"Básicos que siempre tengo en mi neceser", la directora de Belleza dixit
Hay ciertos productos que me han fidelizado con los años y que están en mi cajón del baño como fieles compañeros de vida. Algunos son estos
Me estoy tragando una serie de esas de no pensar, lo necesitaba... Después de cuatro horas de lloros compulsivos del insospechado dramón 'Desde cero', necesitaba algo que apartara las lágrimas de mí. No publico la foto del día después porque alucinaríais: ojos hinchados, rojos... Bueno, dejemos ese episodio lacrimal solo apto para las que necesiten limpiar los conductos.
Ahora he empezado a ver la típica: chica profesional que su vida está rodeada de guapos y de éxitos de todo tipo, que recorre la vida subida a unos tacones. Perfecto. La cuestión es que en una de las escenas en las que está superestresada, porque un examante casualmente ha llegado a su oficina a trabajar (sí, lo sé, de primero de series básicas, no os riais demasiado de mí), su mejor amiga del trabajo la coge de los hombros, le hace cerrar los ojos, chasca los dedos varias veces alrededor de su cabeza y le dice: "Si te digo relax, tú dices...". "Organizar". A lo que su amiga le dice: "A relax no puedes contestar organizar". Pero esos breves segundos de diálogo me hicieron sentir muy cerca del personaje, porque a mí organizar y ordenar mi casa me relaja.
Este martes me sucedió mientras ordenaba mi baño, me dio una paz coger los cajones y poner todo en su sitio... Ahí me di cuenta de la estrategia de esa mitad de cajón que me pertenece. En un divisor de Muji -me encantan esos de metacrilato pensados para mentes que buscan la paz en la simetría como yo-, tengo los productos de cosmética que uso ahora: mi limpiador, mi crema hidratante, la vitamina C, el protector solar, el retinol... Y en la estructura de al lado tengo esos básicos sin los que no puedo vivir y que he pensado que no te he contado y es el momento de descubrirte.
Uno de mis imprescindibles desde hace tiempo es un básico para todas: un bálsamo. El que repito constantemente desde que lo descubrí hace años es el Eight Hour Cream. Lleva más de nueve décadas siendo un éxito de ventas, y no es de extrañar, es uno de esos productos multiusos que hasta mis hijos y mi marido se han aficionado a él. Saben que cuando tienen los labios fatales, esta fórmula casi mágica lo resuelve todo con una sola aplicación. Se vende uno cada 30 segundos en el mundo y es que sus funciones son casi ilimitadas: suaviza las grietas, asperezas, irritaciones, rojeces, hidrata las zonas más secas y quemaduras. Pero además, ahora que vivimos en la era del glow, proporciona brillo a labios, mejillas y párpados, da forma a las cejas, suaviza cutículas e hidrata las puntas del cabello. No se le puede pedir más.
Hace años que descubrí las bondades de los aceites para todo, corporales, faciales... Sé que también para el pelo, pero esa variedad no es mi favorita. Así que hablemos de uno de mis básicos; en ocasiones solo quiero una sensación relajante, que hidrate, por supuesto, pero que me proporcione confort. Especialmente por la noche. Hace unos años descubrí los aceites esenciales gracias a una amiga experta en este tema, Eva Villar, y desde entonces los tengo de alguna forma en mi vida. Este Aceite Revitalizante Stimulskin Plus de Darphin se ha convertido en un básico por su función y su sensorialidad.
Otro básico para las épocas de estrés son las flores de Bach, el conocido como
Ir peinado es de limpio y ordenado, es una frase que no paro de repetir a mis hijos que no tienen una relación de amor con el cepillo de pelo. Cada mañana les acabo pasando el mío. No voy a decir de quién han heredado ese vicio, él ya lo sabe y mi suegra también. En mi cajón siempre elijo modelos que sean especialistas en desenredar y ahora llevo más de tres años usando este y debo reconocer que me encanta. Es de Beter (5,49 euros).
Las cremas multiusos son uno de mis productos fetiche. Otro descubrimiento que me apasiona y he contagiado a muchas amigas y familiares es la
Uno de los consejos con los que mi madre era superintensa era con la elección del desodorante. Ella utilizaba uno en crema de Lancaster desde los años 80, decía que ninguno como ese para su día a día. Yo debo reconocer que he sido de roll-on casi toda la vida. Y de hace un tiempo a esta parte, no sé si a modo homenaje o por añoranza, me he pasado a la fórmula en crema. He vuelto por ella hasta a las hombreras, así que esto no me parece ninguna locura. Pero la marca no la he respetado, probé uno de L'Occitane que me encantó y me ha fidelizado. Me encantan los aromas frescos como la bergamota y este que es de verbena lo recomiendo fervientemente.
¡Ay, las uñas! Esas grandes olvidadas. Veo pasar los años por ellas, y en ocasiones, sobre todo desde que empecé a usar esmaltes semipermanentes, las noto más quebradizas y estriadas, así que para mantenerlas sanas suelo pasarles un poco de fortalecedor de Mavala, una marca suiza que veo en casa de siempre y que también forma parte de mi fondo de armario en el área de quitaesmaltes. Aunque desde hace un tiempo me he vuelto fan de
Me estoy tragando una serie de esas de no pensar, lo necesitaba... Después de cuatro horas de lloros compulsivos del insospechado dramón 'Desde cero', necesitaba algo que apartara las lágrimas de mí. No publico la foto del día después porque alucinaríais: ojos hinchados, rojos... Bueno, dejemos ese episodio lacrimal solo apto para las que necesiten limpiar los conductos.