El moño 'salvanavidades' de la reina Letizia: cómodo, elegante y centennial

¿Puede un peinado sencillo rematar un look y convertirlo en sublime? La respuesta es sí y la prueba es la reina Letizia. Durante la cena con el Comité Olímpico Español, la madre de Leonor y Sofía recuperaba un antiguo traje dos piezas de Nina Ricci, elaborado en un tweed azul oscuro con entretejidos hilos brillantes y diminutas lentejuelas que creaba un look sobrio a la par que festivo. Accesorizar el outfit para que no resultara recargado no solo era responsabilidad de las joyas o los salones elegidos, el plano beauty sería el encargado de marcar la diferencia.

La elección ganadora era un moño bajo, no terso ni repeinado en esa constante búsqueda de pulcritud de la Reina, sino algo más flojo, creando una castaña con más volumen e introduciendo una acentuada raya en medio como marca la tendencia actual, avalada por la generación Z, que ahora dicta las modas.

Con la finalidad de no deslucir los espectaculares pendientes con diseño floral y diamantes, a juego con una pulsera de zafiros, pero sin caer en que el peso de las joyas resultara demasiado llamativo, era necesario recurrir a un moño. La tendencia internacional es recoger el cabello en la nuca tanto en coletas como en moños, para crear looks mucho más limpios. A esto se suma la inspiración retro -bien noventera, bien sesentera-, que precisa potenciar el volumen del cabello, en la raíz y en el cuerpo de la melena. El equipo de estilismo de la Reina lograba aunar todas estas influencias en un sencillísimo moño bajo que se adaptara al estilo sobrio de doña Letizia pero añadiéndole un toque juvenil.

Aunque la sencillez y el efecto chic pueden resultar los aspectos más llamativos del peinado de Letizia, en realidad el moño triunfa por tres cualidades que lo hacen original y no el recogido socorrido para una cena a la que se llega con poco tiempo y falta de ideas. Los puntos claves del moño son:

1. La raya en medio, referencia de la generación centennial y responsable de aportar un toque más desenfadado.
2. El moño retorcido, con el que se potencia la sujeción del cabello y se rompe con la clásica castaña lisa y llena de horquillas.
3. Los mechones aflojados, que por un lado son los responsables de ese volumen en coronilla y laterales, y por el otro lado crean un look casual mucho más cercano, algo acorde con la nueva política estética de la reina Letizia.

Mientras el truco de la raya en medio no es ni de lejos una sorpresa e innovación, combinar este peinado, que la Reina ha utilizado en repetidas ocasiones a lo largo de los dos últimos años, cambia por completo al dejar de lado los recogidos tersos habituales y optar por un moño más floffy, tentando la suerte de liberarse por completo. Tras recoger el cabello el moño bajo, se han ido aflojando los mechones para que quedara despegado de la raíz, ganando volumen. Además, la raya en medio no ocupa toda la cabeza de Letizia, sino que, a la altura de la coronilla, el pelo comienza a peinarse hacia atrás como se haría en un cardado tradicional, lo que también potencia esa sensación volumen.

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Inspiración Zendaya

"La Reina lleva un original moño en espiral o en forma de caracol y lo hace siguiendo una de las tendencias, que es marcar la raya por la mitad. Es un recogido pulido y con mucho brillo, lo que le aporta un acabado lujoso al look. Aparecen algunos mechones finos fuera del moño, algo que no le resta", nos explica M.ª José Llata, de la Peluquería Llata Carrera, en Santa Cruz de Bezana, sobre el peinado de la reina Letizia.

Recientemente, la it girl del momento, Zendaya, volvía a recuperar este tipo de recogidos retorcidos, en su caso con un peinado ultrapulido, otra opción de peinado perfecto para las fiestas. En vez de hacer la raya en el medio, la actriz estadounidense la marcaba a un lado y fijaba todo el cabello con ayuda de un gel, retorciendo todo el pelo hacia un lado para comenzar a retorcerlo de una forma armónica.

El recurso de retorcer el cabello para crear el moño es desde luego la forma más sencilla de recoger el cabello y quizá el primer moño que aprendemos a hacernos sin ayuda; sin embargo, su sencillez no le resta eficacia. El cabello queda más terso y la castaña se ve mucho más original e incluso brillante, sin necesidad de tener que pulir el cabello posteriormente o recurrir a la laca para fijarlo. En el caso del moño salvavidas de Letizia, para restar la tirantez se aflojaban mechones e incluso se liberaban algunos para lograr el mencionado volumen. Con tres ligeros cambios en un clásico moño bailarina en la nuca, el look total quedaba sublimado.

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Para rematar el look, Letizia era fiel a su maquillaje signature, delineado con lápiz satinado y cremoso el párpado superior y el inferior, a ras de las pestañas, desdibujándolo para borrar líneas. En esta ocasión, la elección de color era un cobre claro con el que el color de sus ojos se veía ligeramente modificado y la mirada se volvía más cálida.