Los ojos son el espejo del alma. Y si este es uno de los dichos más populares de nuestra cultura, será por algo. Nuestra mirada es capaz de transmitir, mejor que ninguna parte del cuerpo, cualquier emoción. Incluso casi podría decirse que tiene un lenguaje propio. Cuando miramos a alguien a los ojos podemos comunicar cosas sin que las palabras tengan que salir de nuestra boca.
Pero claro, tanta emoción, gestos, expresiones y vivencias van pasando factura en la delicada piel del contorno de los ojos. Pero, ¿por qué esta piel es tan delicada? Se debe a una combinación de factores. El primero de ellos es que esta zona es más fina que la piel de otras zonas del rostro, tampoco contiene tantos folículos pilosos, glándulas sebáceas ni fibras de colágeno y elastina. Además, está sometida a una constante tensión muscular, ya que llegamos a parpadear hasta 10.000 veces al día.
Todo esto, sumado a los factores ambientales, provoca que esta piel sea mucho más seca y permeable; lo que lleva, inevitablemente, a la aparición temprana de líneas de expresión y arrugas. Pero también aparecen otros problemas, como hinchazón, ojeras o bolsas, derivados de una mala circulación, cansancio o dietas poco saludables.
Motivos más que suficientes para prestarle una especial atención y cuidados, ¿verdad? La solución, además de llevar una vida sana y dormir lo suficiente, pasa por utilizar una crema específica para esta zona, formulada para cubrir y solucionar todos estos problemas.
Puede que estés pensando que una piel de 30, una de 40 y una de 50 años no tengan las mismas necesidades. Es así, pero hemos encontrado una rutina capaz de adaptarse a todas. Se trata de
la gama de retinol de Elizabeth Arden, compuesta por el sérum Retinol Ceramide Capsules y el
tratamiento de noche para contorno de ojos alisador de arrugas.
Y para comprobar su eficacia hemos hablado con tres mujeres para que te lo cuenten de primera mano.