El tono exacto de la barra de labios roja de Salma Hayek que favorece a las pieles morenas

El hecho de que Charlotte Tilbury le haya puesto a una de sus barras de labios su nombre, inspirándose tanto en su tono natural como en la forma en la que los maquilla, podría llevar a pensar que ese es el labial favorito de Salma Hayek. Sin embargo, Secret Salma, el tono rosa terroso que la maquilladora británica creó para la actriz, no es el responsable de sus últimos y potentes maquillajes.

Una de las máximas en los looks de la actriz mexicana es apostar por un maquillaje de ojos muy potente que realce aún más su forma, lo que convierte a la barra de labios en un mero accesorio. Hidratación y un tono de base nude, que puede tender al coral o al rosa según el estilismo y el evento al que asista, son las cualidades de sus labiales de confianza. No encontrábamos, por tanto, más atrevimientos en sus maquillajes, hasta los últimos meses.

Ni burdeos ni ciruela, un intenso rojo consigue ilumina la tez morena de Salma Hayek, un truco que la mexicana viene repitiendo desde la antesala de los Oscar. Aunque no es la primera vez que Salma se planta un potente labial rojo, el efecto que la tonalidad tiene sobre el resto de sus facciones resulta tan favorecedor que la mexicana ha comenzado a alternarlo con sus labiales habituales.

Las dos barras de labios de Salma Hayek

La primera vez que asistimos al sublimador poder de la barra de labios roja en el look de Salma Hayek el crédito del maquillaje era para Sofia Tilbury, sobrina de Charlotte. El labial detrás del sofisticado look era el Limitless Lucky Lipstick en el color Red Wishes de Charlotte Tilbury. El tono, descrito por las maquilladoras como un rojo amapola, tiene una cobertura modulable que gana intensidad con el ‘capa sobre capa’ y deja la piel con un acabado mate, muy similar al del pétalo de una flor.

El rojo de Salma

El truco para conseguir que la misma tonalidad rojiza reverberara en las mejillas de la mexicana estaba en la combinación del bronceador junto al rubor en crema. Este último era el jugoso Blush Wand, pero en su versión mate y en un tono entre nude, tierra y rosa con el que se conseguía ese efecto de mejillas ruborizadas de una forma intensa pero muy natural.

Un maquillaje de ojos menos recargado y que tan solo rasgara la mirada permitía que los labios rojos mate fueran el centro del look, manteniendo una intensidad muy potente, pero sin que el maquillaje resultara sobrecargado. Pero más allá del maquillaje monocromático, la tonalidad ‘amapola de la barra de labios’, un rojo ligeramente anaranjado, es la responsable de sublimar los matices de la piel morena de Salma Hayek.

Tras el éxito del look, Salma repetía la fórmula de maquillaje luminoso y labios rojos inmediatamente después, pero cambiando maquillador y productos. Patrick Ta, maquillador de estrellas como Penélope Cruz, Adriana Lima, Camila Cabello o Gigi Hadid, apostaba también por el labial rojo pero para dar con el tono deseado superponía dos tonos. Como base, primero extendía el colorete cremoso de la paleta She’s Blushing y encima aplicaba el labial rojo That’s Why She’s Late, ambos productos de su marca, Patrick Ta.

De este modo, el maquillador creaba una textura más densa, logrando un rojo de larga duración. Para replicar el tono ruborizado sobre las mejillas, el mismo rubor She’s Blushing se extendía por las mejillas aprovechando su textura cremosa para lograr un acabado más natural. El color rojo, en esta ocasión con una base más rosa que la anterior barra de labios, le daba al rostro una mayor luminosidad, con un notable efecto rejuvenecedor.

De nuevo, para no recargar el maquillaje con unos ojos muy maquillados, el truco de Patrick Ta estaba en trabajar en las pestañas. De entrada, se realizaba un delineado con el que oscurecer la raíz y sobre el que poder aplicar las pestañas postizas de una forma más discreta. La máscara de pestañas ayudaba a que las pestañas naturales y las postizas se entremezclaran y el efecto fuera el de uno ojo muy abierto y con unas inmensas pestañas.

Ambos looks coinciden en el efecto sublimador que puede ejercer el tono adecuado de rojo. Mientras una barra de labios más fucsia habría recargado el maquillaje, una burdeos había contribuido a crear un maquillaje más serio. El rojo anaranjado potencia el tono bronceado de la piel y el rojo ligeramente rosado ilumina y refresca el rostro.

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