Puede que lo tuyo sea retención de líquidos (y no exceso de grasa)

Cuando la báscula marca más peso del habitual, automáticamente pensamos en que hemos engordado. Es decir, que nos sobra grasa. Pues resulta que no tiene por qué. Además de por causa de un aumento de masa muscular, algo que sí sabríamos diferenciar si estamos haciendo deporte de fuerza, existe otro motivo: la retención de líquidos. Ya, sabemos que de entrada no siempre es fácil saber cuándo es una cosa y cuando otra. Sí podemos afirmar que el edema o retención de líquidos suele afectar más a las mujeres y provoca, sobre todo, la hinchazón de piernas y la sensación de pesadez constante.

Según los expertos en nutrición de Club Metropolitan ocurre porque al organismo le cuesta eliminar o depurar el exceso de agua de forma correcta. “A menudo aparece en épocas calurosas, por cambios hormonales o por llevar un ritmo de vida sedentario; pero no todo son factores externos, lo que comemos influye mucho. Los alimentos ultraprocesados o poco saludables que requieren un gran esfuerzo intestinal para poder procesarlos son perjudiciales. Luego están los diuréticos naturales, que son perfectos para expulsar el líquido sobrante del cuerpo, como la cebolla, la remolacha, los espárragos y frutas como el melón, la piña o el limón. También aquellos que cuentan con una alta composición de agua”, añade el equipo de nutricionistas.

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Igualmente, conviene evitar grandes cantidades de sal, beber unos 2 litros de agua diarios, además de infusiones o zumos de frutas naturales. Si hablamos de deporte, lo ideal es practicar alguna rutina, pero también tratar de no pasar más de dos horas sentados y tomarnos 5 minutos para mover el cuerpo. Otro tip necesario: controlar el alcohol.

La inflamación, bajo control

Pero, llegado el punto en el que hemos aumentado de volumen y no tenemos claro el origen, un médico profesional será la mejor opción. Cuenta la Dra. Irene Cruz, médico estético del Instituto de Benito, que “lo primero es una historia clínica muy completa para analizar de manera personalizada las características del paciente, junto con un análisis de la composición corporal para tener datos reales de su condición actual, y con base en esta sinergia hacer un diagnóstico personalizado que confirme cuál es la necesidad a tratar. Luego, en el momento en el que introduces cambios en tu dieta y reduces procesados, se reduce la inflamación, ya sea por líquidos o por grasa. Si está baja todo empieza a mejorar”, añade la especialista. Mención especial merece el abdomen, esa tripita que coge perímetro y no va acorde al resto del cuerpo: las causas pueden ser múltiples, desde inflamación sistémica digestiva a disbiosis intestinal (desequilibrio de la flora). Pero ojo, porque, según la Dra. Cruz, en el abdomen se produce hinchazón, no retención de líquidos.

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Tratamientos que ayudan

Una vez tengamos el diagnóstico médico, será el profesional el que recomiende el más adecuado. Preguntamos a la doctora del Instituto de Benito, que menciona los siguientes:

• Drenaje linfático. El masaje con dicho drenaje ayuda en la retención de líquidos y mejora la circulación.
• Ondas acústicas. Las Ondas X-Wave Expert tienen la capacidad de propagarse por los tejidos y estimular el sistema linfático y corregir los factores desencadenantes de la celulitis.
• Presoterapia. Indicada para lograr un buen drenaje linfático en personas con alteraciones en el sistema circulatorio, piernas cansadas, arañitas vasculares, edema, celulitis y acumulaciones de grasa.
• Carboxiterapia TH. Esta técnica a base de infiltraciones de CO2 trata las adiposidades localizadas.

A por el rollito

Si nos centramos en la grasa local, la doctora Paloma Cornejo, miembro del Grupo de Dermatología Estética y Terapéutica y experta en corporal, nos da la clave. “Es cierto que la liposucción es la estrella, pero cuando no es posible y la grasa tiene un panículo superior a 20 mm, la segunda opción es la criolipólisis, que la congela y destruye el adipocito. Existen otras técnicas que lo logran: con calor, como la radiofrecuencia, los HIFU (Ultrasonidos Focalizados de Alta Intensidad) y sustancias lipolíticas inyectables, aunque en España solo están aprobadas en papada. El láser infrarrojo, la mesoterapia y la carboxiterapia también pueden ayudar a destruir grasa, pero es un proceso más lento”. Al hablar de liposucción, una de las novedades es la asistida por agua o WAL (water assisted lyposuction).

Explica la Dra. Conchita Pinilla, cirujana plástica, que “el liposuctor inyecta agua a demanda del cirujano mientras se efectúa. Es muy eficaz en grandes volúmenes (las pacientes con lipedema se benefician mucho de ella), reduciendo mucho el sangrado, y permite la reinyección de grasa o lipofilling de manera sencilla”. Y para quien teme a la lipo, aquí van las palabras de la cirujana: “Es de las técnicas quirúrgicas menos agresivas y que menor índice de complicaciones tiene, siempre y cuando se haga en manos expertas”. Luego sí, más allá de los tratamientos en cabina, de la dieta o el deporte, en casa hay que tirar de cosméticos que incluyan principios activos específicos. Si hablamos de celulitis o grasa localizada, cafeína, L-carnitina y microalga Tisochrysis lutea. Para la retención de líquidos, fíjate que contengan hiedra, fucus, té verde, centella asiática o cola de caballo.

Te recomendamos:

My Coach, de Elancyl (28,60 euros en El Corte Inglés). Favorece la activación de los adipocitos quemadores de grasa mientras te mueves gracias a la cafeína y la microalga Tisochrysis Lutea.

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Vendas drenantes, de Somatoline (18,70 euros en El Corte Inglés). Combaten tanto la retención de líquidos como la grasa localizada y la celulitis, con una fórmula que combina activos naturales, como la cafeína, con la mezcla de sales de efecto osmótico.

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Spray Piernas ligeras, de LPG (27,76 euros en Promofarma). Alivia la hinchazón y pesadez de las piernas, drena y tonifica. Contiene alga roja que fortalece los capilares y una mezcla de extractos ricos en flavonoides.

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Xtra Slim Max Drenante, de Forté Pharma (21,03 euros en Atida Mifarma). Es un suplemento alimenticio con propiedades dietéticas gracias al sauco, goma de acacia, papaya, diente de león, rabillo de cereza o grosella negra.

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