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Reese Witherspoon: el arte de no envejecer con medicina estética de calidad y buen gusto
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Reese Witherspoon: el arte de no envejecer con medicina estética de calidad y buen gusto

Llevamos décadas viendo a Reese Witherspoon delante de las cámaras, pero ese paso del tiempo parece no haber hecho mella en su rostro. Hablamos con un médico estético para descubrir a qué puede deberse

Foto: Reese Witherspoon, en la presentación de 'Something from Tiffany's' de Amazon Prime. (Getty/Amy Sussman)
Reese Witherspoon, en la presentación de 'Something from Tiffany's' de Amazon Prime. (Getty/Amy Sussman)

Jugar a encontrar las 7 diferencias entre una fotografía de Reese Witherspoon de 2001 y una de 2022 no es una tarea sencilla. Un sutil cambio en la forma de maquillarse puede resultar más fácil de identificar. Pero la realidad es que los cambios son tan pequeños que, si no fuera por algunas arruguillas que se forman en el contorno de los ojos cuando Reese sonríe, nadie podría precisar si han pasado 21 años o un pestañeo.

Ya no vale con haber seguido la carrera de la actriz estadounidense desde sus inicios o con conocer al dedillo todos los cosméticos y procedimientos estéticos más exclusivos para explicar cómo ha conseguido congelar el tiempo de tal modo que, a sus 46 años, no haya ni un signo de la edad en su rostro. Ante nuestra total falta de explicaciones, acudimos al médico estético Leo Cerrud para intentar arrojar luz sobre el no-envejecimiento de Reese Witherspoon.

placeholder Reese Witherspoon, en 2001 versus en 2022. (Getty/George De Sota - Cordon Press/Billy Bennight/AdMedia)
Reese Witherspoon, en 2001 versus en 2022. (Getty/George De Sota - Cordon Press/Billy Bennight/AdMedia)

En palabras del doctor, ante lo que nos enfrentamos al ver el actual rostro de la actriz es a un paso del tiempo sin que este se note en la piel, algo así como un efecto de no-envejecimiento. “Es el nuevo ‘envejecer con dignidad -explica Cerrud-, tener un batallón de médicos estéticos, cirujanos y dermatólogos con criterio que, con prudencia y buen hacer, consigan que una persona mantenga el mismo rostro durante más de 20 años sin que se note absolutamente nada, excepto quizás solo una serena madurez en la mirada, fruto de las miles de experiencias acumuladas con el paso de los años que ningún neuromodulador, relleno o hilo puede quitar jamás”.

placeholder Reese Witherspoon, en 2009. (Getty/Michael Buckner)
Reese Witherspoon, en 2009. (Getty/Michael Buckner)

Igual que el médico nos ha ayudado a ver qué rostros a los que estamos tan familiarizados como el de Julia Roberts sí tienen retoques, pero bien realizados y con mesura, también nos desgrana ahora algunas de las posibles explicaciones a esa sensación de piel que no envejece. Con el paso del tiempo, la piel pierde tersura, el tono se apaga y la hidratación también va a menos, de ahí que aparezcan pliegues y demás signos de la edad.

placeholder Reese Wiherspoon, en 2015. (Getty/Jason Merritt)
Reese Wiherspoon, en 2015. (Getty/Jason Merritt)

En el retrato de la actriz, esto no ha tenido lugar, “no hay arrugas en la frente, entrecejo y patas de gallo”, comienza a enumerar el doctor Leo Cerrud. “No hay falta de volumen en ninguno de los tercios faciales, no hay desplazamiento de tejidos, ni tampoco surcos o vectores faciales negativos. El tamaño de los labios es exactamente el mismo y la calidad y brillo de la piel se mantienen”. ¿Por qué ocurre esto en el rostro de Reese Witherspoon y no apreciamos el natural proceso de envejecimiento?

placeholder Reese Witherspoon, en 2022. (Cordon Press/Billy Bennight/AdMedia)
Reese Witherspoon, en 2022. (Cordon Press/Billy Bennight/AdMedia)

El primer apunte que salta a la vista, según el criterio médico estético de Cerrud, es el uso de la toxina botulínica, a la que a partir de ahora deberemos referirnos como neuromodulador. El doctor señala su uso en tres zonas: frente, patas de gallo y entrecejo. Para conseguir mantener el volumen en otras áreas, también entran en el juego inyectables habituales en la medicina estética: “Rellenos faciales de todo tipo como ácido hialurónico e inductores de colágeno, por supuesto, y me atrevo a asegurar que tiene acceso a las mejores cremas y tratamientos cosméticos del mercado”, apunta el experto.

Foto: Reese Witherspoon en la fiesta post-Oscar de 'Vanity Fair'. (EFE)

Este sería el detallado arsenal de tratamientos médico-estéticos utilizado por la actriz, pero el impoluto rostro de Reese no queda ahí, ya que la total impasividad ante el paso del tiempo necesita algo más de ayuda externa.

“Tampoco se puede conservar el óvalo facial durante 20 años de esa manera tan intacta sin algún tipo de intervención quirúrgica, como un 'minilifting', pero está tan bien hecho que no se nota nada”, precisa el médico, que también nos llama la atención sobre un efecto que el paso de los años sí ha ejercido en el rostro de la actriz: “Puede que tenga la cara un poco más ancha que cuando era joven, pero normal, todos nos ensanchamos, aunque hasta eso le queda bien y le mejora la proporción facial un poco aniñada de los primeros años -o sea que encima está mejor que antes-, lo cual nos demuestra que se puede perfectamente utilizar la medicina y la cirugía estética sin parecer un monstruo o acabar deformada. Esto es medicina estética de calidad, con buen gusto, discreción, constancia, cronología y disciplina. Así, sí se puede”, concluye con rotundidad el doctor Leo Cerrud. Parece imposible no caer en las comparaciones y mencionar el ya deformado rostro de Madonna, más cercana a la ‘mujer gato’ que a la reina del pop.

“Reese Witherspoon ha pasado de niña a mujer sin grandes cambios. Y eso solo se puede conseguir utilizando todo el arsenal de tratamientos médico-estéticos, quirúrgicos y cosméticos al alcance de una de las actrices y productoras de Hollywood más conocidas y mejor pagadas”, remata.

Jugar a encontrar las 7 diferencias entre una fotografía de Reese Witherspoon de 2001 y una de 2022 no es una tarea sencilla. Un sutil cambio en la forma de maquillarse puede resultar más fácil de identificar. Pero la realidad es que los cambios son tan pequeños que, si no fuera por algunas arruguillas que se forman en el contorno de los ojos cuando Reese sonríe, nadie podría precisar si han pasado 21 años o un pestañeo.

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