Base de maquillaje vs. corrector: cuándo y cómo usar cada uno de ellos
Te contamos cómo, dónde y en qué momento aplicar base de maquillaje o corrector para que tu makeup quede muy pro
Basta con navegar un poquito por las redes sociales para ver los maquillajes más elaborados del mundo; esos para los que es casi necesario pedir un crédito en el banco y así poder comprar todos los productos que son imprescindibles para recrearlos. Después, te cruzas paseando con personas cuyo rostro no se ha acercado a una brocha de maquillaje en su vida. Pero entre ambos extremos está un punto medio en el que un toquecito de maquillaje es perfecto para disimular ojeras o pequeñas imperfecciones, o aportar un extra de buena cara en tan solo cinco minutos. Y es en ese momento cuando surge la duda: usar base de maquillaje o corrector, o incluso recurrir a ambos.
Muchos son los que alaban las bondades del corrector, pero no tanto las de la base, y viceversa, aunque los profesionales del sector saben que hay diferencia entre los beneficios individuales de cada uno de ellos dos. Ambos son productos que pueden funcionar tanto por separado como juntos, siempre y cuando se elija la opción correcta y se apliquen de la manera adecuada para que el resultado sea lo más natural posible. “Por regla general, la función de una base de maquillaje es embellecer la piel y unificar el color y suelen tener una cobertura más ligera, mientras que los correctores tienen más concentración de pigmento y, por lo tanto, más cobertura y van a aplicarse con mesura allí donde sea necesario”, adelanta Myriam Artiles, directora de formación de NARS en España.
Todo sobre la base
Aunque a priori parezca algo sencillo, dar con la base de maquillaje inmejorable requiere su tiempo. No solo hay que encontrar el tono perfecto, que se funda a la perfección con nuestro color de piel, sino que también es necesario optar por una fórmula que se adapte a nuestras necesidades cutáneas, así como una textura que nos guste. La propia Artiles descubre todo lo que hay que saber y hacer en torno a ella:
El tono adecuado. Haz varias pruebas con tonos diferentes en distintas partes de rostro, cuello y escote para descubrir cuál de ellos se adapta bien a todas las variantes de color que podemos tener en las diferentes áreas cutáneas.
La fórmula correcta. Esta depende más del tipo de piel. Si casi no presenta imperfecciones pero está más deshidratada, te gustarán las texturas fluidas, muy hidratantes y con acabados luminosos; mientras que si es mixta o grasa y con más imperfecciones, las opciones más cremosas y cubrientes, e incluso las texturas en polvo por su habilidad de absorción de aceites, te encantarán.
Cómo aplicarla. Utiliza solo la cantidad mínima y difumínala bien para que el maquillaje sea una extensión de tu propia piel y no la enmascare. Para las bases más densas y para las que requieren de más cobertura, las brochas son la mejor opción; las esponjas van bien para rebajar cobertura y refrescar los fondos de maquillaje y crear algo más de transparencia, y para conseguir la máxima naturalidad y controlar mejor la cantidad de producto, trabajar con las yemas de los dedos es nuestra mejor baza.
Todo sobre el corrector
A priori parece más fácil el hecho de encontrar el corrector milagroso, pero en este caso también hay que tener en cuenta tanto el color de nuestra piel como las imperfecciones que se quieran cubrir (no es lo mismo una ojera que una mancha provocada por el exceso de sol) o el tipo de piel. Nerina Freán, National Makeup Artist de Givenchy Beauty, comparte sus mejores trucos para sacarle el máximo partido:
El tono adecuado. Para que el resultado sea natural e imperceptible, este debe coincidir con el tono de piel. Pero si un día quieres aportarle más luminosidad a la mirada, puedes optar por un corrector un punto más claro, pero no más. Y si lo que buscas es jugar con volúmenes y esculpir tu rostro un poquito, puedes aplicarte un corrector que sea un punto más oscuro debajo de los pómulos o en los contornos del rostro. Si tienes ojeras muy profundas, el color melocotón será tu mejor aliado. Si necesitas cubrir manchas, aplica de manera localizada un tono azul y luego cúbrelo con base o con un corrector del mismo tono que tu piel. Y si lo que deseas es suavizar rojeces de mejillas y nariz, el color verde es el indicado para ello.
La fórmula correcta. A pesar de que las hay líquidas, en stick o cremosas, las primeras suelen funcionan muy bien con cualquier tipo de piel. Además, aportan hidratación y son muy fáciles de aplicar.
Cómo aplicarlo. La mejor forma es extenderlo con brocha o con esponja, dando suaves golpecitos para que se funda de maravilla con tu piel. Esta técnica no solo te ayudará a obtener un acabado natural e imperceptible, sino que también te permitirá modularlo y tener mayor control sobre la cantidad de producto aplicado.
¿Cuál de los dos se aplica primero?
Evidentemente, ambos productos se pueden usar en el mismo look. “Si tu mood del día te inspira para un full makeup, usa la base de maquillaje en todo el rostro. Si te apetece algo más relajado o dispones de poco tiempo para maquillarte, lo mejor es optar por un corrector del mismo tono de tu piel y realizar microcorrecciones solo en las zonas de tu rostro que lo necesiten”, sugiere la experta de Givenchy. Así que si has decidido optar por este dúo, tú misma observarás qué orden de aplicación le sienta mejor a tu piel, ya que los maquilladores no se suelen poner de acuerdo en esto, pues cada uno de ellos tiene su propia técnica de trabajo.
“El orden depende de las correcciones que queramos hacer o incluso de las texturas que vayamos a aplicar antes o después, se podría intercambiar la posición de ambos”, afirma la directora de formación de NARS en España, quien continúa aconsejando “aplicar primero el fondo de maquillaje y observar si con la cobertura de este es suficiente, y en caso de no ser así compensar con corrector, solo donde sea necesario, para que no haya sobrecargada de producto. Freán, en cambio, es de las que prefieren “comenzar aplicando el corrector de color, luego la base y finalizar con el corrector beige que permite iluminar y así lograr una piel perfecta”.
Tus aliados
Basta con navegar un poquito por las redes sociales para ver los maquillajes más elaborados del mundo; esos para los que es casi necesario pedir un crédito en el banco y así poder comprar todos los productos que son imprescindibles para recrearlos. Después, te cruzas paseando con personas cuyo rostro no se ha acercado a una brocha de maquillaje en su vida. Pero entre ambos extremos está un punto medio en el que un toquecito de maquillaje es perfecto para disimular ojeras o pequeñas imperfecciones, o aportar un extra de buena cara en tan solo cinco minutos. Y es en ese momento cuando surge la duda: usar base de maquillaje o corrector, o incluso recurrir a ambos.