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Así es como debes elegir el antioxidante más apropiado para tu piel
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ANTIENVEJECIMIENTO

Así es como debes elegir el antioxidante más apropiado para tu piel

Vitaminas C y E, niacinamida, resveratrol… El mercado ofrece diferentes activos antioxidantes para prevenir el envejecimiento de la piel. Esto es todo lo que tienes que saber sobre los más potentes y cuál es el mejor para ti

Foto: Antes de lanzarse al cuidado de la piel con antioxidantes, es recomendable dar con aquel que se ajuste a sus necesidades. (Imaxtree)
Antes de lanzarse al cuidado de la piel con antioxidantes, es recomendable dar con aquel que se ajuste a sus necesidades. (Imaxtree)

En el ranking de cosméticos adorados por dermatólogos y otros expertos de la piel están primero los protectores solares y después los que incluyen algún antioxidante en su formulación. “El organismo cuenta con un sistema propio con capacidad antioxidante, pero este va perdiendo efecto conforme pasan los años. La consecuencia es el envejecimiento prematuro causado por el estrés oxidativo, que aparece por la formación de radicales libres como la exposición al sol, el estrés o la contaminación. Los antioxidantes impiden la oxidación, previniendo el envejecimiento prematuro al frenar el estrés oxidativo, y protegerlo del daño que provocan los rayos UV y otros factores”, explica Elena Martínez Lorenzo, dermatóloga de la Clínica Pilar de Frutos.

placeholder Los antioxidantes se han convertido en ingredientes imprescindibles en la cosmética. (Unsplash)
Los antioxidantes se han convertido en ingredientes imprescindibles en la cosmética. (Unsplash)

Aunque la genética influye, “el principal responsable del envejecimiento cutáneo es lo que conocemos como exposoma, que es el conjunto de factores ambientales y de exposición (sol, contaminación, estrés, alimentación, tabaco…) a los que estamos sometidos desde que nacemos y que son los responsables de acelerar el envejecimiento”, añade Rocío Escalante, titular de Arbosana Farmacia y experta en dermofarmacia. La buena noticia es que se ha demostrado que utilizar antioxidantes en la rutina de belleza diaria –acompañados de protección solar y de otros activos, como los transformadores– ayuda a retrasar el envejecimiento de la piel. Además, existe una amplia gama para elegir que, aunque la función principal de todos ellos es proteger a la piel del estrés oxidativo, cada uno tiene un matiz que lo hace adaptarse mejor a las diferentes preocupaciones y tipos de piel.

placeholder Las pieles sensibles, con manchas o tendencia acneica necesitan antioxidantes distintos. (Imaxtree)
Las pieles sensibles, con manchas o tendencia acneica necesitan antioxidantes distintos. (Imaxtree)

Vitamina C

“Es el antioxidante tópico por excelencia. No solo protege a la piel de la oxidación producida por los radicales libres, sino que también estimula la síntesis de colágeno, aumenta la densidad, reduce las arrugas y la flacidez, y todo ello a la vez que mejora la elasticidad de la piel y el tono, aportando un plus de luminosidad”, afirma Rosa Rosello, directora de formación de Druni. Eso sí, las claves para que sea efectivo son “la constancia y utilizar un producto con una concentración adecuada a cada necesidad. Además, hay que tener cuidado de no combinarla con niacinamida en la misma rutina para evitar reacciones alérgicas y/o rojeces, sobre todo en pieles sensibles”, amplía la experta. Con la vitamina E, en cambio, se lleva de maravilla, al igual que con el ácido ferúlico, ya que este mejora tanto la estabilidad de la vitamina C como su efecto antioxidante.

placeholder Las naranjas son una fuente de vitamina C. (Unsplash)
Las naranjas son una fuente de vitamina C. (Unsplash)

Vitamina E

Aparte de proteger del efecto de los radicales libres a todo tipo de pieles, “posee propiedades antiinflamatorias, incrementa la hidratación de la piel y evita la degradación del colágeno. Es por ello un activo muy usado en tratamientos para prevenir el envejecimiento cutáneo”, sostiene la farmacéutica, quien propone “acompañarla tanto de vitamina C como de ácido ferúlico".

Niacinamida

Entre sus propiedades específicas destaca que “es despigmentante, antiinflamatoria, seborreguladora y que también ayuda en el proceso de reparación de la barrera cutánea (por ello es útil en patologías donde esta está alterada, como la rosácea, por ejemplo)”, revela la dermatóloga. Si tienes la piel grasa, con tendencia acneica, sensible o padeces rosácea es perfecta para ti. Y recuerda que funciona genial junto con la vitamina C y los betahidroxiácidos.

placeholder La niacinamida tiene propiedades despigmentantes, antiinflamatorias, seborreguladoras. (Unsplash)
La niacinamida tiene propiedades despigmentantes, antiinflamatorias, seborreguladoras. (Unsplash)

Resveratrol

“Es un polifenol obtenido, principalmente, de la piel de la uva y sus semillas. Se puede producir también por síntesis, aunque es una molécula muy inestable. Actúa como un antioxidante y antiinflamatorio y, además, protege del daño producido por la radiación solar al prevenir el eritema”, declara Escalante. Y también es un activo que cada vez se usa más en tratamientos para prevenir el envejecimiento cutáneo, ya que está indicado para todo tipo de pieles debido a sus beneficios antioxidantes y antiedad. Emparéjalo con “la vitamina E, que refuerza su defensa antioxidante”, adiciona.

placeholder Encontramos resveratol en las uvas. (Unpash)
Encontramos resveratol en las uvas. (Unpash)

Flavonoides

“Los flavonoides son un tipo de fitonutrientes presentes en pigmentos rojos del vino tinto y frutos rojos como las frambuesas o las moras. Sus beneficios para la piel son su alto poder antioxidante, protegiendo frente a los radicales libres y, por lo tanto, del envejecimiento. Son también antiinflamatorios, mejoran la circulación al proteger el vaso capilar y tienen propiedades antibacterianas”, esclarece la titular de Arbosana Farmacia. En principio son adecuados para todo tipo de pieles y se llevan bien con otros antioxidantes como “la vitamina C, la vitamina E o el ácido ferúlico, ya que potencian su acción antioxidante frente a los rayos UV, la polución, el estrés y demás”.

placeholder Encontramos flavonoides en las frambuesas. (Unsplash)
Encontramos flavonoides en las frambuesas. (Unsplash)

Retinol

Primero hay que dejar claro que este “no es un activo antioxidante; al contrario, es un oxidante”, advierte Martínez Lorenzo. Sin embargo, está catalogado en la lista de activos cosméticos antioxidantes más potentes desde hace años. Su acción es rápida y sus resultados muy evidentes: mejora la renovación celular, que disminuye con el paso de los años y puede pasar de 21 a 28 días o más, potencia la creación natural de colágeno y elastina (esto aporta más firmeza a la piel), repara los daños cutáneos, mejora la textura de la piel, reduce las arrugas y disminuye las manchas de pigmentación”, enumera la doctora.

El problema que tiene es que es bastante irritativo y, aunque a priori es apto para cualquier tipo de piel, “las más sensibles son las que deben tener más cuidado, así como las que tengan rosácea deben de comenzar con un uso más lento y progresivo, con concentraciones más bajas”, recomienda. Además, independientemente del tipo que sean, todas las pieles deben pasar por un proceso de adaptación al comenzar a usar este ingrediente.

placeholder Aprende a diferenciar entre alfahidroxiácidos y betahidroxiácidos. (Imaxtree)
Aprende a diferenciar entre alfahidroxiácidos y betahidroxiácidos. (Imaxtree)

Por último, ten en cuenta que “debes evitar usarlo a la vez que otros irritantes, como los betahidroxiácidos y la vitamina C (se puede utilizar, pero lo ideal es poner esta y esperar unos 20 minutos hasta aplicar el retinol). Pero sí se puede asociar a la niacinamida”, concluye.

En el ranking de cosméticos adorados por dermatólogos y otros expertos de la piel están primero los protectores solares y después los que incluyen algún antioxidante en su formulación. “El organismo cuenta con un sistema propio con capacidad antioxidante, pero este va perdiendo efecto conforme pasan los años. La consecuencia es el envejecimiento prematuro causado por el estrés oxidativo, que aparece por la formación de radicales libres como la exposición al sol, el estrés o la contaminación. Los antioxidantes impiden la oxidación, previniendo el envejecimiento prematuro al frenar el estrés oxidativo, y protegerlo del daño que provocan los rayos UV y otros factores”, explica Elena Martínez Lorenzo, dermatóloga de la Clínica Pilar de Frutos.