Identificas el vitíligo, pero ¿sabes qué es, por qué sale o si tiene tratamiento?

Manchas más claras que el tono natural de la piel que salpican casi de forma aleatoria diferentes zonas del cuerpo. El vitíligo es fácil de identificar a simple vista, pero datos como que el estrés puede favorecer su aparición o que existen tratamientos láser con un considerable porcentaje de éxito en la reducción de sus manchas quedan a menudo en el olvido.

“La Asociación Española de Pacientes de Vitíligo (ASPAVIT) asegura que en España hay unas 900.000 personas con esta enfermedad cutánea”, explica la doctora Arantxa Arana, dermatóloga en la clínica de la Dra. Pérez Sevilla. A nivel mundial, el vitíligo afecta al 1% de la población mundial, “siendo más frecuente en aquellas razas que tienen mayor cantidad de pigmentación en la piel”, apunta la dermatóloga.

“En el resto del planeta las cifras son similares, si bien hay algunas zonas como la India en que este porcentaje está aumentado notablemente”, completa el doctor Manuel Asín, director médico del laboratorio IDP Dermocosmética y miembro fundador del Grupo Español de Dermatología Cosmética, del Grupo Español de Tricología y de la Academia Española de Dermatología.

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¿Qué es el vitíligo?

El vitíligo es una enfermedad autoinmune con una importante base genética que afecta por igual a hombres y mujeres, y cuya aparición suele ocurrir antes de la pubertad, resultando menos probable pasados los 60 años. En este tipo de enfermedades, el cuerpo responde de una forma inmunológica; es decir, las propias células del cuerpo son las que destruyen a otras células, en el caso del vitíligo, a los melanocitos (células productoras de la melanina). Es por ello que, en ciertas zonas, la piel carece de melanina y se marca una diferencia de tono frente al resto del cuerpo.

“La pérdida irregular del color de la piel suele aparecer primero en las manos, la cara y las áreas alrededor de las aberturas del cuerpo y los genitales”, explica la dermatóloga de la clínica Dra. Pérez Sevilla. También es habitual la coloración blanca o gris prematura del cabello en el cuero cabelludo, las pestañas, las cejas o la barba, además de la pérdida de color en los tejidos que recubren el interior de la boca y la nariz (membranas mucosas).

Pero esta diferencia tan acusada de la pigmentación de la piel no tiene efectos secundarios en sí, más allá de que sí hay que proteger las manchas blancas con un fotoprotector de alto espectro, nunca por debajo del SPF50. “No presenta efectos secundarios; si se presentan, estarán más relacionados con las otras enfermedades. Lo que sí se da en las zonas afectadas, al carecer de pigmentación, es que es más fácil que puedan quemarse con una exposición al sol no controlada”, apunta el doctor Manuel Asín.

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El mayor efecto adverso en las personas con vitíligo es, sin embargo, a nivel psicológico, pudiendo ocasionar estrés o ansiedad. “Las secuelas que tiene son fundamentalmente psicológicas y estéticas. El vitíligo carece de cura y suele incrementarse progresivamente a lo largo del tiempo. Algunas personas incrementan la proporción de la enfermedad tras periodos de estrés físico y emocional”, aclara la doctora Arantxa Arana. En este caso, encontramos, por ejemplo, el vitíligo del actor Jon Hamm, que se manifestó por primera vez cuando le dieron el papel protagonista de 'Mad Men'. El estrés y la ansiedad al conseguir aquella importante oportunidad hicieron que las manchas del vitíligo aparecieran en sus manos y rostro. En la serie nunca lo apreciamos porque el equipo de maquillaje las camuflaba.

Causas y factores que aceleran su aparición

“El componente hereditario es bastante frecuente, pues muchos pacientes tienen antecedentes en la familia con el mismo problema”, asegura la dermatóloga, que recuerda que el vitíligo también puede estar asociado con otras enfermedades autoinmunes como la enfermedad de Addison, “que ocurre cuando las glándulas suprarrenales no producen suficientes hormonas”, enfermedades del tiroides (como la tiroiditis de Hashimoto, alteraciones de las glándulas suprarrenales, dermatitis atópica, etc), anemia perniciosa o diabetes tipo 1.

“Hay, sin duda, una base genética, que no necesariamente se debe haber manifestado como vitíligo. Puede ser alguna de las enfermedades antes mencionadas, pero de manera habitual hace falta un episodio (puede ser el estrés) que ponga en marcha esta manifestación hereditaria, e inicie la alteración inmunitaria”, expone el miembro fundador del Grupo Español de Dermatología Cosmética.

Tratamientos a tener en cuenta

Aunque no existe una cura con la que las manchas del vitíligo desaparezcan por completo, hay tratamientos tópicos, orales o con láseres que pueden contribuir, en casos concretos, a reducir su tamaño.

En los últimos años, el tratamiento que más popularidad ha conseguido ha sido el de rayos ultravioleta B (UVB) de banda estrecha. “Se ha demostrado que la fototerapia con este tipo de rayos detiene o retrasa el avance del vitíligo activo. Puede ser más eficaz cuando se usa con corticoides o inhibidores de la calcineurina. El tratamiento deberá realizarse de dos a tres veces por semana. Para notar algún cambio, deben pasar de uno a tres meses, y para obtener el efecto completo, deben pasar seis meses o más”, explica la doctora Arantxa Arana. Para que resulte efectivo, este tratamiento debe ser aplicado durante un largo periodo de tiempo y no puede aplicarse en todas las zonas del cuerpo, ya que no todas responden igual. “La cara responderá mejor que las manos, y estas mejor que los pies”, apunta el doctor Manuel Asín.

“Con respecto a los tópicos, los corticoides potentes y los inhibidores de la calcineurina (tacrolimus, pimecrolimus) ocupan los primeros lugares. Los complementos alimenticios pueden ser una ayuda, si bien es preciso realizar una analítica completa para determinar cuál o cuáles. Uno de los más empleados es la vitamina B12”, especifica el fundador del Grupo Español de Dermatología Cosmética.

Asociado al uso de la fototerapia, la dermatóloga también nos habla de su combinación con el psoraleno: “Este tratamiento combina una sustancia de origen vegetal llamada psoraleno con la fototerapia (fotoquimioterapia) para devolverle el color a las manchas claras. Después de tomar el psoraleno por vía oral o aplicarlo sobre la piel afectada, se te expone a la luz ultravioleta A”.

Ningún medicamento puede detener el proceso del vitíligo, que es la pérdida de células pigmentadas (melanocitos). Pero algunos medicamentos, usados solos, en combinación o con fototerapia, pueden ayudar a recuperar algo del tono de la piel, señala la dermatóloga de la clínica Pérez Sevilla. En esta clasificación entran, por ejemplo, los medicamentos que controlan la inflamación, como las cremas con corticoides sobre la piel afectada, que “pueden hacer que vuelva el color. Esto es más eficaz cuando el vitíligo está todavía en sus primeras etapas”, aclara, a la vez que recomienda pastillas o las inyecciones de corticoides para los casos en los que el vitíligo avanza con más rapidez.

Otra opción bajo prescripción médica son los medicamentos que afectan el sistema inmunitario, como ungüentos inhibidores de la calcineurina, como el tacrolimus (Protopic) o el pimecrolimus (Elidel): "Podrían ser eficaces para las personas con pequeñas zonas de despigmentación, especialmente en la cara y el cuello".

Otra opción es despigmentar el resto de la piel, como se rumoreó que había hecho Michael Jackson. El sonado caso del cantante, de cuyo vitíligo se dudó, fue confirmado en su autopsia. “Esta terapia puede ser una opción si el vitíligo se ha extendido y no han funcionado otros tratamientos. Se aplica un agente despigmentante en las zonas no afectadas de la piel. Este agente aclara progresivamente la piel para que se funda con las zonas decoloradas. La terapia se realiza una o dos veces al día durante nueve meses o más”, concluye la doctora.