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Eliminar costillas, achinar los ojos o diseñar el ombligo: ¿estas cirugías realmente existen?
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TÉCNICAS CURIOSAS

Eliminar costillas, achinar los ojos o diseñar el ombligo: ¿estas cirugías realmente existen?

A todos nos suenan, pero no conocemos a nadie que se haya hecho estos retoques. Preguntamos a varios expertos

Foto: Foto: Unsplash/Nicolas Ladino.
Foto: Unsplash/Nicolas Ladino.

Conseguir una cintura de avispa a base de retirar las costillas flotantes es algo de lo que se acusó en su día a Raquel Welch, Ana Obregón o Thalía, aunque ellas lo desmintieron. La verdad es que lo de quitarse huesos suena algo agresivo, pero posible es. Se trata de los dos últimos pares de costillas, que no están ancladas al esternón como el resto. Sin embargo, desde Clínica Menorca aseguran que es una intervención muy invasiva con un postoperatorio largo y bastante molesto, que además pide anestesia general. “La solicitan pacientes con un tronco corto, pero los profesionales no la recomendamos porque estos huesos tienen una función protectora: resguardan órganos esenciales como el corazón o los pulmones”, explica Ángel Martín, director de la clínica.

Foto: Jana Sabeth para Unsplash.

Con relación a las costillas, el cirujano plástico Moisés Martín Anaya asegura que es más habitual a nivel estético la extracción de una pequeñísima parte de cartílago para utilizarlo en la cirugía de orejas u otoplastia cuando hay alguna malformación o una oreja pequeñita, y también en la reconstrucción nasal, en la zona del dorso. “Si quitamos las dos costillas completas aumentaríamos además el riesgo de neumotórax”, añade, por no hablar de que la cicatriz no es fácil de esconder. En su lugar, Martín Anaya sugiere la lipoescultura, que no retira huesos, sino grasa: “Es mucho menos invasiva y da grandes resultados”.

Los famosos 'foxy eyes' versus cantopexia

Cuando vemos esos ojos tan rasgados en culturas no asiáticas, muchas veces la respuesta está en la aguja… o el bisturí. Los famosos foxy eyes, como cuenta la cirujana Conchita Pinilla, achinan los ojos gracias a la toxina botulínica aplicada estratégicamente y a hilos tensores en las cejas para levantarlas. Gusta mucho en Latinoamérica, como reconoce la doctora, pero el resultado dura poco, como mucho 6 meses; ella prefiere la cantopexia.

placeholder La penetrante mirada 'foxy eyes' de Bella Hadid en el Festival de Cine de Cannes. (Getty)
La penetrante mirada 'foxy eyes' de Bella Hadid en el Festival de Cine de Cannes. (Getty)

“Sin ser lo mismo, pues esta última es una cirugía, bien hecha aporta un resultado fantástico y definitivo en personas que tienen la hendidura palpebral (abertura natural entre los párpados) hacia abajo, así podemos ponerla en neutro o ligeramente hacia arriba”, añade.

Ombligo almendrado y en su sitio

Con forma almendrada y a unos 13 centímetros del pubis: de esta manera dictan los cánones estéticos que es el ombligo ideal. Después de dar a luz o con los cambios de peso, llega en ocasiones la distensión abdominal. “Debido al crecimiento del útero puede producirse un cambio en la forma del ombligo, que se aplana o se abulta”, dice Martín Anaya, y también por perder mucho peso tras una reducción de estómago.

Acudir a retocar el ombligo solo no es muy común, pero sí asociado a una abdominoplastia, pues pasados seis meses el abdomen se ha recuperado tras el parto y si este no ha vuelto a su manera original, se puede recolocar. ¿Que solamente se desea retocar dicha cicatriz propia del nacimiento? "Se puede, y es sencillo. Eso sí, si es poca cosa no hace falta recurrir al bisturí y podría ser suficiente con protocolos mínimamente invasivos de calentamiento de la dermis, como la radiofrecuencia".

Foto: Rania de Jordania, en un posado oficial. (Getty)

Los huecos del bikini

A algunas modelos delgadísimas, cuando desfilan con bikini, se les marcan dos hoyuelos en la espalda, en la zona lumbar. Esas hendiduras son los hoyuelos de Venus, y pretender diseñarlas artificialmente en un quirófano es, a juicio de Martín Anaya, algo que “se podría hacer con una liposucción profunda y localizada, pero que es raro”. Luego están los huecos en el bikini o braguita por delante, entre el hueso y la cadera al estar tumbadas boca arriba, lo que se popularizó hace varios años bajo el nombre de 'bikini bridge'. Y aunque es factible en personas muy delgadas mediante una abdominoplastia potente, quedaría una cicatriz larga como de cesárea, advierte la doctora Pinilla, y sería un sinsentido. Lamentablemente, el 'puente del bikini' fue una broma viral que se originó en foros de anorexia y que, por suerte, no se solicita. Y es que, como defienden los expertos, la cirugía plástica y la medicina estética cuentan con los recursos estudiados, eficaces, seguros y fiables para dar la solución adecuada a este tipo de demandas excéntricos y no siempre reales.

Conseguir una cintura de avispa a base de retirar las costillas flotantes es algo de lo que se acusó en su día a Raquel Welch, Ana Obregón o Thalía, aunque ellas lo desmintieron. La verdad es que lo de quitarse huesos suena algo agresivo, pero posible es. Se trata de los dos últimos pares de costillas, que no están ancladas al esternón como el resto. Sin embargo, desde Clínica Menorca aseguran que es una intervención muy invasiva con un postoperatorio largo y bastante molesto, que además pide anestesia general. “La solicitan pacientes con un tronco corto, pero los profesionales no la recomendamos porque estos huesos tienen una función protectora: resguardan órganos esenciales como el corazón o los pulmones”, explica Ángel Martín, director de la clínica.

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