Esta es la razón por la que tu manicura no dura más en invierno

Hay algo en el aire frío del invierno que es el enemigo público número para muchos temas relacionados con la belleza. Notamos cómo nuestra piel se seca, el cabello anda encrespado y reseco oculto bajo las fibras de lana de las bufandas, que aunque creamos que lo protegen, todo lo contrario, provocan deshidratación de las cutículas. Pero hemos descubierto otro damnificado de este frío polar que hemos sufrido... Si te has ido a hacer las uñas, seguro que has comprobado de lo que te estamos hablando, y es que las bajas temperaturas se ceban especialmente con los esmaltes.

¿Por qué el clima frío es duro para tus manos y uñas?

No sabemos si a ti te pasa, pero la realidad en las oficinas actuales durante el invierno es la siguiente: por la mañana, especialmente los lunes, se sufre un frío atroz y a las cuatro de la tarde nos quitamos todas las capas y pasamos calor, ahí entra en juego el aire acondicionado, sí, en febrero. Estas oscilaciones térmicas producen que nuestra piel, pelo y nuestras uñas se alteren. Consecuencia: uñas astilladas.

Los expertos de Vichy nos hablan de ello: "El incremento de temperatura de la piel se relaciona con la exposición a radiación IR (infrarroja), que en nuestro organismo se transforma en calor, o una exposición directa a fuentes de calor que incrementan la temperatura y dan lugar a cambios en la piel que generan una aceleración del envejecimiento denominado 'envejecimiento térmico' y el frío se relaciona con una menor síntesis de lípidos, lo que genera una mayor pérdida de agua y una alteración de la función barrera. Como resultado, la piel se vuelve más seca y puede presentar tirantez, picor, rugosidad e incluso rojeces. La tormenta perfecta para que el esmalte de las uñas se expanda y se contraiga, y es este flujo lo que hace que el esmalte se levante, se separe y se astille. Debido a esto, las uñas también tienden a ser más quebradizas y propensas a romperse y pelarse en el invierno, lo que hace que no mantengan tu manicura como en otros momentos".

Además, los últimos años expuestos a los higienizantes y al lavado de manos permanente han hecho que nuestras uñas estén permanentemente sometidas a químicos y a agua, ambos enemigos íntimos de los esmaltes.

Cómo proteger tus uñas del frío

Entonces, ¿cómo puedes hacer que tu manicura dure tanto en invierno como en otras estaciones? Hay muchas formas de luchar contra los elementos. Comienza pensando por encima del color en que por salud necesitas unas uñas fuertes, y a nivel estético, suaves y uniformes para que el esmalte se aplique sin problemas. Andrea Serrano, directora del centro Mangata en Madrid, nos recomienda "visitar a un dermatólogo que dictamine un diagnóstico preciso, pero también que las uñas estén cortas y usar guantes al tratar sustancias agresivas. En realidad, son varias las cosas que podemos hacer por nuestras uñas para que no se rompan con tanta facilidad, como usar fortalecedores y bases de calcio o acudir a un centro donde las cuiden y sanen gracias por ejemplo a las manicuras y pedicuras spa, donde se ablanda toda la piel de alrededor y así se limpian mejor tanto las durezas como las cutículas”.

Tener a punto tus herramientas también ayuda, revisa tu lima. Intenta utilizar siempre una de vidrio, mejor que una lima de papel o cartón, porque si bien las limas de cartón son económicas, pueden causar grietas microscópicas en la punta de la uña, lo que puede provocar que se pele y se agriete. Estas aberturas eventualmente harán que el esmalte no se adhiera igual.

Monique Aguilar, manicurista oficial de ORLY, apunta a que en ocasiones no compramos esmaltes de calidad y esto es fundamental. Y también recomienda un proceso de mimo que consiste en "pulir con cuidado las uñas, hidratar las cutículas con un buen aceite (habitualmente). Una base que evite que el esmalte salte y un buen top coat que fije el color”.

¿Ayudan los fortalecedores?

En cambio, si se desea nutrir las uñas, se recomienda usar productos ricos en ingredientes como el aceite de girasol o el aceite de nuez de Brasil, que, según los expertos consultados, han demostrado aumentar la flexibilidad de las uñas y pueden ayudar a combatir la fragilidad. Idealmente, deberás masajearlos en sus cutículas varias veces al día, después de cada lavado es lo ideal. Maribí Arnedo, responsable en España de Bio Sculpture, aconseja masajear regularmente las cutículas y uñas: “Siempre con movimientos circulares para que estas crezcan de una manera sana y fuerte, y acudir de vez en cuando a que nos hagan envolturas hidratantes y nutritivas de manos y pies, sin olvidar que podemos hacer mucho más si llenamos la nevera con grasas buenas como las que nos aportan el salmón, las nueces o los aguacates, la vitamina A de los huevos, zanahorias o acelgas y, cómo no, el calcio de la leche, el brócoli, las espinacas o las almendras”.

¿Y si exfolias tus uñas?

Si has probado todo lo anterior, es posible que desees probar la exfoliación de uñas que hemos visto en algunos tutoriales de TikTok (básicamente, cómo podría hacer una exfoliación química para la piel para eliminar las capas superficiales de células muertas). Un ingrediente que tus uñas absorberán es el ácido glicólico. Los estudios han demostrado que es un excelente ayudante para rejuvenecer las uñas quebradizas. También se considera un humectante, lo que significa que es bueno para retener la humedad. “Al eliminar las capas dañadas de onicocito superficial (esencialmente, las células de las uñas que controlan el crecimiento), puede permitir la absorción de los ingredientes que ayudan a hidratar y fortalecer la uña”, explica la experta, como los aceites humectantes para cutículas y las lociones para manos. De esa manera, es más probable que cualquier esmalte de uñas que apliques en la parte superior permanezca intacto.