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Más rápido y menos agresivo: ¿qué es el 'wet balayage' y qué puede hacer por la coloración de tu melena?
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Más rápido y menos agresivo: ¿qué es el 'wet balayage' y qué puede hacer por la coloración de tu melena?

El nombre de esta técnica de coloración es tan solo una de las pistas de su éxito. Sobre el cabello mojado, el color se extiende a mano para conseguir un acabado muy natural

Foto: La influencer Tamara Kalinic lleva un balayage muy sutil, que puede haberse realizado con la técnica del wet balayage. (Imaxtree)
La influencer Tamara Kalinic lleva un balayage muy sutil, que puede haberse realizado con la técnica del wet balayage. (Imaxtree)

Nuestro diccionario de las técnicas de coloración se amplía un poco más gracias a una variante del balayage, especialmente recomendada para cabellos vírgenes o que busquen un cambio no demasiado drástico.

Algo tan sencillo como aplicar el color directamente a mano alzada y sobre el cabello húmedo, una práctica con muchos años de recorrido y muchos adeptos a sus espaldas, ofrece resultados muy naturales que se han vuelto a poner de moda, de tal modo que el wet balayage parece estar retando al balayage en seco en los salones de peluquería.

La forma de iluminar y aclarar el cabello que el balayage tradicional consigue ha contribuido a que sea la técnica más demandada, frente a modas pasajeras como las mechas 'babylights', las californianas o el tigereye. Sin embargo, a pesar de crear melenas con un color muy potente, entre los hándicaps del balayage en seco encontramos transiciones de color muy marcadas -cayendo en algunas ocasiones en mechas 'chunky'- y un mantenimiento exigente, con visitas agendadas al peluquero.

Foto: El champú en seco es uno de los grandes aliados de los cabellos grasos. (Imaxtree)

Estos problemas quedan resueltos con el wet balayage, que además cuenta con otro superpunto a favor: acelera el proceso de coloración notablemente, haciendo que no solo se puedan espaciar las visitas a la peluquería, sino que estas sean más cortas.

En qué consiste el wet balayage

Como su nombre nos chiva nada más oírlo, se trata de un balayage que se realiza sobre el cabello húmedo. Aunque algunos coloristas prefieren humedecer el cabello con un spray neutralizador de los metales como el Metal Detox de L’Oréal para ir más rápido y retirar los que queden en el cabello como consecuencia de la polución o residuos del agua u otros tratamientos, la forma más extendida de realizar un wet balayage es tras haber lavado el cabello y haberlo secado con una toalla; es decir, no debe estar mojado sino húmedo.

A continuación, el cabello se secciona y se aplica el color elegido -siempre moviéndonos entre tonos muy cercanos al color de base pero más claros- a mano alzada y respetando siempre las raíces, dejando alrededor de un palmo de distancia. Tras depositar el color, se extiende por el mechón con los dedos, primero hacia las puntas hasta que queden perfectamente impregnadas y después de forma ascendente, para conseguir que el trazo se pierda.

Al mantener esa distancia tan holgada con las raíces, la coloración, además de resultar más natural -el cabello acalarado se funde con el color base-, permite que no haya que estar retocando cada pocas semanas porque con el wet balayage desaparece el efecto raíz.

El hecho de aplicar la coloración sobre el cabello mojado resulta también menos agresivo para la fibra capilar. “Cuando humedeces el cabello con agua, los enlaces de sal e hidrógeno comienzan a romperse, lo que permite que el aclarador se actúe más rápido y sin problemas”, explicaba el estilista J. Ladner en la web especializada Hair.com. Si estás habituada a acudir a la peluquería a hacerte cualquier tipo de coloración, sabrás lo que es pasar varias horas, un margen temporal que se puede ampliar por factores como la utilización de más de un color, la cantidad de pelo que tengas o la técnica elegida -un tinte o un baño de color son rápidos, pero en el mundo de las mechas, el tiempo se dilata-.

En el wet balayage, el primer paso es lavar el cabello y retirar la humedad para ponernos manos a la obra en un proceso de mechas a mano que no requieren de la acción del papel de plata. Los mechones se pueden separar con papel film o dejarse al aire. Tras el tiempo de actuación, el cabello se aclara y limpia de la forma tradicional.

Muchos coloristas finalizan el trabajo con un glossing en el lavacabezas para matizar el color y lograr ese acabado tan natural, pero otros prefieren combinar el wet balayage con un root melting para que las raíces queden perfectamente incluidas en la coloración de la melena, intensificándolas. En este caso, con lavar y aclarar ya estaría todo terminado.

¿Cómo se cuida un wet balayage?

Si tenemos en cuenta que tanto el color elegido para aclarar el cabello como el espacio de las raíces hacen que el retoque en la peluquería se pueda retrasar, el trabajo en casa resulta fundamental para mantener la coloración vibrante.

La recomendación de los profesionales siempre es realizar tratamientos de glossing desde casa. Entran en el juego los acondicionadores y las mascarillas con pigmentos para mantener el matiz de la coloración.

Nuestro diccionario de las técnicas de coloración se amplía un poco más gracias a una variante del balayage, especialmente recomendada para cabellos vírgenes o que busquen un cambio no demasiado drástico.

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