Así es como debes cuidarte dependiendo de tu ritmo infradiano

Cada mes las mujeres nos subimos a una ruleta rusa de sensaciones y estados de ánimo. Algunos días tenemos energía para hacer de todo y sentimos que nos podemos comer el mundo, pero otros experimentamos un cansancio inexplicable y solo nos apetece mantita y Netflix. Normalmente, se espera de nosotras que estemos al 100% los 365 días del año, pero no pasa absolutamente nada por sentir subidones y bajadas en nuestro estado de ánimo.

A lo largo de la historia hemos estado condicionados por el ritmo circadiano, que es el ciclo hormonal que dura 24 horas. Y, aunque todos los seres humanos tenemos este reloj biológico interno, las mujeres también disponemos de otro menos conocido, que nos regula durante nuestros años reproductivos: el ritmo infradiano. “Es aquel que dura más de 24h. Relativo a la mujer, el ciclo menstrual es un ritmo infradiano que dura en torno a 28 días de media, con una variación normal entre 25-35 días”, explica Belén Gómez, ginecóloga del Hospital Infanta Leonor y colaboradora habitual de Chilly. El ciclo menstrual se compone de varias fases y “en cada una de ellas hay unos niveles hormonales de estrógenos y gestágenos que van variando a lo largo de los días. Y estos cambios pueden provocar sintomatología que podría afectar directamente al estado de ánimo y a nuestra energía diaria”, añade.

Aunque no le prestemos demasiada atención, el ritmo infradiano desempeña un papel muy importante en nuestro bienestar, tanto físico como mental, ya que afecta al estado de ánimo, a los niveles de energía e incluso hasta a la salud. Por suerte, en las redes sociales ha aparecido una nueva tendencia que consiste en acompasar nuestro estilo de vida a las cuatro fases del ciclo menstrual para lograr un mayor bienestar. Lo primero es saber que las fases que hay son menstrual, folicular, ovulatoria y lútea, y que aunque algunas de ellas resultan ser inocuas para nosotras, no lo son tanto para nuestro organismo.

Fase menstrual

Es el comienzo y el final de cada ciclo. “Días antes, si no se ha producido la gestación, hay una caída brusca de los niveles de las hormonas (estrógenos y progesterona), por lo que se inicia la eliminación de ese tejido endometrial que ya no va a ser necesario”, desvela la ginecóloga, quien también añade: “Es cuando puedes sentir disminución del ánimo, cansancio o inflamación, provocados sobre todo por esta caída hormonal. En estos momentos tu piel puede manifestarse más seca.

“Es tiempo de fortalecer su defensa natural con bálsamos y aceites, y nutrir y regenerar las zonas sensibles, como ojos y labios”, recomienda Nathalia Arango, facialista y experta en terapias manuales. En cuanto al deporte que más te va en esta etapa son “las actividades enfocadas en la flexibilidad y la respiración”, afirman los expertos de la red deportiva Urban Sport Club.

Fase folicular

Una vez ha finalizado el periodo, “el ovario comienza a madurar el folículo que será seleccionado para la fecundación. Para ello, los estrógenos aumentan su producción y estimulan al ovario para producir varios folículos sensibles a esta hormona. Solo proliferará el que más receptores de estrógenos tenga; el resto se destruyen. Al mismo tiempo el endometrio comienza a crecer (proliferación) para una posible gestación”, continúa Gómez. Dicho aumento de los estrógenos hacen que tengas más energía (vital y creativa), que estés más inspirada y que tengas ganas de hacer de todo. Ahora es cuando tu piel está bien hidratada y elástica, y le van a ir fenomenal “sérums ricos en colágeno y elastina, ácido hialurónico natural de efecto alisante o en isoflavanoides, que proporcionan un ‘lifting’ natural al estimular la producción de colágeno y elastina”, aconseja la facialista. Y aprovecha la subida de energía para realizar ejercicios de fuerza como HIIT.

Fase ovulatoria

“A mitad del ciclo aproximadamente un pico de hormona LH induce la ovulación, o salida del ovocito maduro del folículo. Aquí la ruptura del quiste ovulatorio provoca la salida de material líquido y sangre a la cavidad abdominal, por lo que es frecuente sentir dolor, inflamación o presión en la zona genital y pélvica”, relata la colaboradora de Chilly. ¿Tu estado de ánimo? Adelante si tienes que tener conversaciones importantes, resolver problemas, hacer contactos nuevos o negociar cualquier asunto. En cuanto a nuestra piel en esta fase, suele estar más deshidratada; así que “usar una esencia floral con antioxidantes para conservar su hidratación y elasticidad está más que recomendado. Opta por uno de rosas y neroli, que relaja los músculos faciales, reduciendo la tensión y las líneas de expresión”, sugiere Arango. ¿Qué deporte hacer aquí? “Lo mejor son los entrenamientos de alta intensidad, pero volumen bajo, deportes enfocados en la fuerza y la potencia”, manifiestan desde Urban Sport Club.

Fase lútea

“Tras la captura del ovocito por las trompas, la hormona predominante es la progesterona, que es la encargada de preparar el endometrio para la posible gestación, aumentando mucho su grosor”, declara la ginecóloga. Aquí es cuando ocurre el síndrome premenstrual, donde puedes experimentar calambres, hinchazón o acné y bastantes ganas de relax. “Los cambios hormonales en esta fase pueden hacer que tu piel se manifieste con tendencia grasa y en algunos casos con acné leve. Límpiala a conciencia, utiliza mascarillas purificantes, arcillas y plantas medicinales que traten impurezas y exceso de grasa, y exfolia para controlar el exceso de sebo”, concluye la experta en piel consultada. Mantente en forma con las actividades anaeróbicas y de potencia, así como con entrenamientos HIIT.