El maquillaje dark de los años 20, la propuesta beauty de Chanel para el 2023
Despejar por completo el rostro en pro de una piel nívea y de aspecto natural se ha convertido en el maquillaje estrella de Chanel, pero sin olvidar el regreso del burdeos más oscuro
Cuando la Kristen Stewart más Joan Jett se convierte en la carta de presentación de tu colección primavera-verano, está clara tu apuesta. Del mullet con flequillo desfilado al smokey eye, perfectamente recogidos bajo la tendencia 'rockstar girlfriend makeup' que inunda las redes sociales, Stewart acudía al front row del desfile de Chanel consciente de la línea estética de la maison francesa.
El característico binomio blanco-negro que ha caracterizado este último desfile no se trasladaba, sin embargo, al look beauty. Sí se colaban otros grandes éxitos de Chanel como esas enormes lazadas negras que han pasado de una propuesta puntual a ser la nueva seña de identidad de Virginie Viard, casi como los ojos oscuros de Dior, cortesía de Maria Grazia Chiuri.
En esta nueva temporada primavera-verano, Chanel propone rostros radicalmente naturales, limpios, sin marcar facciones ni utilizar el claroscuro para potenciarlas, con el foco en una imagen sofisticada y de clara estética de los años 20. Para lograr esa piel tan sencilla, sin embargo, además de prepararla, han jugado un papel fundamental dos productos: el iluminador y el rubor.
Con un rosa muy frío y empolvado, pero adaptado al tono natural de cada modelo, se coloreaba la parte alta de las mejillas para que resultaran pletóricas. Esta es sin duda una de las tendencias de maquillaje más efectista, al conseguir un inmediato efecto de pómulo realzado, truco que ha seducido a los usuarios de las redes sociales de moda y todo parece indicar que también a los maquilladores profesionales. Tampoco extraña encontrar a las modelos fieles a Chanel con unas mejillas sonrosadas, cuando la maison francesa fue la responsable de extender el uso de las mejillas de esquiador, ahora denominadas 'W blush'.
Pero para alcanzar una mayor sensación de salud, los pómulos maquillados con rubor rosa se combinaban con el uso del iluminador de sien a pómulo, marcando una ‘C’ de luz con la que también se rozaba el interior de la ceja, en un gesto muy sutil pero efectivo. La distribución facial del highlighter se convertía en la sutil estrategia con la que los maquilladores conseguían llenar de matices el rostro, pero sin que ningún trazo fuera visible.
Esta luz sutil se apreciaba también en los ojos, completamente desnudos en algunas modelos, pero con un matiz perlado en el lagrimal de todas ellas. En vez de tratarse de un punto difuso sobre el área aplicado con sombra de ojos, el iluminador se marcaba con un lápiz perlado que permitía empezar a extender el producto a ras de las pestañas inferiores, tomando unos milímetros de distancia del lagrimal. Este trazo se acompañaba también con el paso del lápiz de ojos blanco en la línea de agua, lo que terminaba de llenar de amplitud y luminosidad la mirada.
Las modelos de tez más oscura sí veían matizados sus párpados inferior y superior con sombras de ojos nude, en un rosa muy sutil y satinado, para hacer cálida y dulcificar la mirada, con un trabajo que se extendía más allá de la zona del ojo con la finalidad de lograr la tan ansiada naturalidad. Toda esta mirada limpia y luminosa respetaba también la forma natural de las cejas, simplemente peinadas siguiendo su dirección y forma.
Los labios, el matiz más preciso
Al trabajar con un maquillaje tan sutil, la pasarela de Chanel ha optado por convertir a los labios en el barómetro con el que diferenciar la atmósfera diurna de la nocturna. En los looks de día, a las pieles luminosas y sonrosadas se las matizaba con el paso de un labial nude de base teja, en algunas ocasiones mate y en otras hidratado, lo que convertía en protagonista del maquillaje a la piel.
Pero el acento cambiaba de cara a las noches de la primavera y el verano del 2023. Rompiendo con las normas que dictan que los labiales oscuros son solo para el otoño o el invierno, la maison incluía un labial borgoña como parte de su maquillaje nocturno. Igual que en el look de día, sobre la pasarela encontrábamos versiones en mate y otras más cremosas, pero el matiz burdeos oscuro era siempre el mismo. Para acentuar la tonalidad fría, las sombras de ojos se vestían de un luminoso gris, muy difuminado y sin olvidar la luminosidad en el lagrimal.
Al igual que toda la colección parecía recordar a los inicios de Gabrielle Chanel en la moda -con un claro guiño en el corte de los vestidos a los años 20-, la propuesta de maquillaje, con esas pieles níveas aunque luminosas, encontraba en los labios borgoña el cierto dramatismo retro preciso para crear un look 'roaring twenties'.
El cabello, el verdadero punto fuerte de Chanel
En los últimos años, la auténtica especialización estética de la firma parece haberse centrado más en el tratamiento del cabello. No hay textura o largo que no haya sido aderezado por las elegantes manos del equipo de Chanel. En esta ocasión, a las melenas bob con nombre propio que no fallan a los desfiles de la maison (Jill Kortleve, Rayssa Medeiros o el nape bob de Vivienne Rohner) se les sumaban los cortos garçon capitaneados por Louise de Chevigny, sin olvidar las melenas XXL.
La clave de todos los peinados, fuera cual fuera su longitud, era que el cabello despejara el rostro. El efecto mojado y los recogidos en la nuca se convertían en el truco con el que alcanzar un look sofisticado y cómodo en el que poder incluir los pasadores joya. Las coletas bajas y ultralisas permitían este acabado pulido, marcando la raya en media en algunas ocasiones, pero manteniendo en cabello hacia atrás en otras.
Los pasadores retro repletos de incrustaciones cubrían las gomas de pelo a la altura de la nuca, mientras otros recogidos recurrían al lazo negro, grande y con estructura, para romper con la linealidad. Este lazo, cambiando su material -lo hemos visto de organza, terciopelo o raso- y su largo, se ha convertido en un elemento diferenciador de Chanel, extendiéndose a las tendencias beauty del año gracias a su capacidad de transformar en cuestión de segundos cualquier look.
Como si de los soldados de Xian se tratara, la pasarela se llenaban de una perfecta cinta de producción en la que cada modelo mantenía la pulcritud y elegancia de Chanel, pero incluyendo sutiles cambios en cada rostro y cabello para conseguir una propuesta más heterogénea. Parece que la primavera de 2023 será más chic y sobria, palabra de Viard.
Cuando la Kristen Stewart más Joan Jett se convierte en la carta de presentación de tu colección primavera-verano, está clara tu apuesta. Del mullet con flequillo desfilado al smokey eye, perfectamente recogidos bajo la tendencia 'rockstar girlfriend makeup' que inunda las redes sociales, Stewart acudía al front row del desfile de Chanel consciente de la línea estética de la maison francesa.