Ashley Graham y su paso secreto entre la vitamina C y el protector solar para lucir superpiel

La honestidad es quizá la cualidad más magnética de Ashley Graham. La modelo es una de esas estrellas capaces de hablar de temas tan poco habituales en las redes sociales como la caída del cabello tras el parto o lo complicado que resulta conciliar cuando tienes 3 hijos de menos de 3 años, así que cuando se pone delante de una cámara con el firme propósito de compartir cuál es su rutina de cuidado de la piel diaria, solo se puede esperar una cosa: la verdad.

En tan solo 5 minutos, Ashley es capaz no solo de arreglarse y salir de paso, sino también de conseguir su característico tono de piel bronceado a la par que luminoso, y todo ello sin maquillaje y con tan solo 3 productos. Durante un tutorial que la modelo daba a la edición británica de 'Elle'.

La modelo no renuncia a ninguno de los pasos ineludibles del cuidado de la piel. En su rutina hay limpieza, hay vitamina C y hay protección solar. Parte de su secreto es elegir de forma adecuada cada cosmético y aplicarlo dándole su necesario tiempo de actuación; sin embargo, lo verdaderamente revolucionario de sus rápidos pasos es la introducción del autobronceador.

El trío diario del bronceado natural

En el imaginario colectivo, los productos para acelerar el bronceado o colorear la piel parecen tan solo reservados al cuidado corporal, como si añadir unas gotitas de bronceador en la piel fueran un riesgo que parcheara el rostro. El truco de la modelo está en convertir al Self Tan Luxe de ST. Tropez en uno de los pasos de su rutina diaria. Al tratarse de un autobronceador gradual, su efecto es más progresivo. Su textura fluida permite que se pueda combinar con la crema diaria o aplicarse directamente sobre la piel, gracias también a su rápida absorción.

El truco de Graham es aplicarlo sobre la piel, previamente tratada con un sérum. Sin embargo, para mantener los signos de la edad a raya, prevenir la aparición de manchas y potenciar la luminosidad de la piel, el sérum que aplica previamente es uno con una potente carga de vitamina C, el archiconocido Ferulic C Serum de Skinceuticals. Con un 15% de vitamina C pura, entre sus particularidades está que su efecto dura hasta 48 horas, pero es la sensación inmediata que se aprecia sobre la piel nada más aplicarlo, llenándola de luminosidad, su mejor carta de presentación. Durante su uso prolongado, ayuda a atenuar la apariencia de arrugas y líneas de expresión y mejora la firmeza.

El sérum de vitamina C de Ashley

Este tratamiento antioxidante que el sérum de vitamina C ejerce sobre la piel es fundamental para el rostro de Ashley Graham, y por ello refuerza su acción con las gotas bronceadoras Self Tan Luxe de ST. Tropez que también tienen vitamina C, además ácido hialurónico y niacinamida, para actuar como un refuerzo de la hidratación y la luminosidad de la piel.

Para que el bronceado sea gradual y natural, la modelo explica que la cantidad de producto es fundamental. En su caso, Ashley solo utiliza dos gotas de sérum bronceador, consiguiendo así un tono muy natural. En el caso de querer un efecto más bronceado, se puede subir a 4 gotas, y si la idea es lograr una piel visiblemente más morena, se pueden aplicar 6, pero no exceder esa cantidad.

Las gotas bronceadoras mágicas

Hasta aquí quedaría explicado el tono uniforme y siempre besado por el sol de la modelo, pero, demostrando su conocimiento del cuidado de la piel, el paso final e ineludible es el protector solar. Por supuesto, no vale cualquiera y recurre a otro de los bestsellers más populares entre las celebrities, Unseen Sunscreen SPF40 de Supergoop. Se trata de un protector solar de amplio espectro pero muy ligero, que deja la piel con un halo de luz muy natural, por lo que muchas estrellas no solo lo usan a diario, sino que ni siquiera lo cubren con maquillaje. Protege también de la luz azul y no deja la clásica sensación grasa sobre la piel, aunque sí la luminosidad.

El protector solar de celebs

Mucha gente podría pensar que, tras el uso de la vitamina C y del autobronceador, bastaría con extender un poco de crema hidratante y se podría esquivar la protección solar, un error garrafal del que la modelo advierte. Aprovechando las propiedades hidratantes de los cosméticos previos (sérum y bronceador), simplifica la rutina y se salta la hidratante, pasando a una protección solar alta que refuerce la hidratación. Este sería el paso final para sellar la rutina y poder incorporar o no maquillaje. Todo depende siempre del tiempo que sus hijos le dejen.

La prevención final de la modelo, para conseguir no solo un rostro de bronceado uniforme, sino también tratado y protegido por completo, es prestar especial atención a los límites faciales. Como explicaba, mientras esparcía las gotas bronceadoras por su frente, la línea del pelo es la gran olvidada no solo cuando nos maquillamos, sino también cuando aplicamos un autobronceador. Para evitar ir por la calle con una línea blanca en la raíz del pelo, su truco es extender el bronceador, sin miedo, incluso en el nacimiento del cabello. "Como la fórmula no engrasa, no se ensucia", apuntaba. Detalles tan pequeños como este son la diferencia entre el error y el éxito.

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