Seis consejos de experto para hacerte un masaje relajante en condiciones
Si no tienes pareja con quien hacer 'manualidades', te puedes bastar y sobrar tú mismo. Aquí algunas recomendaciones para que no improvises ni juegues a ser fisioterapeuta
Vaya por delante que nosotros podemos darnos placer con las manos –eso, seguro, ya lo sabías–, pero nunca será tan gratificante como recibirlo de un profesional. Y no seas malpensado, no nos referimos a las situaciones de alto voltaje, sino a hacernos un automasaje relajante, nada más… y nada menos. Esto, aunque parezca un gesto tan sencillo e intuitivo, tiene sus reglas, si quieres disfrutarlo de verdad y obtener sus agradables beneficios (eliminar estrés, aliviar tensiones y favorecer la circulación, básicamente). Así que deja que un especialista como Manuel Rozalén, doctor en Fisioterapia y director de FisioServ, te dé las pautas básicas:
1. Los prolegómenos importan
Y mucho. Lo primero que hay que hacer, según sugiere el experto, es crear un buen ambiente, en el sentido más amplio de la palabra. “Cuidar todos los elementos del entorno es fundamental. Podemos comenzar por minimizar el ruido, darnos una ducha caliente y poner música que nos relaje. Además, la temperatura de la estancia ha de ser agradable; la luz, tenue; y la cama o el sofá, cómodos”.
2. En orden
Cada cosa a su tiempo: “Empieza masajeándote el pelo con todos los dedos de la mano, a continuación baja hacia el cuello y después a las manos o los pies. Seguidamente, comienza friccionando los pies y ascendiendo con movimientos lentos hasta la cabeza”.
3. La presión justa
A estas alturas te estarás preguntando si hay que apretar mucho o poco; pues como en casi todo, en el término medio está el equilibrio –sobre todo si eres novato–, pero con matices. “Recomiendo empezar con poca presión e ir de menos a más de forma progresiva. Si se tiene una zona dolorida y se ejerce presión sobre ella, le enviamos a nuestro cuerpo una sensación diferente a la anterior y esa parte de nuestro cuerpo queda aliviada durante unos momentos. Eso sí, no hay que presionar excesivamente ni aplicar técnicas que desconocemos y con las que podemos hacernos daño”, advierte Rozalén.
4. ¿Con aderezos?
En las pelis y en nuestro imaginario los masajes, aunque sean los que nosotros nos procuramos, siempre van acompañados de alguna fórmula cosmética deslizante, pero, según señala el especialista, “para realizar un automasaje relajante no hacen falta aceites o cremas, pero tampoco hay ningún problema si se quieren utilizar. Los productos neutros sin alérgenos son perfectos. En todo caso, hay que recordar que las cremas de calor relajan y las de frío excitan”.
5. Sin prisa
Para empezar, apaga el móvil y aleja cualquier distracción que pueda interrumpir este momento de calma. Como señala el experto, un masaje debe durar lo que la persona quiera o necesite, pero conviene que bloquees tu agenda unos 25 minutos. Y, por cierto, si lo acompañas de ejercicios de relajación, multiplicarás sus efectos. “El factor tiempo juega un papel esencial, ya que de él dependerá en gran medida el éxito del automasaje”, sentencia este doctor en fisioterapia.
Vaya por delante que nosotros podemos darnos placer con las manos –eso, seguro, ya lo sabías–, pero nunca será tan gratificante como recibirlo de un profesional. Y no seas malpensado, no nos referimos a las situaciones de alto voltaje, sino a hacernos un automasaje relajante, nada más… y nada menos. Esto, aunque parezca un gesto tan sencillo e intuitivo, tiene sus reglas, si quieres disfrutarlo de verdad y obtener sus agradables beneficios (eliminar estrés, aliviar tensiones y favorecer la circulación, básicamente). Así que deja que un especialista como Manuel Rozalén, doctor en Fisioterapia y director de FisioServ, te dé las pautas básicas: