La revolución de la limpieza facial: por fin hemos cambiado la forma de cuidarnos la piel
Es el primer paso de una rutina y, en este último año que existe una mayor conciencia sobre la importancia de la higiene, las firmas analizan cómo esa tendencia afecta a tu cutis
La importancia de la limpieza de la piel es indudable. La misión de este gesto es eliminar la suciedad, las impurezas, el exceso de grasa y las bacterias, mientras que al desmaquillar solo retiramos el makeup. Laia Puig, responsable de cosmética de LPG, reconoce que “la suciedad, el sudor y la grasa retenidas disminuyen aún más la luminosidad y hacen que la tez esté apagada. Las partículas contaminantes y las toxinas aumentan la producción de radicales libres, producen oxidación y daño celular, lo que se traduce en envejecimiento acelerado: manchas y arrugas, principalmente”.
A pesar de la importancia, desde Teoxane admiten que aún andamos un poco verdes en la materia ya que, según la epidemióloga Joëlle Ciocco, “el 99% de las mujeres no saben cómo desmaquillarse. Y, como mucho, un 40% de ellas sabe elegir un producto de limpieza adecuado”. Pero es que los beneficios de una óptima eliminación de las impurezas son muchos:
- Reduce la microinflamación. El estrés, el sol o la contaminación provocan una reacción crónica generada por radicales libres y toxinas. Con los cleansers ayudamos a eliminarlas.
- Minimiza las dolencias cutáneas. Eliminar las impurezas tanto por la mañana (acaba con los restos de los tratamientos nocturnos, el sudor, las toxinas…) como por la noche (fulmina toda la suciedad que se acumula en el cutis durante la jornada) reducen la posibilidad de padecer enfermedades como el acné o la rosácea, ya que se encargan de acabar con la obstrucción de los poros y la inflamación del folículo.
- Mejora la microcirculación. Al retirar la suciedad, masajeamos la piel y ese gesto ayuda a optimizar la microcirculación, lo que favorece la nutrición y la oxigenación celular.
Así, tras más de un año aprendiendo que la higiene personal es esencial para la óptima supervivencia, algunas marcas cosméticas se han propuesto profundizar en nuestra relación con los limpiadores faciales. En abril de este año, la firma Cerave realizó una encuesta global (en 23 países) para saber si la pandemia había influido en las rutinas de limpieza de cutis y en cómo lo había hecho. Para eso, entrevistaron a unas 10.000 personas, hombres y mujeres de entre 18 y 65 años, y descubrieron que percibimos este gesto como un tratamiento diario, que se realiza de manera global (9 de cada 10 personas lo hacen todos los días) y muy personal.
Cada cual con su rutina
Una de las consecuencias de la crisis sanitaria es que dos terceras partes de la población han cambiado sus hábitos. El resultado fue que una de cada siete personas notó una mejoría en la salud de la piel (aunque un porcentaje similar notó que empeoraba). Eso sí, si vamos la detalle, podemos afirmar que hay infinidad de maneras de retirar la suciedad del rostro y las peculiaridades de cada proceso de limpieza varían en función de diversos factores.
Aunque la mitad de los entrevistados solo aplica agua, los más jóvenes y la población asiática son los que usan más limpiadores (triunfan los cremosos) y el 62% reconoce que mantiene sus hábitos para proteger la barrera cutánea. Otro ejemplo es la temperatura del agua, que varía según la zona: los países latinoamericanos, el sur de Europa, Hong Kong y Tailandia prefieren agua fría, mientras que en Francia, los países nórdicos, Estados Unidos, Reino Unido o Australia la utilizan caliente.
La doble limpieza sigue siendo más común en Asia, donde también suelen aplicar un número mayor de referencias de cuidado facial. Y en lo que coinciden siete de cada diez entrevistados en todo el mundo es que tras la limpieza sienten la tez purificada, suave e hidratada mientras que una cuarta parte la percibe tirante y seca.
Un cambio de perspectiva
A todos los cambios que hemos vivido con esta nueva situación, se suman las de las rutinas de limpieza facial ya que casi dos tercios reconoce que ahora lo hace de forma diferente. En la actualidad, prima realizarla con más cuidado y con una mayor regularidad, además de elegir referencias suaves y respetuosas. Además, se reivindica la figura del dermatólogo ya que tres de cada cinco entrevistados admiten que su rostro podría estar mejor si se pusieran en manos expertas... El estudio revela que los pacientes que contactaron con un dermatólogo en el último año tienden a tener mejores rutinas de limpieza y el doble de probabilidades de mostrar una piel más sana.
En la misión de que sigamos apostando por una ideal limpieza facial, hay referencias que nos han conquistado. Formatos sólidos, fórmulas con lista de espera, texturas sorprendentes… Descubre nuestras favoritas:
Cream to Foam Cleanser de Cerave
Perfecta para cutis normales y secos, Cream to Foam Cleanser, de Cerave (7,92 euros en Promo Farma), elimina las impurezas, la grasa y el maquillaje mientras mantiene la hidratación, refresca y cuida la barrera cutánea.
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Mousse Nettoyante de Dr. Dray
En formato espuma, la Mousse Nettoyante, de Dr. Dray (29 euros), acaba con las impurezas respetando la barrera hidrolipídica de la piel. Incluye extracto de té verde, vitaminas y minerales para dejar una sensación confortable y limpia.
Agua Micelar Preparadora de LPG
El Agua Micelar Preparadora, de LPG (33,27 euros), está compuesta por activos 100% naturales. Contiene tensioactivos que forman las micelas para atrapar la suciedad y azúcar y glicerina de origen vegetal para hidratar y calmar.
Limpieza Facial en Stick de Diadermine
Déjate sorprender por el formato barra con Limpieza Facial en Stick, de Diadermine (7,99 euros, en
The Honey Mud de May Lindstrom
Es un limpiador con lista de espera. The Honey Mud, de May Lindstrom (91 euros, en JcApotecari), añade enzimas vegetales que permiten realizar una suave exfoliación en dermis sensibles y también puede usarse como mascarilla.
Naturally Clean Limpiador Facial Sólido Piel Radiante de Nivea
Una fórmula en pastilla, vegana y biodegradable, con un 99% de ingredientes de origen natural. Naturally Clean Limpiador Facial Sólido Piel Radiante, de Nivea (5,49 euros, en
La importancia de la limpieza de la piel es indudable. La misión de este gesto es eliminar la suciedad, las impurezas, el exceso de grasa y las bacterias, mientras que al desmaquillar solo retiramos el makeup. Laia Puig, responsable de cosmética de LPG, reconoce que “la suciedad, el sudor y la grasa retenidas disminuyen aún más la luminosidad y hacen que la tez esté apagada. Las partículas contaminantes y las toxinas aumentan la producción de radicales libres, producen oxidación y daño celular, lo que se traduce en envejecimiento acelerado: manchas y arrugas, principalmente”.
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