Nicole Kidman se atreve con el bob 'años 20' de Zelda Fitzgerald y da con el corte de pelo (antiedad) del verano

Ceniza, ondulado y a la altura de la barbilla, como si de Zelda Fitzgerald se tratara, la nueva melena de Nicole Kidman ha irrumpido en las redes sociales a través de un post que la propia actriz compartía. En la temporada de las melenas XXL, los bob franceses y las medias melenas, Nicole ha optado por un estilismo vintage con el que romper la lista de tendencias y cambiar por completo su look.

Desde que saltara a la fama en los años 80, jamás hemos visto a Nicole con un cabello que no sobrepasara la altura del pecho. Su pelo, de naturaleza rizada, es uno de los condicionantes más importantes a la hora de elegir estilismo.

Además de alisarlo de forma rutinaria para controlar su volumen, otra de las estrategias de la australiana es mantener una melena larga para que el peso del cabello pueda con el rizo, aunque en algunos eventos, las condiciones climatológicas han hecho que sus rebeldes caracolillos asomaran en la raíz del pelo.

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Margarita Velasco

Acostumbrados a décadas de melenas largas, la sorpresa era total cuando la propia actriz compartía varias fotografías con Lulu Wang en medio del rodaje de 'Expats' y su melena había desaparecido, dando lugar a un corte de pelo bob muy apurado y peinado con ondas retro. El largo de esta nueva melena encaja en la descripción de un chin bob, es decir, un corte de pelo a la altura de la barbilla. Sin embargo, el volumen de su cabello no se triplicaba, sino que se aligeraba, arrojando una imagen mucho más juvenil y 'casual'.

Lejos han quedado los peinados muy elaborados o las melenas extramoldeadas. El bob retro de Nicole aporta movimiento a su melena y le permite tener un mayor control de la raíz del cabello, donde sí se mantiene un liso muy natural. El resto de la melena de Nicole se peina con unas ondas muy desdibujadas, tipo surfero, en las que se puede diferenciar perfectamente el grosor, mucho menor, de los mechones moldeados.

El truco de este efecto deshecho está en haber texturizado el cabello previamente para conseguir que recupere la elasticidad, sin quedar apelmazado ni adquirir la forma del rizo muy pequeño que Nicole tiene de forma natural.

El otro indudable acierto de este cambio de look es el rubio exacto elegido por la australiana, un ceniza que se alejaba de tonos habituales en su cabellera como el rubio platino o el pelirrojo luminoso. Ahora la actriz mantiene un rubio ligeramente avainillado con un sutil subtono cobrizo que permite que haya luminosidad y calidez, en un color perfecto para el verano.

La combinación del corte de pelo, la coloración y el peinado creaban un cambio de look contundente, a la vez que muy juvenil, sin olvidar la marcada estética retro que nos traslada a los locos años 20. ¿Exigencias del guion, peluca o un intencionado cambio de look? Aún es difícil resolver la incógnita, pero Kidman no ha sido la única actriz en aparecer en los últimos días con un corte de pelo bob a la barbilla. Zendaya, trendy girl donde las haya, también ha vuelto a cambiar de look.

La actriz era captada, también en el set de rodaje, pero en esta ocasión por paparazzi, con un chin bob rizado. Manteniendo su coloración castaño claro rojizo, el corte de pelo de Zendaya también sigue la tendencia retro años 20, colocando el corte de pelo Zelda en el disparadero de las tendencias. Con este inesperado corte, la actriz se deshacía de su voluminosa melena midi de los años 90, que apenas le ha durado unos meses; tiempo suficiente para convertir el estilismo en uno de los más demandados.

A diferencia de Nicole Kidman, Zendaya ha experimentado más con los peinados y texturas disponibles para una melena bob tan apurada. Otra de las diferencias más destacables entre el bob años 20 de una y de otra es que Zendaya sí ha visto cómo el volumen de su melena se triplicaba, adquiriendo una forma trapezoidal muy retro, en la que las ondas naturales de su cabello surgen sin artificios, creando un look casi bucólico.

El bob a la barbilla ha vuelto, o al menos eso es lo que Hollywood nos quiere hacer creer... ¿Llegará a buen puerto el estilismo de Zelda Fitzgerald?