Las claves del maquillaje kitsch de Eduardo Casanova en su fiesta de cumpleaños

Hace unos años, las grandes marcas de maquillaje detectaron que había un público, que casi era la mitad de la población mundial, que podía querer maquillarse en ocasiones: los hombres. Algo que ya sucedía 'in illo tempore'. En Egipto, los faraones perfilaban sus ojos con khôl, y si piensas en la Francia del siglo XVII, las clases nobles interpretaban la piel blanca como elemento de distinción y la espolvoreaban para que alcanzara ese tono y luego aplicaban un colorete en las mejillas. Pero más cerca de nuestros tiempos nos encontramos a David Bowie, uno de los que más han disfrutado con estos recursos para dar un toque diferente a su imagen. O Boy George.

Ya entrados en los 2000, Marc Jacobs y Tom Ford, dos precursores a nivel estético a otro nivel, detectaron esta necesidad y aunque lanzaron líneas de maquillaje dirigidas al público masculino, no funcionaron y las retiraron pronto de los lineales de las tiendas de belleza. Pero quizá fueron ellos los que sembraron el terreno para que firmas como Chanel, Dior o Givenchy se replantearan una estrategia que ahora funciona capitaneada por hombres como Jared Leto, Johnny Depp, Sean Penn o Mario Vaquerizo. El remate ha sido el fenómeno del k-pop coreano, en el que veintiañeros se maquillan a placer rompiendo estereotipos y facilitando el acceso a las nuevas generaciones. En los últimos tiempos ya son muchos hombres que utilizan en su día a día los básicos, y ha dejado de ser una extravagancia delimitada a los ambientes artísticos.

Uno de los mayores fans del maquillaje de nuestra escena nacional es el actor Eduardo Casanova. Ayer noche celebró su cumpleaños y, como nos ha demostrado en los últimos tiempos, el maquillaje fue esencial para acompañar su look. Sonado fue en los Premios Goya cuando vistió para la gala un traje de Mans Concept junto a un maquillaje en tonos rosas espectacular.

Un maquillaje que desgraciadamente ocultó la polémica que desataron algunos críticos, que empañaron la apuesta estética del actor. Pero él, fiel a sus principios, ha decidido que para su cumpleaños se iba a poner en manos del maquillador Kley Kafe, embajador del maquillaje Dior, que le ha propuesto un look inspirado en el teatro kabuki que el actor ha lucido encantado.

Paso a paso

El experto nos ha contado todas las claves de este trabajo, que ha empezado tratando la piel con el sérum Capture Totale Super Potent Serum para aportar hidratación. Otra de las claves ha sido partir de una mirada descansada, por lo que aplicó los parches Dior Backstage Eye Reviver Patches en el contorno de los ojos.

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Para igualar la tez, la base ultraligera Dior Backstage Face&Body Foundation.

En los ojos, ha empleado las sombras rosas de la paleta 5 Couleurs 879 Pink Corolle. Luego ha unificado los pómulos y los párpados con un color rosa vivo usando el colorete Dior Backstage Rosy Glow (recientemente viralizado en redes por Kylie Jenner) sobre una piel muy pálida. Aplica el colorete Rosy Glow en las mejillas en movimiento ascendente, uniendo el colorete con la sombra de ojos. Difumina ambos productos en el extremo externo del ojo para que no se aprecie ninguna línea de demarcación y quede perfectamente unificado.

Y finalmente, los labios, que se mantuvieron hidratados con Dior Lip Glow 001, un bálsamo tratante sin color que sube el tono natural al entrar en contacto con su humedad y temperatura.

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