio, y lo hacen en Slow Life House.

Foto: Clinique La Prairie. (Cortesía)


Más allá de los procedimientos médicos, es esencial tratar el código de barras con buena cosmética. Por la mañana, vitamina C antioxidante para combatir los radicales libres, que empeoran el fotoenvejecimiento, seguido de un buen protector solar durante todo el año. De noche, el retinol y los alfahidroxiácidos regeneran y renuevan la piel. Lo último son los parches nasolabiales, que consiguen mejorar la acción de las cremas al llegar a nivel más profundo y permitir así que los activos actúen eficazmente. Y como sucede allí donde hay músculo, el ejercicio es un must. Si contamos desde hace años con el yoga facial para movilizar y tonificar el músculo orbicular, recientemente ha aparecido el pilates facial, una variante del anterior que también ejercita cada zona del rostro para redefinir los rasgos, como el método FaceToned, creado por la profesora de fitness facial Carme Farré.

Parches nasolabiales Factor Skin 53. Están compuestos de ácido hialurónico, principios activos vegetales y marinos y péptidos similares a los de la toxina botulínica. Su precio es de 89 euros en Promofarma (5 sobres x 2 parches). Se recomienda usarlos 2 horas, o mejor aún, dejarlos toda la noche, dos veces en semana.

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Skin53.

Hoy en Promofarma

Parches Micro-Darts de Freeman Beauty. Suaviza las arrugas y mejora la elasticidad gracias a la combinación de ácido hialurónico y péptidos nutritivos. Su precio es de 7,64 euros en Amazon. Lo ideal es usarlos una vez por semana.

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Line Care.

Hoy en Amazon

Ejercicio de pilates facial de Carme Farré para el código de barras. Alarga el cuello, colocando la punta de la lengua entre el labio superior y los dientes, mantén la presión de la lengua contra los labios constante; haz circular la punta de la lengua hacia la derecha, abajo, izquierda y arriba cuatro veces y luego cambia de dirección cuatro veces. Repite el ejercicio tres veces.

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Foto: Carmen Farre

Tanto tiempo tapado con la mascarilla ha hecho que nos olvidemos del código de barras. Sin embargo, al retirarla, nos encontramos con que está peor que nunca, y hay una razón: la tela ha impedido la buena oxigenación de la zona, y también ha empeorado la deshidratación. Lo cierto es que esas arruguitas verticales sobre los labios que se producen por la contracción muscular repetida, la cual acaba quebrando la piel, envejecen mucho el conjunto del rostro. Como explica la doctora Paula Rosso, experta en medicina estética del Centro Lajo Plaza, “hay que tener en cuenta que en esta zona están el músculo orbicular de la boca a nivel profundo y rodeando todo el labio, a continuación hay una capa de grasa y después de piel. Con el paso del tiempo se pierde esa grasa y la piel se afina, con lo que las contracciones repetidas hacen que las arrugas se marquen. Las fumadoras lo tienen peor, pero hay otros factores que están empeorando la situación”.

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