1 El movimiento de la brocha es fundamental para transformar el look monocromático de día en un potente maquillaje de Halloween. El truco del maquillador es apoyarse en la forma del pómulo, desde su nacimiento a la altura de la oreja hacia la boca. El otro movimiento, en el que tocaremos el párpado, parte del mismo lugar y asciende hacia la sien, como si dibujáramos una C o una U tumbadas. La clave está en difuminar todo el trazo para que no queden líneas muy marcadas y lograr así una sensación de rostro ruborizado de fantasía. Como también queremos maquillar el párpado, con el mismo blush pero con un pincel para difuminar sombras, aplicaremos el color por toda la superficie, sin olvidarnos de oscurecer la línea de las pestañas con una sombra marrón.

2 Tras conseguir esa explosión de rosa chicle, llega el momento de las aplicaciones. Si estás dudando entre hacer unas pegatinas de strass o purpurina, pero le temes a los resultados recargados, la solución a tus problemas son las escamas. Al ser más finas y traslúcidas, no son tan llamativas y la forma en que la luz incide sobre ellas las hará cambiar de color. “Añadimos las aplicaciones con un gel adhesivo, y con la ayuda de una pinza, acabamos nuestro maquillaje con la cantidad de paillettes que deseemos”, precisa José Luis García-Berjano, maquillador oficial de Givenchy.

1 Frente a lo que puedas imaginar, el primer paso es delinear el ojo por completo, no hace falta ser totalmente precisos ya que el primer trazo se realiza con un lápiz de ojos, que servirá como guía. A continuación, y cambiando a un eyeliner, en este caso el Liner Disturbia y su precisa punta, delinearemos desde el lagrimal hasta el final de la línea de pestañas, acercándonos al efecto ‘foxy eye’.

2 Para crear un efecto dramático, aplica una sombra negra en toda la zona del lagrimal, “desde la zona del tabique nasal hasta la mitad del párpado”, matiza el maquillador. Así conseguirás aportar dramatismo al ojo sin oscurecerlo demasiado. El innovador punto de luz lo pone una sombra malva satinada, resultado de la superposición de un tono morado junto con otro malva brillante. Remata el look, trabajando las pestañas para multiplicar su volumen y no te olvides de las cejas. En vez de fijarlas, puedes oscurecerlas rellenándolas con un lápiz. La guinda la ponen los labios en un toque muy natural y aprovechando el efecto mordido y aterciopelado de Le Rouge Sheer Velvet, aplicado con la yema de los dedos.

1 El primer paso es el perfilado, para lo que utilizaremos un lápiz de labios en un tono burdeos, un rojo oscuro con el que seguir la línea natural del labio. Para no alterar la forma de este, el truco está en comenzar desde las comisuras y ascender, siguiendo el propio perfil del labio. Esta línea, que se va metiendo en el interior del labio, no tiene que ser fina ni tampoco perfecta. A continuación, y con ayuda de un pincel de labios, se difumina hacia dentro ese perfilado. Este paso es fundamental para crear la sensación de unos labios en 3D, logrando un degradado de color.

2 Ahora toca rellenar el labio. Como queremos crear un efecto de jugosa boca vampírica, el labial rojo es fundamental. En este caso, el maquillador utilizó el Le Rouge 306 en el centro del labio, mientras que en las comisuras potenció aún más ese degradado con un tono más oscuro (Le Rouge 326). Para rematar el labio y conseguir esa jugosidad que estimula el tono rojo del centro del labio, un toque de gloss en el mismo color es el remate perfecto. Una vez finalizado el degradado cromático en el labio, se pueden repasar las comisuras y el perfilado con un pincel plano con un poco de base o corrector. Además de limpiar la forma del labio y corregir posibles imperfecciones, al potenciar el contraste entre el tono claro de la piel y el perfilado, también aumentamos la sensación de volumen. Si no quieres dejar el resto del ojo muy apagado, el maquillador de Givenchy y creador de estos tres looks recomienda maquillar los ojos con tonos sutiles, pero sin perder el tono rojizo de los labios, una base rosada en el párpado móvil, que aplicamos desde la raíz hasta la mitad, seguida de un tono vainilla hasta debajo de las cejas y un punto de luz en el lagrimal.