Volumen · color · años 90

se apoderan de las tendencias beauty del otoño

Texto Margarita Velasco
Fotos Imaxtree | Getty
Diseño Marina. G. Ortega
Desarrollo Fernando Anido

La llegada de las estaciones más frías del año viene acompañada de una potentísima carga cromática y más diversión que en cualquier verano de los excesivos años noventa

enos horas de sol se traducen en un tono de piel más apagado y, como si estuviéramos implicados en un enorme efecto mariposa, parece que con el otoño y el invierno los colores fríos se apoderan ya no solo de la moda, sino también del tono del maquillaje e incluso del cabello. Pero ¿está de acuerdo la pasarela con esta norma no escrita? Para el otoño invierno 2022-2023, no.

Nos enfrentamos a una estación exuberante en el plano beauty, melenas pletóricas, llenas de volumen y muy producidas superan por primera vez la incidencia de las ondas deshechas o las melenas lacias. Algo parecido ocurre también con los colores del maquillaje. Aunque sí se incorporan los tonos fríos, su intensidad y formas son de todo menos discretas y sutiles. Encontramos así eyeliners de colores vivos, sombras geométricas o la reivindicación del lagrimal como centro del maquillaje.

Maquillaje del desfile de Christian Siriano para la temporada otoño-invierno.

La salud de la piel sustituirá también la importancia de las correcciones. Tratamiento y glow por encima de base de maquillaje y como consecuencia un total dominio de los rostros jugosos que irradien salud, algo que también se traslada al cabello. El gloss hair es la única forma de lucir el pelo y, en su versión más excéntrica, el acabado greasy superará el efecto ‘wet hair’. Si no quieres volumen, siempre puedes moldear algunos mechones para enmarcar tu rostro. ‘It’, lo mires por donde lo mires.

Nos adentramos, para nuestra sorpresa, en la estación más colorida del 2022 con la vista puesta en un inicio de 2023 igualmente vibrante. Color, gemas brillantes, piel húmeda… Arrancan las tendencias de belleza otoño-invierno.

#Por los pelos

MELENAZAS NOVENTERAS

Sobre la pasarela, Sergio Hudson apostaba por las melenas ultravoluminosas y recogidos de inspiración noventera.

Comencemos tarareando ‘Here Comes the Hotstepper’, de Ini Kamoze, de la noventera ‘Prêt-à-Porter’ para meternos en situación. ¿Recuerdas aquellas melenazas con volumen, capas -probablemente un exceso de laca- y una fuerte inspiración en la década de los años 60? Pues sí, han vuelto. No es casualidad que los rulos hayan recuperado su popularidad o que las medias melenas de capas largas se apoderen de las cabelleras de las mujeres más influyentes del momento como Zendaya, Selena Gomez o Bella Hadid en su versión más larga.

Ahora que el ‘middle side’, que los centennials han convertido en el peinado más efectivo, es la norma, la experimentación con la inspiración de los años 90 continúa y la tendencia de los recogidos messy y las melenas con volumen XXL al estilo Pamela Anderson, Cindy Crawford o Claudia Schiffer se han apoderado de la pasarela.

En la propuesta de Hudson para la estación, también había lugar para peinados con estructura al estilo Dolly Parton.

Liberar uno o dos mechones a los lados del rostro, acompañándolos de un recogido que finge ser casual, pero en el que, en realidad, cada mechón está mullido y moldeado para conseguir la curvatura perfecta, marcaba los desfiles de Kim Shui o Sergio Hudson.

Pero no todo en los 90 eran melenones, también había un puesto de oro para los cabellos cortos, texturizados y moldeados como el pelo de la Sabrina de 1994. Lo veíamos en Saint Laurent, Jill Sander o Capasa Milano con cortes personalizados para que cada capa acentuara una facción del rostro. Desde el efecto mojado con el pelo peinado hacia atrás hasta el garçon pulido con secador y cepillo redondo de la ya icónica Louise de Chevigny desfilando para Chanel.

#Por los pelos

GREASY HAIR

La propuesta de Giambattista Valli para la temporada eran pieles y cabellos que brillasen con un acabado jugoso.

‘Greasy’, cuidado, que no ‘wet’. Durante las pasarelas otoño-invierno 2022-2023 resultaba imposible enumerar cuántos desfiles sacaban a relucir los cabellos pegados al cuero cabelludo y con mechones que se adherían sobre el rostro como empapados en sudor. No se trataba del regreso de los baby hairs al estilo folklore, sino de cabellos muy texturizados, cargados de producto, con la única finalidad de hacer que el cabello y el rostro parecieran haber sido embadurnados con el mismo mejunje.

La pasarela de Valentino repetía el concepto de ‘wet hair’ con un estilo más noventero. Altuzarra también combinaba piel húmeda con cabello greasy para un look más refrescante.

Mientras la fijación del cabello, la forma de peinarlo o la cantidad de producto aplicado variaban de uno a otro desfile, lo que no se alteraba era el contundente efecto que se lograba sobre el conjunto del look. Nos enfrentamos aquí a estilismos nada recargados en los que la piel se muestra prácticamente desnuda y apenas se requiere maquillaje. La sencillez del peinado no sobrecarga el look, al contrario, lo aligera y permite un mayor acento de las facciones.

Podría confundirse con el tradicional efecto mojado; sin embargo, aquí el cabello mantiene un plus de brillo y ni cuando se trata de peinados más trabajados busca un pulido pulcro, imita más la sensación de un pelo lleno de gel y sin el trazo preciso de un peine. Busca la naturalidad de un look realizado con las propias manos.

#Por los pelos

EXTRA DE VOLUMEN

La colección Pre-Fall Sportmax nos dejaba melenas cepilladas para ganar volumen y un frizz muy sutil.

Si las capas y los cardados de inspiración 90 han irrumpido con fuerza en las diferentes semanas de la moda, mención aparte merecen los melenones de volumen XXL. Cabellos lacios, crespos, ondulados… Da igual la textura del cabello, lo importante es que rezumen salud. Entran en el juego las coloraciones glossing y los tratamientos de hidratación que potencian el brillo del pelo.

Tanto en su colección otoño-invierno como en la crucero, Chanel apostaba por pulir las melenas, cuidando el volumen de la raíz para evitar apelmazamiento y prestando especial atención en el moldeado de las puntas, siempre curvadas hacia dentro para potenciar la esponjosidad. La sensación de volumen de la raíz se conseguía trasladar a lo largo de todo el cabello y se acentuaba con ayuda de pasadores a un lado del rostro.

Melenas abundantes, resplandecientes y en pro de la belleza natural llenaban de matices la colección de Misci. Alaïa apostaba por una melena con mucho volumen pero marcando las ondas de forma irregular.

En un momento de éxito de la raya central para conseguir un peinado más natural, Chanel no era la única firma que rompía con la tendencia y los desfiles de Misci y Alaïa ofrecían sendas melenas repletas de volumen, bien marcando la raya a un lado, bien echando el cabello hacia atrás y triplicando su ferocidad. Los cabellos texturizados y crespos también serán aliados del otoño, por otro lado, su escenario más habitual, como defendía la firma danesa Lovechild 1979, que recreaba el efecto del cabello al ondularse de forma natural a la altura de las orejas, encrespándose a lo largo de la melena.

#Accesoriza tu melena

LAZO NEGRO

Los lazos negros se han convertido en el accesorio capilar por excelencia en los desfiles de Chanel, tanto en la alta costura como en el prêt-à-porter.

Coronando una melena suelta, ocultando una goma de pelo, como cierre de un semirrecogido… Peinados con un lazo, todos ellos capaces de sublimar cualquier look y con un doble factor común: entran dentro de la clasificación de peinados fáciles y los hemos visto sobre las pasarelas de Chanel de los últimos años. Algo tan sencillo y elegante como un lazo negro puede rematar el peinado más fácil de realizar y cambiar su carácter.

El lazo negro se convertía en el accesorio para los semirrecogidos de la maison francesa.

De cara a la estación otoño-invierno, la maison francesa le daba una vuelta de tuerca y convertía al lazo negro en un accesorio para embellecer, si no en un tocado en sí mismo. Una inmensa lazada coronaba tanto las melenas cortas como las más largas, incluso se teñía de blanco para ser el tocado de la novia del desfile. Su traducción en el mundo de las tendencias pasa por rematar una melena suelta con una lazo en la parte alta de la cabeza -desoyendo todas las excusas de que un cabello corto no puede llevar diadema-, enrollar y enlazar la goma del pelo en una coleta o hacer las veces de diadema.

El regreso de la noventera cinta negra de licra que se ceñía al nacimiento del cabello se ha convertido en el look estrella de Bella Hadid cuando no está desfilando, pero también era el truco al que recurría Roksanda para que el moño terso en la nuca de sus modelos adquiriera un rollo más ‘casual’ y sporty, pero sin renunciar a un chic toque a lo Audrey en ‘Desayuno con diamantes’. De este modo, el rostro queda totalmente despejado e incluso se puede lograr cierta tensión efecto lifting facial.

#Accesoriza tu melena

Diademas ceñidas
y retro

Eudon Choi presentaba flequillos desfilados en los que la diadema de polipiel era el acento.

Pero en el terreno capilar no todo será inspiración noventera. Echando la vista aún más atrás, en una aspiracional regresión a la década de los años 60, nos encontramos la última tendencia que este otoño marcará la diferencia entre ir a la moda o vivir ajeno a la corriente. Las diademas han vuelto, pero ahora no hablamos de las estructurales diademas rígidas con las que Prada nos hizo ganar 3 o 4 centímetros de altura. Este otoño, la textura y el material del tocado son el quid de la cuestión.

La firma coreana reforzaba el contraste entre cabello y accesorio en su pasarela. En la Semana de la Alta Costura, Dior accesorizaba los moños con trenza de raíz incorporando unas finísimas diademas a modo casi de tiara.

De la ya mencionada cinta de nylon pasamos a las diademas de polipiel, trenzadas o de lazo, convirtiéndose en una forma de refrescar el cabello en un paso. En los desfiles de alta costura de Dior, un moño bajo con trenzas de raíz incorporaba una finísima diadema enrejada para sublimar el peinado y convertirlo de un estilismo boho chic a un elegante recogido de alta costura. La versión más ‘casual’ y apta para el día a día la encontrábamos por ejemplo en la apuesta de Eudon Choi que simplemente coronaba la melena bob con una diadema de colores neutros a juego con el outfit o el labial.

Exuberante, brillante y empapado de tendencias: ¡arranca el otoño beauty!

#FANTASÍA OCULAR

A todo color

Lejos quedan aquellos desfiles en los que las modelos lucían cabello y maquillajes neutros para no robar protagonismo a los diseños. Ahora el look beauty resulta una pieza más de la performance fashion. Al pink peacock de Valentino le debemos por ejemplo la normalización del rosa fucsia con sombras ‘color block’, intensas y enmarcando la mirada, color al que se sumaba Jill Anderson.

Charlotte Tilbury se encargaba de convertir el azul Capri del que se ha apoderado Christian Siriano en la sombra de ojos más chic, potente y naíf del otoño. Lejos de apagar la mirada o enfriarla, le aportaba candor, en parte gracias a su textura en crema, responsable de mantener la intensidad del color.

Un sutil delineado en amarillo de Indigo Soul. El indiscutible azul de Christian Siriano. El ‘pink peacock’ con el que Valentino domina la escena.

El amarillo también se ha convertido en un tono capaz de colarse en un maquillaje de ojos sin resultar excesivo ni llamativo; el truco está en cómo trabajarlo. El eyeliner será la forma más sencilla de introducir esta nota de color que ayuda a iluminar la mirada, siempre que el trazo sea fino y no quede ensombrecido por otro sombreado.

Continúa también este otoño la firme teoría de que el lagrimal es una zona esencial del ojo y que merece ya no solo su punto de luz, sino su preciso tratamiento cromático. Si Whitey Snyder creó la característica mirada de Marilyn Monroe extendiendo la sombra de ojos sobre el lagrimal, ahora el truco del viejo Hollywood da el salto al tecnicolor con la sombra amarilla vista en el desfile de Jason Wu.

#FANTASÍA OCULAR

OJOS ROCK

La propuesta de Aboud Jammal era un diseño geométrico en negro que dramatizaba la mirada y marcaba la cuenca del ojo.

No es que vuelvan los smokey eyes porque, en realidad, nunca se han ido, pero nos enfrentamos a un curioso momento en el que, aunque los maquillajes a base de piedras y las sombras de colores neón arrasen, también hay lugar para maquillajes clásicos del invierno como son los smokey eyes. Lo que ahora cambia es la forma de maquillarlos.

Combinando tendencias de maquillaje, en la pasarela de Jason Wu veíamos los nuevos smokey eyes con un acento amarillo en el lagrimal. Michael Kors optaba por un smokey eye tradicional.

Ya no veremos degradados ni transiciones. Por un lado están quienes prefieren enmarcar la mirada con el negro más intenso y mate, respetando la forma natural del ojo, pero por el otro nos encontramos una innovadora forma de aportar luz a la mirada, oscureciendo el lagrimal y la zona del acento, pero sin dejar de enmarcar el resto del ojo. Igual que ocurre con los puntos de corrector que realzan la mirada, al depositar sombra de ojos negra en el lagrimal e ir extendiéndola hacia el interior y hacer lo propio con el otro extremo, se crea el efecto de que los ojos están más juntos, además de transformar su forma y potenciar el dramatismo de la mirada.

Lo veíamos en los desfiles de Michael Kors o de Kristian Aadnevik, sin olvidar tampoco los ‘spanish eyes’ que protagonizaron la colección crucero de Dior en plena plaza de España de Sevilla. De este modo, y al contrario de las sombras opacas aplicadas de forma homogénea por todo el ojo, se consigue dotar a este de tridimensionalidad y ampliarlo, no restringirlo.

#FANTASÍA OCULAR

Mirada de hielo

Hablar de gemas, perlas o cualquier otra forma de strass facial como tendencia de maquillaje de 2022 no tendría sentido si no fuera porque la total normalización de estos adhesivos ha generado una explosión creativa latente en la pasarela.

Tanaka Daisuke, Antonio Grimaldi, Neriage y Dior.

Otoño e invierno, escenarios idóneos para los maquillajes fríos y las sombras de ojos metalizadas, se convierten ahora en la mejor excusa para experimentar con los looks fantasía. Iluminar el lagrimal con sombra de ojos plateada como única nota de color en el maquillaje consigue abrir y despejar el ojo, a la vez que arroja una gélida y sofisticada luz al rostro. Lo veíamos en las princesas de Daisuke Tanaka y de Dior.

Sin llegar a las sombras escarcha, la otra opción de aplicar este push de luz fría y chic a la mirada es a través de las aplicaciones. Primero se trataba de gemas pegadas a la piel a modo de pegatinas, pero ahora sobre la pasarela encontramos desde diminutos cristales pegados uno por uno para crear un auténtico mosaico hasta incrustaciones joya, más grandes y capaces de convertir el rostro en una auténtica obra de arte. La paciencia se convierte aquí en un ingrediente imprescindible.

#Maquillaje 'back to basics'

PIEL HÚMEDA

Igual que hacía con el cabello, la firma italiana Giambattista Valli ofrece una piel tan hidratada y jugosa que parece incluso glaseada.

Quizá la tendencia más repetida sobre la pasarela y en la que también coinciden las redes sociales y el street style sea la del poder de la piel jugosa en cualquier look de maquillaje. Embajadoras como Hailey Bieber dan un paso más y juegan con el brillo casi pegajoso para conseguir un acabado muy natural y saludable. En las semanas de la moda encontrábamos que esta tendencia daba un paso adelante y en su esfuerzo por recrear la sensación de un rostro mojado rozaba el brillo greasy, resultado de una intencionada combinación de aceites, prebases sticky y un sinfín de tratamientos hidratantes que también se extendían al cabello, como desmenuzaremos más adelante.

Para lograr una iluminación muy natural, Dior ofrecía en su alta costura pómulos colmados de un highlighter velado que mejoraba también su volumen. El mismo acabado natural y muy hidratado lo veíamos en las modelos de Altuzarra.

Se refuerza así la idea de que es más importante cuidar la piel que cubrirla. Para reforzar esa sensación, Altuzarra apostaba por combinar la piel jugosa con un rubor intenso, como si las modelos acabaran de echar una carrera, e incorporando sombras metalizadas con la intención de crear un efecto líquido. Todas las zonas del rostro son susceptibles de adquirir esa pátina greasy como veíamos en el desfile de Giambattista Valli, que sumaba un gloss ultrajugoso y un delineado en sticker de brillo irisado.

#Maquillaje 'back to basics'

EL NUEVO ROJO

El anaranjado color otoñal con el que se visten las copas de los árboles tiene su adaptación beauty sobre la pasarela en la nueva tonalidad de moda con la que maquillar los labios. Un rojo vibrante, casi rozando el rojo neón de la temporada 2020, mantiene esa base anaranjada con la que electrificar cualquier look.

La propuesta de Chiara Boni era quizá la más veraniega y cálida con un rojo cercano al coral.

En contraste con la piel del rostro, su tonalidad cálida logra el efecto de una superficie más bronceada y luminosa. Lo veíamos en el desfile de Schiaparelli, en donde los matices dorados característicos de la firma italiana no eran los únicos que hacían irradiar el rostro, el labial anaranjado resaltaba la luz de este sin caer en un look recargado. En la pasarela, Chiara Boni apostaba por un rojo de base acoralada, mientras que Sacai optaba por un rojo teja mate, más típico del otoño, sin olvidar la versión más hidratada del naranja crimson de Kronthaler Westwood.