Agua de arroz para tener un pelo más largo y brillante, ¿truco milenario o mito viral?

Ante la tentadora idea de simplificar la rutina de cuidado, ya sea del cabello o de la piel, las redes sociales plantean alternativas ‘do it yourself’ que se apoyan en ingredientes naturales y, en este caso, que podemos encontrar en la despensa. Antioxidantes, agentes hidratantes y agua de arroz fermentada están detrás del último reto viral de TikTok que toma referencias ancestrales para cuidar el cabello.

Bajo el hashtag #ricewaterchallenge y con tres millones de vídeos subidos, aplicar agua de arroz en el pelo ha despertado la curiosidad de centennials que no dudan en lavar su cabello con la fórmula y documentar el proceso para descubrir si el truco consigue que este crezca como por arte de magia.

No lo ha inventado TikTok

Por más innovador que pueda parecer el reto, el verdadero origen del lavado con agua de arroz viene del Lejano Oriente, de unos cuantos siglos atrás. El agua resultante del primer lavado del arroz, llamado yu-su-ru, era utilizado por las damas de la corte japonesa del periodo Heian (del 794 al 1185 d.C.) para cuidar el cabello eliminando el encrespamiento y evitando su ruptura. La misma técnica aún la usan las mujeres del pueblo chino de Huangluo, que tras cumplir 18 años no vuelven a cortarse el pelo. Para mantener sus larguísimas melenas con las puntas en perfecto estado, perfectamente desenredadas y un brillo envidiable, su único secreto es lavar el cabello con agua de arroz aderezada con ingredientes locales. Al tener un pH similar al del cabello, uno de los éxitos del agua de arroz es que prácticamente no existe riesgo de reacción, convirtiéndose en una técnica que calma los cueros cabelludos sensibles.

Hacer agua de arroz

En su origen, esta agua se obtenía de la cocción del arroz, filtrada y reposada durante varias horas hasta que fermentara y tornara en un tono blanquecino opaco, que se podía aderezar con hierbas o aceites esenciales. La misma técnica se puede repetir según las enseñanzas tiktokeras, pero teniendo en cuenta un dato que los historiadores no mencionaban: la fermentación conlleva un olorcillo no del todo agradable. Ante la inesperada incomodidad, existen dos opciones: aderezarlo como se hacía en la tradición japonesa o simplificar el proceso y tan solo enjuagar el arroz y guardar esa agua.

Los beneficios reales del agua de arroz

La fama de lavar el cabello con agua de arroz se explica por dos resultados que quienes aceptan el reto viral esperan conseguir. El primero y más evidente, aunque algo sobrevalorado, es el crecimiento del cabello. Son millones los tiktokers que se graban semana tras semana, midiendo sus melenas para demostrar que el truco es eficaz.

Ni verdad ni mentira. “El agua de arroz es rica en antioxidantes. Los antioxidantes nutren los folículos pilosos y reparan las células dañadas. Esto promueve la salud del cabello al crear un entorno propicio para el crecimiento del cabello”, desarrollaba la tricóloga, cosmetóloga y consejera de DevaCurl, la doctora Dra. Kari Williams, en Byrdie para arrojar luz sobre el fenómeno. Los antioxidantes presentes en el agua de arroz nutren los folículos pilosos, reforzando el cabello. No crece más, pero crece más fuerte.

Hidrata. Aunque el agua de arroz es perfectamente soluble con otros líquidos, no permite la mezcla con los aceites; aun así, su poder hidratante ha sido desde la antigüedad una de sus propiedades más destacables. El frizz contra el que luchaban las mujeres de la corte japonesa se debe a la capacidad del agua de arroz para retener el agua en el cabello. La hidratación que reduce la probabilidad de encrespamiento trae consigo un beneficio especialmente reconfortante: el agua de arroz es un agente desenredante. Aunque en las redes sociales este inmediato efecto pase desapercibido, es uno de los primeros en notarse. Brillo, facilidad en el desenredo y prevención de las puntas abiertas son otros beneficios colaterales de su acción nutritiva.

Genera volumen. El poder fortalecedor e hidratante del uso continuado del agua de arroz explica en parte ese ‘volumen’ que muchos usuarios apuntan. Otra de las hipótesis que lo explicarían sería por ejemplo la carga electrostática. “Al igual que dos imanes que se repelen, el vínculo entre las proteínas de arroz con carga positiva y las proteínas de la estructura del cabello con carga negativa crea volumen”, explicaba Émilie Héber, consultora de belleza, formuladora y fundadora de Make it Beauty, en la web de Jean Louis David.

Devuelve brillo. El brillo es quizá uno de los beneficios más fáciles de apreciar en los millones de vídeos del reto. La proteína de arroz cubre la cutícula del cabello con una película que lo ilumina intensamente. El pH del agua de arroz, similar al del cabello, además de fortalecerlo, calmar el cuero cabelludo y facilitar el desenredo, también está detrás del brillo de la melena.

Mejora la salud del cuero cabelludo. La combinación de vitaminas B y E, aminoácidos y oligoelementos, potencia la hidratación del cuero cabelludo, previene la oxidación y refuerza la raíz, lo que se traduce en un cuero cabelludo mucho más fuerte. Pilares sólidos, pelazo al canto. También entra en la fórmula fortalecedora el almidón presente en el arroz que florece en ese caldo de belleza.

Mejora la definición de los rizos. Los aminoácidos presentes en el agua de arroz, que contribuyen a su poder nutritivo, también benefician a los cabellos rizados, eso sí, siempre que se aplique en el cuero cabelludo. Esta agua fermentada puede resecar en exceso las puntas, especialmente en los cabellos rizados, mucho más secos.

Agua de arroz, manual de uso

Una vez analizados los puntos a favor y teniendo en cuenta el riesgo que supone el desagradable olor de su fermentación, probablemente te estarás preguntando cómo se puede incluir el ‘milagroso’ en una rutina capilar.

• Para aclarar el cabello. Una de las formas más sencillas de incorporarlo es convertir el agua de arroz en el inmediato paso posenjuague. Tras lavar el cabello y aclararlo, se vierte el agua en todo el cabello, se deja actuar durante 10 minutos y se enjuaga con agua fría para sellar las cutículas.
• Mezclado con acondicionador o mascarilla. Al incorporar dos o tres cucharadas de agua de arroz con el champú, el acondicionador o la mascarilla y dejarlo actuar unos minutos, se consigue precisamente que la fórmula haga efecto en el cuero cabelludo, donde mejores resultados puede arrojar.

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Margarita Velasco

• Tratamiento nocturno. Para potenciar los beneficios del agua fermentada, es muy extendida la práctica de aplicarla sobre el cabello antes de acostarse, envolviéndolo en un gorro de plástico y dejando que la fórmula penetre toda la noche. A la mañana siguiente, tan solo hay que aclarar y lavar de la forma habitual.
• Como paso final. Aprovechando la película luminosa que la proteína del arroz deja sobre la cutícula, se puede diluir un poco del mejunje en un difusor con agua y pulverizarlo sobre el cabello o aplicarlo directamente con los dedos a modo de sérum.