El gel de uñas coreano con el que reparar desde un hongo hasta una rotura
Las reconstrucciones de uñas van camino de convertirse en una moda más de Instagram y los salones de manicura coreanos, con un misterioso gel como protagonista, tienen la culpa
Instagram ya no es solo un escaparate en el que presumir de lo idílica que es nuestra vida, compartir looks aspiracionales o filtrar nuestro rostro al máximo. La red social es también el escenario perfecto para difundir conocimientos estéticos y devolver la esperanza a aquellas personas que confían poco en lo que la cosmética puede hacer por sus problemas.
Post a post y con una estrategia de hacer focus única y exclusivamente en el trabajo, el salón de manicura coreano Nail Ho nos descubría un tratamiento difundido en el país por su superpoder para reparar las uñas mordidas, rotas o estropeadas como consecuencia de enfermedades u hongos.
La comparativa de uñas bastante desagradables demostraba de forma gráfica lo imposible: “Se puede recuperar incluso la uña más pequeña y estropeada”. El secreto era un mágico aceite de uñas que, aplicado con periodicidad, trata las consecuencias ungueales del pie de atleta, fortalece y repara. Al cosmético, de origen alemán, se ha unido el gel de uñas japonés (distinto a otros geles para sellar la manicura). Como resultado, algunos salones de Corea han comenzado a compartir auténticos milagros manicurísticos.
En la mayor parte de los casos, las uñas que se ven beneficiadas del singular tratamiento son uñas pequeñas, reducidas casi a la lúnula como consecuencia de la onicofagia, morderse las uñas. Por algo menos de 22 euros, el salón Nail Ho de Seúl repara la uña primero con un tratamiento a base de Peclavus® PODOmed Spirulina, a partir de 25€ en su web, que el cliente debe aplicar mañana y noche sobre las uñas dañadas.
El tratamiento reparador con una textura entre oleosa y tipo sérum fortalece, cura y protege gracias a una fórmula con aceite de cáñamo y bisabolol para evitar la proliferación de bacterias que, acompañados de espirulina, se convierte en un tratamiento que no solo protege sino que repara la uña. En la web del cosmético, aseguran que, gracias a la protección enzimática del alga, se aumenta la actividad celular, penetrando en la uña hasta el lecho ungueal, previniendo la micosis.
El salón coreano recurre a este tratamiento por su poder para acondicionar la uña, hidratando, devolviendo el brillo, “ayudando a crecer la uña de una forma estable y saludable”. Propiedades que se desprenden de sus aceites ricos en vitamina E. El protocolo es sencillo. Tras acudir al salón y después de que cada caso haya sido revisado, el cliente tiene que aplicar el tratamiento durante 10 o 12 semanas, hasta que una gran parte de la uña se haya curado.
No se trata de una aplicación engorrosa pues, con aplicar una capa muy fina en la uña a tratar y sus alrededores, seguido de un masaje suave para que la fórmula penetre, repetido mañana y noche, el sérum de espirulina hará efecto. La única advertencia es que, en los meses en los que se esté realizando el tratamiento, la uña no se puede esmaltar de ninguna forma.
Es entonces cuando el cliente regresa al salón con sus uñas reparadas y llega el momento de realizar la magia final y quizá la más impactante: una manicura gel. En vez de recurrir a los esmaltados tipo shellac de la manicura semipermanente a los que estamos acostumbrados en Europa, en Corea esos brillos jugosos, casi transparentes y con volumen jelly, se logran con el gel japonés.
A diferencia de los esmaltes tradicionales, se trata de un gel más denso y compacto que permite crear sobre la uña una superficie más dura y resistente. El 'japanese gel nail' no está a la venta para el consumidor, de tal modo que solo se puede conseguir el acabado de las uñas reparadas coreanas en un salón. Como curiosidad, este gel que sí necesita sellado con lámpara, pertenece al selecto grupo de los 5 free (sin ftalatos, formaldehídos, resinas de formaldehídos, alcanfor ni toluenos), de modo que no es tan agresivo como otros esmaltes.
Su textura y densidad permiten al gel japonés que se utilice no solo para sellar la uña sino también para crear una extensión como se hace con el acrílico, incluso se pueden realizar diseños de nail art con el mismo gel.
Entre sus beneficios, además de su adictivo brillo, está su fácil retirada simplemente sumergiendo los dedos en acetona, que reblandece el esmalte y hace que se despegue con facilidad y sin riesgos, incluso cuando se hace con trono. Precisamente, por su densidad, una sola capa permite conseguir el acabado deseado. Muchos geles japoneses también poseen color, lo que reduce la necesidad de aplicar capas y generar más volumen en la uña. El resultado final es muy similar al de las jelly nails, pero la particularidad de esta técnica coreana es que, incluso si se tienen las uñas cortas o enfermas, es posible lucir una manicura larga y bonita.
La única precaución de la reparación de uñas coreana la indican los creadores del tratamiento Peclavus® PODOmed Spirulina y es que, hasta que la uña no esté curada, no se puede proceder a la creación del esmaltado.
En cifras
Es difícil calcular el precio del tratamiento completo, puesto que en nuestro país no hay salones que lo realicen, pero en la web de Nail Ho el precio orientativo es de unos 20€, más el precio del sérum reparador. Más allá de los dos meses y medio en los que la uña se curará, el proceso del esmaltado dura lo mismo que una manicura gel y su duración en perfectas condiciones supera fácilmente el mes, siempre dependiendo de cada persona.
Si te muerdes las uñas y nunca te has sentido cómoda con tu largura o si tienes algún tipo de enfermedad en ellas, tanto de las manos como de los pies, en Corea ya existe una solución a tus problemas... El siguiente paso es consumir todos los contenidos sobre reparación de uñas que hay en las redes sociales. Lo dicho: magia.
Instagram ya no es solo un escaparate en el que presumir de lo idílica que es nuestra vida, compartir looks aspiracionales o filtrar nuestro rostro al máximo. La red social es también el escenario perfecto para difundir conocimientos estéticos y devolver la esperanza a aquellas personas que confían poco en lo que la cosmética puede hacer por sus problemas.