Isabel Preysler confiesa sus trucos (asequibles y sencillos) para cuidar el pelo en verano

Desde la primera exposición solar hasta el último baño en el mar cuando el sol se está poniendo, el pelo es uno de los grandes damnificados del verano. Isabel Preysler lo sabe y su perfectamente cuidada melena -imperturbable en las últimas décadas con un corte y color que jamás se mueve ni un milímetro- es la prueba de sus exitosos tips.

Nada como una práctica ritualística y perfectamente medida para conseguir resultados que duren año tras año, con unas puntas saneadas y una melena a prueba de frizz. Recientemente, Isabel actualizaba la página web de MY Cream con un post en el que detallaba paso a paso sus trucos para cuidar el cabello. Pero, si tras observar años tras años el perfecto estado de su piel y su intachable lucha contra el tiempo para no envejecer jamás podrían hacernos creer que su ritual capilar incluía una interminable lista de ingredientes -igual que la de su mítico batido verde- o tratamientos de cientos de euros, te sorprenderá descubrir que la cordura es el único ingrediente infalible.

En concreto, son seis los pasos que Isabel Preysler no descuida y que encuentra claves para proteger su cabello de las agresiones veraniegas: hidratar, cubrir, aclarar, sellar las cutículas, proteger y sanear. Sobra decir que la incidencia del sol sobre nuestro cuerpo es nociva si no se está adecuadamente protegido, algo que descuidamos cuando se trata del cabello. Situaciones tan habituales como dar un paseo o tomar algo en una terraza exponen pelo y cuero cabelludo a una incidencia sin precedentes, de ahí que una de las máximas de la socialité sea cubrir el cabello.

El peinado del verano

Sus preferidos son los sombreros y pañuelos, infalibles también para crear su estética playera. Este tipo de accesorios actúan como barreras físicas que impiden que los rayos del sol incidan de forma directa. El otro truco de Isabel es recurrir a moños, coletas y trenzas, “las mejores para los baños, pues con ellas se evitan enredos”, explica Isabel en su web.

Hidratar para prevenir

Las altas temperaturas, el sol y la sal resecan el cabello en exceso, siendo la hidratación -antes, durante y después del verano- el mejor tratamiento para prevenir que aparezca el encrespamiento y las puntas se debiliten. Como muy bien desarrolla en su post Isabel, el agua presente en el cabello se evapora como consecuencia de la exposición a los rayos UVA, “aconsejo que durante tu rutina de cabello aproveches para nutrir y reparar la melena con la ayuda de mascarillas”. En su rutina, no faltan por tanto mascarillas capilares ricas en aceites vegetales e ingredientes nutritivos como miel o aguacate, capaces de hidratar en profundidad, pero sin engrasar el cabello.

SPF para el cabello, sí, por favor

Continuando con esa barrera de protección frente a los rayos del sol, Isabel también advierte de la importancia de aplicar un fotoprotector especialmente formulado para el cabello. Aplicados como brumas, se pueden pulverizar sobre el cabello tanto húmedo como seco, de tal modo que se pueden llevar a la playa y poner la melena a punto en cualquier momento.

Entre las propiedades de este tipo de cosméticos, Isabel Preysler recomienda también aquellos con un plus, que además de proteger hidraten y aporten brillo. Entre sus recomendaciones también está proteger el cuero cabelludo, “es una zona bastante delicada que merece de cuidados”, señala. Cuando la raíz del cabello está muy expuesta, es habitual que se queme, con su posterior pelado. El tip de Isabel es sencillo: igual que cuidas tu piel, cuida tu cuero cabelludo.

Aguas nocivas

Tras recalcar lo importante que es proteger el cabello del sol durante el verano, la socialité centra sus preocupaciones en otro importante agresor: el agua, concretamente el de la piscina y el mar. “El cloro puede causar deshidratación y hacer que el color del cabello teñido cambie y se pierda al degradar los pigmentos. Por sí sola, la sal marina lo secará y deshidratará porque su pH es más alto que el pH del cabello”, la solución es aclarar agua salda el pelo para retirar todo el cloro o la sal, pero como ese aclarado no es suficiente, “cuando llegues a casa, lávalo con champú”.

Sellar las cutículas, siempre

Para finalizar la rutina de cuidado capilar, y prestando especial interés en las puntas, probablemente la zona en al que es más visible el daño del verano, Isabel termina de aclarar su melena siempre con agua fría. Además de sellar las cutículas tras el lavado, el agua fría mejora la circulación sanguínea, elimina los residuos del día y aporta brillo.

Visita al peluquero

El ineludible paso final es reservar con periodicidad cita en la peluquería. Aunque siempre se recomienda cortar el cabello cada tres meses para mantener su forma y evitar que se debilite, cortar las puntas justo después del verano, nada más volver de las vacaciones, es casi una obligación. La recomendación de Isabel Preysler es cortar aproximadamente 5 centímetros, “bastarán para sanear los extremos, fortalecer la fibra capilar y luchar contra la sequedad”, precisa la experta capilar.