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No aclarar el agua micelar, aplicar el producto en la palma y otros errores beauty que cometes
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TRUCOS DE BELLEZA

No aclarar el agua micelar, aplicar el producto en la palma y otros errores beauty que cometes

Utilizar un sinfín de cremas, dejar de retirar el agua micelar, aplicar el producto en la palma de las manos o abusar de las manicuras permanentes

Foto: Además de desmaquillar el rostro con los productos indicados para retirar toda la suciedad e impurezas, gestos como un correcto aclarado condicionan la salud de la piel. (Launchmetrics Spotlight)
Además de desmaquillar el rostro con los productos indicados para retirar toda la suciedad e impurezas, gestos como un correcto aclarado condicionan la salud de la piel. (Launchmetrics Spotlight)

Utilizar un sinfín de cremas, dejar de retirar el agua micelar, aplicar el producto en la palma de las manos o abusar de las manicuras permanentes son boicots estéticos que deberíamos evitar. Y te contamos por qué.

Puede que creas conocer cada truco de belleza y lo practiques a rajatabla. Puede también que lo estés haciendo mal. ¿Mal, si lees cada reportaje y estás pendiente de todo lo que sale en redes sociales al respecto? Sentimos decirte que sí. Probablemente, te convenga hacer autocrítica y revisar cada gesto, porque nos jugamos algo a que algunos de estos errores constatados por expertos en dermatología y en estética sean los culpables de que tu piel se vea apagada, con granitos, exceso de grasa o cualquier otro problema, por más que te empeñes en seguir la mejor de las rutinas a rajatabla.

placeholder Backstage de Lanvin (Launchmetrics Spotlight)
Backstage de Lanvin (Launchmetrics Spotlight)

1. No lavar las manos antes de aplicar productos en la piel. Parece obvio, pero piensa si lo haces cada vez que te limpias la piel o te pones el sérum o la crema. Como explica la dermatóloga Sofía de Asís, de la clínica Alejandría, estas contienen gran cantidad de microorganismos y, por tanto, debemos limpiarlas bien para evitar cualquier tipo de contaminación.

2. No aclarar el agua micelar. La dermatóloga asegura que este tipo de limpiador contiene micelas y surfactantes suaves que por norma no deben dejarse sobre la piel, ya que a la larga pueden secarla e irritarla. De hecho, si eres un poco freak de la belleza, habrás probado eso de soplar un disco de algodón impregnado en agua micelar (algo que hemos visto reiteradamente en TikTok) y te habrás sorprendido con la espuma que sale del mismo. Sí, este producto se aclara.

placeholder Aprende a limpiar tu piel jugando.  (Unsplash)
Aprende a limpiar tu piel jugando. (Unsplash)

3. Huir de los limpiadores en aceite. No es cierto que el limpiador con base oleosa sea contraproducente para la piel grasa, si se usa bien. De hecho este
tipo de cutis se puede beneficiar de este producto cuando forma parte de una rutina de doble limpieza en la que supone el primer paso, seguido del limpiador
en gel con base de agua, dice Sonia Ferreiro, cosmetóloga y biotecnóloga de la marca Byoode. “El aceite es capaz de arrastrar al aceite, por lo que un
limpiador oleoso o en bálsamo tendrá más capacidad no solo de llevarse el maquillaje y los restos de protector solar, sino también ese exceso de grasa que
pueda haber en la piel”.

4. Aplicar el sérum y crema en las palmas de las manos. Piensa en el momento en el que viertes, por ejemplo, unas gotas de sérum en el cuenco de las
mismas, o un poco de crema. ¿No es cierto que a veces (o siempre) lo haces sobre las palmas? Pues es momento de saber que estas son porosas, por lo que absorben el producto en lugar de hacerlo tu rostro y te hace gastar más cantidad de la necesaria o evita que llegue la adecuada a su destino. Es
preferible ponerlo sobre las yemas.

placeholder Lo ideal es generar un poco de espuma en las manos para luego aplicarla sobre el cuero cabelludo. (Unsplash/Scandinavian Biolabs)
Lo ideal es generar un poco de espuma en las manos para luego aplicarla sobre el cuero cabelludo. (Unsplash/Scandinavian Biolabs)

5. Utilizar una batería interminable de productos. Menos es más, según la doctora Sofía de Asís, tanto para el bolsillo como para el planeta y la piel.
“Cuanto más sencilla y eficiente sea una rutina, más fácil de seguir y mayor adherencia tendrá a largo plazo. No por aplicar muchos productos en capas
vamos a conseguir un mejor resultado. Como dermatóloga recomiendo seleccionar bien cada cosmético, usar aquellos con varios ingredientes que actúen de manera sinérgica y pensar cuál es el objetivo a mejorar en cada paciente”.

6. Emplear agua fría o caliente durante la limpieza. No es solo cuestión de que cuando está tibia, es decir, a unos 30ºC, es más respetuosa con la piel; además
consigue que se fundan las impurezas con el limpiador de forma más efectiva cuando se retiran del cutis, asegura Estefanía Nieto, directora técnica de
Omorovicza.
“El agua caliente elimina los componentes lipídicos que forman la función barrera de la piel”, añade. Si nos vamos al otro extremo y nos
decantamos por el agua helada, como recomendaban nuestras abuelas, descongestionaremos las facciones, pero no retiraremos el exceso de sebo.

placeholder Cómo conseguir la ducha perfecta. (Unsplash)
Cómo conseguir la ducha perfecta. (Unsplash)

7. No prestar atención a la conservación de los cosméticos. Cualquier cosmético debe guardarse en un lugar fresco, seco y lejos de la luz del sol. También es importante fijarnos en la fecha de caducidad y en el PAO (Period After Opening), el periodo de vida útil de un producto desde que se abre su envase por primera vez, asegura la especialista de la clínica Alejandría.

8. Tratar patologías cutáneas sin acudir al dermatólogo. Por ser la piel de uno, a menudo cometemos el error de creer saber lo que le conviene cuando hay un
problema que podría ser una patología. “Lo primero antes de iniciar una rutina es saber qué necesita cada piel. No todo es mejorable con cosmética, a veces
nos llegan pacientes que han invertido mucho dinero, tiempo e ilusión en productos para mejorarla sin conseguir ningún resultado”, explica la dermatóloga. “Esto sucede porque necesitan, además de cosméticos adecuados, tratamiento médico. Es un aspecto fundamental, especialmente en pacientes con acné o rosácea, que van probando cremas hasta que se dan por vencidos y consultan con un dermatólogo, y también sucede mucho en caso de alopecias”.

Foto: Los exfoliantes en polvo permiten una limpieza más profunda al ejercer una ligera exfoliación.(Desfile SS23 de Victoria Beckham/Launchmetrics Spotlight)

9. No exfoliarte de manera periódica. Con la exfoliación eliminamos de manera más profunda, impurezas, células muertas y activamos la renovación celular,
proceso que con la edad se enlentece. “Esta limpieza profunda podemos hacerla en casa con exfoliantes, por ejemplo mecánicos, cuya frecuencia de uso
vendrá determinada por el tipo de piel, pero que a priori son recomendables en todas; otra opción son los sistemas de limpieza profunda para hacer en cabina, como Hydrafacial, que ayudan a potenciar cualquier rutina cosmética o tratamiento dermatológico”, explica Sofía de Asís.

placeholder El grano del exfoliante es un factor determinante. (Unsplash)
El grano del exfoliante es un factor determinante. (Unsplash)

10. Abusar de las manicuras permanentes. Sí, sabemos que es muy cómodo y el brillo y acabado son un diez. Sin embargo, hay que ser realistas: el abuso no es bueno. Para la doctora, este tipo de esmaltados dañan la lámina ungueal y la cutícula, por lo que debilitan la uña, especialmente con la utilización repetida. “Lo dejaría para ocasiones especiales, sin olvidar previamente aplicar fotoprotector en el dorso de la mano, ya que muchas lámparas de secado utilizan la radiación ultravioleta”.

11. Usar el producto de moda de cada temporada. Confiesa: ¿cuántas veces te has comprado esa cremita o ese champú que aparece en TikTok o Instagram cada vez que te conectas y que muchas influencers aseguran que les ha cambiado la piel o el pelo? “Cada piel es distinta y tiene unas necesidades, el producto de moda puede no ser adecuado para ti. Y por supuesto huye de los productos milagrosos”, advierte la dermatóloga.

Utilizar un sinfín de cremas, dejar de retirar el agua micelar, aplicar el producto en la palma de las manos o abusar de las manicuras permanentes son boicots estéticos que deberíamos evitar. Y te contamos por qué.

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