Cuando trabajas en el mundo de la belleza, sucede algo muy similar al del familiar, médico o interiorista: siempre hay preguntas al respecto. Como periodista de belleza, en cada cena, comida o encuentro con amigas siempre hay una parte de la conversación dedicada a las recomendaciones. Eso me sucede a menudo, pero te quiero hablar de una noche en concreto.
Para ponerte un poco en situación: tengo 44 años, vivo en Madrid, estoy casada y tengo dos hijos. Mis jornadas de trabajo son maratonianas y tengo unos picos de trabajo y estrés que suelen coincidir con dos momentos del año: septiembre y octubre, la vuelta al cole, y el inicio de año, enero y febrero. Se suceden las pasarelas, las galas y todo tipo de eventos que hacen que mi piel sufra los estragos de la falta de sueño y de los nervios propios de esas épocas. Tras unas semanas de mucha actividad y poco tiempo para mí misma, me di cuenta de que me notaba la piel en peor estado, incluso más envejecida. Como me sucede varias veces al año, ya tengo mis recursos a los que recurro para darle un plus de hidratación a mi piel. Mi indispensable es, sin duda, el sérum de ácido hialurónico de Elizabeth Arden. Elizabeth Arden es una marca de confianza, de esas que he visto en mi casa siempre, pero sobre todo porque es eficiente. Cuando los niños tienen la nariz o los labios muy secos por los resfriados, recurro a su Eight Hour Cream, que está siempre en nuestro botiquín.