Papel osmótico: la última moda de TikTok no adelgaza, hablan los expertos

Al sudar no perdemos peso. Sabemos que esta afirmación hará temblar los cimientos de las creencias acerca del peso corporal, pero esa es la conclusión de los últimos estudios. Ni sudar, ni las técnicas o protocolos que tengan que ver con perder esa agua que está mezclada con pequeñas cantidades de minerales como sodio, cloro, potasio, calcio y magnesio, ácido láctico y urea. “Básicamente, el sudor es agua y cloruro de sodio, es decir, agua con sal. Por eso, dar un beso o lamer una piel sudada sabe a sal”, explica la dermatóloga y divulgadora Ana Molina, también profesora de la Universidad Autónoma de Madrid.

Sudamos unos 700 mililitros diarios, y haciendo ejercicio intenso podemos perder desde 1,5 hasta 3,5 litros por hora de sudor. En ese caso debemos reponer el agua y los electrolitos que perdemos y adelantarnos a sentir sed, porque la sensación de esta se retrasa y puede ser peligroso. Pero hay quien prefiere saltarse el deporte e irse a algo menos cansado, como la sauna o el papel osmótico, que se puso de moda en los años 80 y ahora ha vuelto comercializado en producto 'con añadidos'.

Mantas de sauna, la última excentricidad

Según la doctora Molina, el movimiento sauna detox promovido por Gwyneth Paltrow es una excentricidad más de la actriz. Cada día, la americana jura utilizar una manta de sauna para sudar y eliminar toxinas. Estos artilugios están hechos de infrarrojos que le dan temperatura al cuerpo a través de distintas lámparas que emiten ondas, en vez de usar calor tradicional para calentar el aire, como haría una sauna al uso. Sin embargo, ni una ni otra harán que eliminemos toxinas.

Como explica la dermatóloga, “no podemos sudar toxinas y no se ha demostrado que la sudoración haga que excretemos sustancias, los órganos que se encargan de limpiar el organismo son el hígado y los riñones. Hay otro tipo de sudor en ingles y axilas que es el apocrino y este sí tiene componentes lipídicos y sustancias distintas, pero no toxinas. Cuando hacemos deporte producimos calor metabólico por el aumento de la temperatura y lo enfriamos gracias al mecanismo termorregulador del que disponemos, el sudor, pero si adelgazamos es por el deporte y la quema de calorías, no por el sudor. Definitivamente, la sauna no sirve para limpiar el cuerpo, y mucho menos después de una resaca de alcohol, como comúnmente se cree, porque para colmo estaremos deshidratándolo”.

Fajas de papel osmótico, lo último en TikTok

¿Recuerdas la moda de los ochenta de envolverse en papel de plástico cual croqueta? Su fin era simple: aumentar el calor en la zona para quemar calorías y grasa. Y cuando parecía que se había superado esta moda absurda, llegó la versión 2.0: el papel osmótico. Se puede encontrar en tiendas online y, según sus fabricantes, su composición a base de yodo y algas marinas tonifica, mejora la celulitis y logra que se pierda peso. Incluso aseguran que se puede llevar durante todo el día, no se escurre ni produce olor, y recomiendan intensificar sus efectos utilizándolo con una faja encima mientras hacemos deporte.

Pues bien, según Ana Molina, se ha demostrado que “lo único que se consigue con la osmosis es una pérdida de peso transitorio causada por la sudoración que se recupera en cuanto nos hidratamos”. Es decir, el líquido que se pierde se compensa al volver a beber. “Por si fuera poco se genera un efecto invernadero e irritación de la piel local, por no hablar de infecciones tras su uso mantenido”.

Chalecos de enfriamiento, estos quizá sí

En Estados Unidos se empiezan a comercializar chalecos que incluyen unos dispositivos de enfriamiento de las zonas donde se localiza un tipo de grasa, la que llamamos buena o marrón. “Es otro tipo de tejido adiposo diferente a la grasa blanca o grasa normal que todos conocemos (sí, esa misma grasa que vemos en el jamón serrano de color blanco). La parda o grasa marrón no solo ocupa menos espacio sino que adelgaza, ya que es capaz de usar la grasa blanca como combustible para producir calor. Se activa cuando pasamos frío para calentarnos, es muy común en niños, pero cuando somos adultos se pierde en buena parte”, explica la dermatóloga.

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Al parecer, existen estudios que afirman que la temperatura ambiental baja es el estímulo más potente para activar esta grasa. “Los chalecos tendrían mejor abordaje desde el punto de vista científico, pero hasta ahora tampoco han demostrado eficacia en la reducción de la grasa, faltan estudios”. ¿Y la ducha fría, objeto de un reto viral en TikTok? “Es un buen estimulante matinal, pero no se ha certificado su efecto adelgazante”, termina la experta. Una buena dieta y ejercicio siguen siendo los mejores consejos para perder peso, aparte de algunas técnicas de remodelado corporal como el ácido desoxicólico inyectado, la radiofrecuencia (energía térmica que favorece la lipolisis), la criolipólisis (destruye los adipocitos mediante frío), Emsculpt (estimula la musculatura e indirectamente la lipolisis) y la liposucción o extracción quirúrgica de dicha grasa.