Multi-priming: todo sobre el nuevo truco para que tu maquillaje dure perfecto todo el día

¿Cuántas veces te ha pasado lo de invertir unos minutos de más en hacerte un maquillaje fantástico y descubrir a las pocas horas que este se había desvanecido más de la cuenta? Por suerte, hace tiempo que salieron al mercado los sprays fijadores, un cosmético perfecto para mantener ese look intacto algo más; pero si lo que realmente quieres es no malgastar el tiempo invertido ni el producto utilizado para mejorar esas cositas de tu piel que no te convencen (poros dilatados, exceso de grasa en la zona T, falta de luminosidad…), el multi-priming será tu aliado, pues conseguirá que tu maquillaje dure perfecto todo el día.

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“Esta técnica consiste en aplicar varias prebases para conseguir una piel pulida, uniforme y con sensación de poros ultraminimizados”, explica David Deibis, maquillador oficial de Perricone MD. Pero, cuidado, que no consiste en extender primero un primer, después otro y luego otro más, sino que se trata de distribuir un tipo de prebase específica en cada parte del rostro, dependiendo de la necesidad que necesites cubrir con ella. Es más sencillo de lo que parece, ya que tan solo tienes que dividir tu cara en cinco partes imaginarias: frente, nariz, mejillas, barbilla y ojos, pues cada área requiere de unas necesidades de maquillaje diferentes, como exceso de grasa en la zona T, poros dilatados en las mejillas o pigmentación en la zona de la ojera, por ejemplo.

Beneficios que aporta el multi-priming

Lo lógico es que tu piel no esté totalmente igual en las diferentes áreas faciales, por lo que usar el mismo primer para todo el rostro no es lo más aconsejable. Aunque quieras un extra de glow, lo suyo es no extender una prebase iluminadora a lo loco, o esta acentuará los (nada apetecibles) brillos de la zona T. Por eso lo mejor que tiene esta técnica de maquillaje que nos atañe es que “puedes tratar cada zona del rostro con ese perfeccionador que aporte justo lo que la piel necesita, adaptándose a sus características”, asegura Myriam Artiles, directora de formación de Nars España.

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Además, también puede ayudarte a ahorrar en cantidad, ya que solo necesitarás aplicar la prebase en el área concreta que quieras tratar y no en todo el rostro, que es como solíamos hacerlo hasta ahora. Así que olvídate de ponerte el primer para disimular los poros de frente a cuello, y extiéndelo solo en mejillas y nariz, o incluso entrecejo, que es donde suelen estar estos.

Inconvenientes de los primers

Aquí ambos expertos consultados tienen opiniones encontradas. El maquillador no es partidario del uso del multi-priming, pues defiende que “no aporta ningún beneficio. La teoría dice que el rostro debería quedar pulido y uniforme, pero la realidad es otra. No suelen ayudar nada en la durabilidad del maquillaje ni en la adherencia del producto. Además, suelen sobrecargar la piel y marcan más las arrugas o pliegues de las más maduras”. Esto podría deberse a que unos de los ingredientes más comunes en las prebases matificantes es la dimeticona, una variedad de silicona que reduce visiblemente los poros. Aunque la maquilladora afirma que “los primers modernos apenas contienen siliconas y, además, mejoran la textura, suavidad y luminosidad de la piel, adaptándose a los diferentes niveles de humedad, y también ayudan a que el maquillaje se fije mejor y se mantenga intacto durante más tiempo”.

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Eso sí, es importante seguir una exhaustiva limpieza facial después del uso de estos productos para evitar tanto la obstrucción de los poros como el exceso de producción de grasa.

Cómo elegir tu mix multi-priming perfecto

Antes de comenzar a aplicar prebases a diestro y siniestro, es mejor que inviertas unos minutos frente al espejo para evaluar tu piel y ver dónde te hace realmente falta el uso de este cosmético. “Cada piel tiene sus características propias y en muchos casos cada zona del rostro requiere un cuidado específico”, recuerda la maquilladora de Nars, quien a continuación explica qué tipo de primer es mejor usar para cada problema:

Pieles grasas y mixtas. Las primeras tiene la necesidad de controlar el exceso de grasa y brillo en todo el rostro, mientras la segunda solo lo requiere en la zona T (frente, nariz y barbilla). En este caso también hay que tener en cuenta las referencias concretas para párpados, que ayudan a absorber aceites, rellenar finas líneas y a fijar el maquillaje de ojos.

Pieles normales y sensible. Quizá necesiten calmar, refrescar y proteger con alguna prebase protectora.

Pieles secas. Optarán por primers jugosos e iluminadores y todas las que tengan zonas de poros más dilatados habrán de trabajar las zonas concretas con fórmulas específicas. También hay referencias que rellenan las líneas del contorno de los labios para evitar que se desplace la barra.

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Por último, ten en cuenta que el primer perfecto es aquel que soluciona tu necesidad principal, por lo que debes detectar qué te gustaría mejorar de tu piel y, basándote en ello, elegir la opción que mejor se adapte a tus necesidades. Y si quieres invertir algo más de tiempo y dinero en un maquillaje perfecto que dure mucho más tiempo, opta por la opción del multi-priming. Eso sí, “tanto si optas por una sola prebase como si combinas varias, el truco está en utilizar poca cantidad y extenderla perfectamente, no dejando extra de producto que pueda hacer que el maquillaje se deposite irregularmente sobre ella”, concluye Artiles.