Piel atópica: ¿cómo debemos cuidarla en verano?
Los meses estivales pueden ser una pesadilla para quienes padecen esta patología. Aprende con expertas a neutralizar sus efectos y disfruta de las vacaciones en tu propia piel
Es muy probable que alguien de tu entorno, o tú misma, sufras la atopia en primera persona y es que, según la Academia Española de Dermatología y Venereología, el 2-7 % de la población adulta y hasta un 10-20 % de la infantil padece esta enfermedad sobre la que oímos constantemente hablar, pero que no siempre sabemos exactamente qué es...
Leonor Prieto, farmacéutica y directora científica de La Roche Posay, la define como “una patología inflamatoria crónica de la piel que cursa con brotes, donde el signo más importante es el picor y la lesión fundamental son los eczemas. Estos pasan por diferentes fases (eritema, rojez, inflamación, maceración de la piel, vesículas y descamación) y, en función de la edad, se suele localizar en diferentes partes del cuerpo (se asocia con frecuencia a las dermis secas o muy secas)”. Desde Instituto Médico Ricart, la Dra. Marta García-Legaz añade que “la piel se muestra muy seca, áspera, irritada… favoreciendo también las sobreinfecciones bacterianas”. Esos signos son los más evidentes, pero lo cierto es que hay muchos otros que no son perceptibles a simple vista. La realidad es que la barrera cutánea en los casos de atopias se encuentra alterada, lo que minimiza su principal misión, que es la de proteger a tu organismo, y permite que los elementos que hay suspendidos en el aire (contaminación, polvo, radiación ultravioleta…) penetren con facilidad y se genere una reacción.
Leonor Prieto añade que “su microbioma está alterado, es menos diverso y, por tanto, menos protector. En las zonas de las lesiones está colonizado por una gran cantidad de lo que llamamos 'estafilococo dorado', que hoy sabemos que están implicados en la severidad de los brotes”. Pero hay más, y es que el propio sudor del paciente contiene elementos irritantes y regulan mal la temperatura, por lo que “su piel se deshidrata y se seca con facilidad, se irrita, se enrojece y a veces es mucho más reactiva”. ¿El plus? La Dra. Marta García Legaz añade que el calor, el cloro de las piscinas y la falta de humedad empeoran los signos de esta patología. Con estas pistas ya habrás llegado a la conclusión de que esto puede convertirse en un auténtico drama veraniego y más en un país como España, donde alcanzamos temperaturas abrasadoras…
Las normas esenciales para las pieles atópicas
Lo primero que debes tener en cuenta es que no tienen por qué ser sensibles o alérgicas ya que son tres manifestaciones diferentes, aunque a veces puedan coincidir. “Es verdad que tienen una tendencia mayor a poder irritarse (sobre todo en fase de brote) o reaccionar, por lo que lo ideal es buscar productos para piel sensible o con tendencia atópica y que estén testados en estos tipos de pieles”, sostienen desde La Roche Posay. Además, mantener durante todo el año los cuidados esenciales de limpieza e hidratación va a permitir que la barrera cutánea se encuentre más reforzada y resistente para plantarle cara al verano. Otros puntos a tener en cuenta son…
- Cuidado corporal: La clave es usar geles de ducha 'syndet' (sin detergentes) con pH neutro, como los aceites lavantes y, en la medida de lo posible, que estén enriquecidos con componentes hidratantes (glicerina), calmantes (niacinamida), suavizantes (manteca de karité) o ingredientes como prebióticos o probióticos que ayudan a restablecer el microbioma cutáneo. Respecto a los gestos, Leonor Prieto recomienda “evitar el uso de esponjas, el agua muy caliente y los baños prolongados ya que es preferible optar por duchas cortas con agua templada y secar con toalla a ligeros toques, nunca frotando”. Para el tratamiento, su consejo es seguir la máxima de optar por referencias que, además de ser muy hidratantes, contengan esos componentes que se encargan de restaurar la barrera protectora de la piel, calmarla, reparar el ya nombrado microbioma o “evitar la formación de biopelículas por parte de los estafilococos dorados (suelen ser extractos de plantas), sobre todo en las zonas de las lesiones para recuperar más rápido la barrera cutánea y espaciar los brotes durante más tiempo”, apunta. Importante: debes aplicar estas fórmulas hidratantes tras la ducha y siempre que la piel lo reclame cuando esté muy seca.
- Atenciones faciales: Es importante aliarte con lociones limpiadoras o aguas micelares que estén indicadas para cutis intolerantes. El tip experto es “acabar siempre la limpieza con un agua termal ya que tienen propiedades calmantes, suavizantes y descongestionantes”. No podemos olvidar que el agua termal es un gran remedio para mimar cualquier parte de la dermis (también del cuerpo) de forma inmediata. Una vez más, las fórmulas que han sido testadas en casos sensibles son las más aconsejables para los cutis con atopia que también son sensibles y reactivos. ¿Prefieres lanzarte al uso de productos más específicos con vitaminas (vitamina C, retinol…)? Entonces “busca aquellos que contengan activos calmantes, con concentraciones suaves, testados en pieles sensibles y aplícalos en días alternos”, recomienda Leonor Prieto.
Las atenciones necesarias que en verano reclaman las pieles atópicas
Las expertas parten de la idea de que cada dermis es un mundo y no reaccionan igual ante los mismos estímulos. Aunque hay una idea generalizada de que el agua del mar y los climas templados favorecen a estos casos, no siempre es así. Sin olvidar que, como ya hemos comentado, los productos de las piscinas, la sal, la arena o la exposición solar pueden resultar potencialmente irritantes...
Algunos consejos estivales de Leonor Prieto son:
- Mantén tu rigurosa rutina de limpieza a hidratación.
- Recuerda que la clave es hidratar, por lo que no escatimes en estas fórmulas.
- No te separes de tu agua termal, que “ayuda a calmar la piel cuando se enrojece, que puede ser en cualquier momento”.
- Ten presente que el sol es un potencial irritante, así que opta por una protección de amplio espectro 50+ FPS con agentes hidratantes antes de salir de casa y reaplícala generosamente incluso antes de la norma popular de cada dos horas. “Si la piel está irritada, es mejor optar por un fotoprotector mineral, para evitar los químicos, ya que al tener la barrera alterada es más fácil que se produzca sensibilización a algunos componentes”, sostiene la Dra García-Legaz.
- Después de cada chapuzón (y antes de notar picor, enrojecimiento...), date una ducha rápida en la playa o en la piscina con el fin de eliminar las sustancias irritantes.
- Nada más llegar a casa, disfruta de otra ducha ligera, ya en tu cuarto de baño y con el protocolo de limpieza general, e hidrata a conciencia tu dermis.
Es muy probable que alguien de tu entorno, o tú misma, sufras la atopia en primera persona y es que, según la Academia Española de Dermatología y Venereología, el 2-7 % de la población adulta y hasta un 10-20 % de la infantil padece esta enfermedad sobre la que oímos constantemente hablar, pero que no siempre sabemos exactamente qué es...