Sprays de agua salada y extensiones de pestañas: por qué el pelo de Sara Carbonero ha hecho boom este verano

La historia del pelazo de Sara Carbonero es digna de estudio y, ya puestos, de culto beauty. Tras su corte de pelo al estilo Whitney Houston en los 90 hace apenas dos años, la presentadora ha dejado crecer su cabello hasta lograr una melena densa, salvaje y larguísima que le permite cambiar de estilismo a diario.

Prueba de ello son sus fotografías más recientes, en las que la toledana luce su melena más boho y natural, bien sea acompañada de su actual pareja, el músico Nacho Taboada, o en su muro de Instagram. Es ahí donde podemos aproximarnos al detalle a los trucos de belleza con los que consigue maximizar las bondades de su pelazo: de las mechas estratégicas o el corte de pelo de diseño al indudable uso de los sprays texturizantes.

De raíz a puntas, la renovada melena de Sara Carbonero se ha visto beneficiada de sutiles cambios que reman siempre en la misma dirección: multiplicar la sensación de volumen, bien sea a nivel óptico o de forma física. Hace unos meses, la presentadora se apuntaba al flequillo con una favorecedora y despreocupada fusión del curtain (largo y fino) con el bardot. Dependiendo del estilismo, cuando la estética boho era necesaria, Carbonero emulaba el flequillo alborotado de Caroline de Maigret, grunge y causal. Pero cuando era necesario un acabado más sleek, el flequillo boho, pulido y abierto a los lados era su plan b.

De aquel flequillo al final de la primavera quedan ahora capas largas que enmarcan el rostro de la periodista, con el consiguiente volumen extra. El resto de su larga melena también combina capas de distintas longitudes, permitiendo el movimiento del cabello, algo de lo que Sara se vale para ahuecar en reiteradas ocasiones el cabello, potenciando aún más el volumen. El resultado es un cabello con mucho cuerpo y de efecto desordenado.

Pero ahí no queda la cosa. La discreta coloración, a base de finas mechas en una tonalidad rubio frío, permiten que cada capa y cada mechón ganen cuerpo y jueguen con la luz, aumentando el movimiento y brillo del cabello. La zona en la que se concentran, especialmente de medias a puntas y en los mechones próximos al rostro, son otros de los aciertos. La sensación es la de una melena más frondosa; sin embargo, este no ha sido el verdadero cambio estival de Sara.

En su lista de la compra beauty parece haberse colado un cosmético que conocemos desde hace años pero que este 2022 se ha convertido en uno de los más utilizados por celebrities e influencers: el spray de agua salada. Con la finalidad de texturizar el cabello y resaltar sus ondas naturales para lograr las tan ansiadas ondas surferas, los pulverizadores con agua salada o ingredientes que recrean el efecto de la sal sobre el cabello reproducen la reacción del cabello al contacto con el agua del mar. Al depositarse en la cutícula porosa y abierta, la sal se cristaliza, creando enlaces adicionales con los aminoácidos y favoreciendo la formación de las ondas..

No es la primera vez que la presentadora recurre a este tipo de cosméticos para crear ese efecto wavy, de pelo alborotado y casual, en el que el volumen y las ondas se acercan a una melena salvaje natural. El verano pasado, con una ideal melena midi, Sara Carbonero se pasó la temporada acicalando la melena con agua salada y un poco de 'scrunch'.

Este verano, Sara utiliza el spray a modo e texturizador, potenciando no tanto la onda, sino el volumen en raíz, medias y puntas al ahuecar la melena con los dedos tras haber pulverizado el producto por todo el cabello. Como se puede observar en las fotografías de sus veraniegos paseos, la presentadora se mesa constantemente la melena para potenciar el volumen.

¿Y el volumen en las pestañas?

Si bien es cierto que cuando se trata de alguna celebración especial, Sara sí opta por maquillajes muy marcados, especialmente centrados en sus ojos, pero dejando también ocasión para el mix de labios rojos y mirada dramática, la periodista se decanta para el día a día por maquillajes muy naturales. La máscara de pestañas suele ser su único cosmético de referencia. Este verano, y puede que tentada por la comodidad de no tener que pasarse las vacaciones, replicando la máscara de pestañas entre chapuzón y chapuzón, Sara parece haberse entregado a las adictivas extensiones de pestañas, uno de los tratamientos estéticos más demandados en nuestro país.

Pegadas una a una a la pestaña natural, permiten aumentar la sensación de volumen, creando unas pestañas compactas, densas, curvas y oscuras durante varias semanas. Por supuesto, la otra interpretación del boom capilar de Sara, además del corte de pelo o las extensiones, puede estar en un especial cuidado de la alimentación, haciendo hincapié en los complementos alimenticios, la llamada nutricosmética, para fortalecer la fibra capilar y estimular su crecimiento.