Lo mismo pasa con su piel.
Cuando ves a Elena por primera vez te sorprenden muchas cosas: su encanto personal, su simpatía, sus ganas de hacer un trabajo impecable siempre, pero nada más verla es imposible no fijarse en su piel. Una piel luminosa, firme, y sana cuya fuerza, al igual que su carrera, también reside en un secreto ‘invisible’: el microbioma de la piel cuidado y saludable.