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Slow skincare: la tendencia de cuidado de la piel que contrasta con nuestro ritmo frenético
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Slow skincare: la tendencia de cuidado de la piel que contrasta con nuestro ritmo frenético

En la era de la inmediatez surge una tendencia de belleza que contrasta con la rapidez con la que vivimos y experimentamos todo, así como la cuestiona: el slow skincare. ¿Te apuntas a cuidar tu piel de manera más lenta?

Foto: Mima tu piel de una forma slow. (Launchmetrics Spotlight)
Mima tu piel de una forma slow. (Launchmetrics Spotlight)

Las búsquedas relacionadas con la llamada slow life se han multiplicado x3 en Pinterest con respecto año pasado. En un mundo en el que todo se ha vuelto urgente, donde cada vez buscamos más la gratificación instantánea en cualquier aspecto de nuestro día a día y exigimos resultados inmediatos en cuestión de belleza, este movimiento se enfoca en hacer las cosas mejor, tomándose su tiempo para ello y dedicando plena atención a lo que más importa. Derivado de él ha surgido el slow skincare, una tendencia de belleza que aboga por un enfoque de cuidados cutáneos progresivo y no agresivo.

“El slow skincare invita a desconectar a través de la rutina de cuidado facial, instante en el que nos dedicamos nuestro tiempo, de manera relajada y consciente, a la vez que disfrutamos de cuidarnos”, declara Sara Jiménez, creadora de la firma cosmética Innia Beauty. Aunque este concepto va más allá del tratamiento de belleza en sí, ya que muchos lo entienden como un estilo de vida (slow life). Nadia Morales, terapeuta de Alqvimia, también lo interpreta así: “La belleza engloba tanto el aspecto físico como el mental y emocional, pues la apariencia de la piel está influenciada por el estado mental y emocional. Para nosotros, la slow beauty no es una simple moda, pues Idili Lizcano, el fundador de la marca, lleva más de 40 años defendiendo que esta es una interpretación de la armonía en todos los aspectos de la vida”.

Foto: El bótox puede reducir tu mal humor. (Maya Lysenko para Unsplash)

Ha llegado el momento de “tomar consciencia de que la piel forma parte de nuestro organismo, por lo que para cuidarla hay que atender también nuestros hábitos; en definitiva, nuestro interior. Además, es importante dedicarse tiempo necesario de autocuidado en el día a día, pues estamos inmersos en un estrés que es obligatorio dejarlo atrás para cuidarnos”, reflexiona Milena Flaqué, CEO de Morjana Cosmetiques, quien cree, además, que ahora “estamos siendo conscientes de que necesitamos sentirnos bien para vernos bien y estar mejor, hecho que se refleja en que poco a poco estamos introduciendo hábitos saludables que nos ayuden a ello”.

Adicionalmente, hay que tener en cuenta que la cosmética debe ser algo placentero y no una obligación, por lo que la clave de este movimiento es generar rutinas sencillas en las que ningún producto dependa de otro para ser eficaz; así que puedes usar el que tú quieras sin pensar que estás perdiendo su efecto porque faltan pasos en el skincare.

placeholder Cómo cuidar una piel slow. (iStock)
Cómo cuidar una piel slow. (iStock)

Esta tendencia también tiene mucho que ver con el consumo responsable. “Comprar solo lo que necesitamos y nos hace sentir bien, promueve una compra mucho más consciente. Muchas veces sentimos la presión por adquirir lo que está de moda, por no quedar fuera de lo que es 'in' en un momento concreto, y esto acelera el ritmo de las compras”, agrega la misma experta.

Beneficios del slow skincare

Este concepto cambia la gratificación instantánea derivada del uso de productos con efecto flash o activos trasformadores por una rutina adaptada a cada tipo de piel, que no sigue las tendencias de skincare más virales y que opta por productos más suaves pero efectivos. “No podemos sentirnos culpables por no utilizar retinol cuando todo el mundo habla de él, por ejemplo; al igual que no podemos sentirnos mal por no ver que nuestra piel cambia en dos días cuando empezamos a usar una nueva crema. La realidad no es esa y suficientes presiones recibimos en nuestro día a día como para que nuestra rutina de belleza tenga que suponer una más”, reflexiona la creadora de Innia Beauty.

Foto: Carolina Heza para Unsplash.

El resultado de esta práctica ‘lenta’ es una barrera cutánea fortalecida que apoya la salud de la piel para prevenir daños futuros, así como también evita un riesgo mucho menor de irritación o sensibilidad. Esto se debe a que el abuso de activos exfoliantes o cosméticos irritantes puede comprometer la microbiota cutánea, ocasionando reacciones o pelado excesivo.

Y si tienes la piel sensible o propensa a las alergias, notarás que esta práctica está hecha a tu medida. Esto es porque la dermis puede sensibilizarse por muchas factores y el ritmo de vida acelerado puede ser causante de algunas patologías cutáneas. “El slow beauty conecta con otra manera de vivir que invita a regalarse tiempo de calidad. Es un concepto holístico que aúna todo lo que implica llevar un estilo de vida más sano: alimentación, tiempo libre, belleza... La dermis no solo recibe los beneficios de los activos cosméticos, sino que refleja también el sentirse bien con uno mismo”, afirma la misma fuente.

Los síes y los noes del slow skincare

No te preocupes, porque apuntarse a este concepto no significa que tengas que renunciar por completo a los activos, sino que tan solo deberás optar por los que incluyan en su formulación ingredientes de liberación prolongada o alternativas más suaves, que trabajen progresivamente en vez de manera inmediata.

“Aprovecha la limpieza diaria para introducir respiraciones profundas, yoga facial o simplemente aplicarte los productos disfrutando y sintiendo cómo se funden en la piel. Y recuerda que es muy importante utilizar cosmética respetuosa, elaborada conscientemente y aconsejada por un profesional que conozca tu piel”, sugiere la CEO de Morjana Cosmetiques.

Foto: La rutina de cuidado de la piel según los dermatólogos solo debe constar de cuatro pasos. (Unsplash/Shifaaz Shamoon)

También es una buena opción incorporar cosméticos con ceramidas y prebióticos en su fórmula, pues ambos ayudan a reforzar la función barrera de la piel. Tras un tiempo de su uso notarás que tu piel se siente mucho más confortable, se irrita menos, tiene un aspecto saludable e incluso acepta mejor otros tratamientos cosméticos.

En resumen: olvídate de los cambios inmediatos típicos de los tratamientos flash, pero si sigues una rutina adaptada a tus necesidades y tipo de piel deberías notar las mejoras en unas semanas. Además, “los beneficios del slow skincare se notan desde el primer instante, ya que esta práctica va acompañada de emociones, de olores y de sensaciones que forman parte del pequeño mundo del día a día. El primer paso sería trabajar desde la aceptación, la autoestima, la positividad, la calma y la no agresión, que en el aspecto cutáneo necesita 28 días, que es el tiempo que la piel necesita en regenerar su célula; aunque las mejoras son evidentes mucho antes ”, concluye la experta de Alqvimia.

Tus aliados

Pure Micelar Cleansing Water de Absolu Beauty de Alqvimia. Agua micelar enriquecida con aceites esenciales y activos vegetales multifuncionales de acción dual: extracto de bambú, ylang-ylang, malvavisco o ácidos grasos de coco. Sus tensoactivos son de origen 100% la hacen apta incluso para las pieles más sensibles, secas, atópicas, grasas y con acné (39 euros).

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Alqvimia.
Comprar aquí

Pink Hero Skin Barrier Cream de Innia Beauty. Esta crema contiene todos los ingredientes necesarios para cuidar tu piel durante el uso del retinol. Las ceramidas fortalecen la función barrera de la piel, el pantenol calma la piel frente a alteraciones y la trehalosa es un humectante que mantienen la hidratación de la piel durante horas (31,95 euros).

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Innia.
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Gelée Sublime Au Miel de Morjana. Mascarilla nutritiva e hidratante, de textura geloide, que rellena surcos y arrugas de cara y contorno de ojos. Ideal para piel seca, formulada con agua de rosas damascena, aloe vera, ceramidas vegetales, ácido hialurónico y extractos de miel y dátil. Se puede dejar que actúe toda la noche para conseguir optimizar su efecto (59 euros).

placeholder Morjana.
Morjana.

Comprar aquí

Crema Hidratante Corporal Terreta de Maminat. A base de activos naturales como aloe vera, aceite de oliva español, mandarina, limón y naranja, esta crema natural y holística hidrata y calmar cualquier tipo de piel sensible (16,95 euros).

placeholder Maminat.
Maminat.

Comprar aquí

Pink Jelly Cleasing Balm de Vera & The Birds. Desmaquillante-tratante de gustosa textura gelatinosa que se convierte en leche para eliminar cualquier tipo de maquillaje, suciedad y crema solar. Combina ingredientes naturales y eco-responsables, como el aceite de camelia o el extracto de alga kelp, que calman e hidratan (24 euros).

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Vera & The Birds.

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Las búsquedas relacionadas con la llamada slow life se han multiplicado x3 en Pinterest con respecto año pasado. En un mundo en el que todo se ha vuelto urgente, donde cada vez buscamos más la gratificación instantánea en cualquier aspecto de nuestro día a día y exigimos resultados inmediatos en cuestión de belleza, este movimiento se enfoca en hacer las cosas mejor, tomándose su tiempo para ello y dedicando plena atención a lo que más importa. Derivado de él ha surgido el slow skincare, una tendencia de belleza que aboga por un enfoque de cuidados cutáneos progresivo y no agresivo.

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