Antioxidante y personalizado, el masaje Kobido más exclusivo de Madrid tiene lista de espera

Las técnicas no invasivas se han convertido en el nuevo trucazo celeb para remodelar el rostro sin pasar por quirófano, lo que convierte a los facialistas en auténticas rockstars de la belleza y a los masajes enérgicos y personalizados en la cúspide de este nuevo sistema. Sin embargo, sus apretadas agendas rara vez se abren para ofrecer citas en otros países, algo que, por suerte, va camino de cambiar gracias a iniciativas como el programa exclusivo de terapeutas colaboradores del hotel Four Seasons de Madrid (calle Sevilla, 3).

Desde su apertura, el spa del lujoso hotel se ha puesto como propósito convertirse en el referente de salud y belleza en la capital, para lo que ha tejido una selecta red de expertos en diferentes terapias. Uno de ellos es Josep Lupión, uno de los facilistas especializados en Kobido más reconocidos del mundo.

Discípulo del maestro Shogo Mochizuki, el catalán acude al spa urbano del Four Season (de 1.400 m2) con exclusivas visitas mensuales. La intensidad del masaje, no solo física, sino también a nivel de energía, permite que tan solo realice 3 masajes al día, por lo que pillarle en Madrid se convierte en una actividad altamente recomendable, pero también de agilidad a la hora de despejar la agenda para conseguir una cita.

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El éxito de Lupión está en su técnica de Kobido, con 20 años de especialización a sus espaldas. “El tratamiento Kobido no es un masaje como tal, sino una experiencia. El resultado es una piel oxigenada, tersa, juvenil y una paz y descarga emocional sin igual”, explica. De este modo, tras el tratamiento de cerca de dos horas, el resultado se aprecia en la piel, más tonificada, pero también logra una sensación de total relajación, resultado de pasos en los que las manos del masajista parecen duplicarse y en los que no falta ni cosmética de autor, ni un cuenco tibetano.

Todo comienza con el análisis de la piel, a través de un dermonalizador 3D que determina el tipo de piel y su estado y ayuda al profesional a elegir los cosméticos (productos orgánicos de la marca Amai Hana creados en colaboración con Josep Lupión y en los que los aromas también resultan claves para el proceso) con los que se trabará durante todo el tratamiento. A continuación, la experiencia recae por completo en las manos del masajista. A través de un cuenco tibetano se fomenta la conexión de los hemisferios, logrando la total inmersión del masajista.

Para conseguir una correcta relajación, el masaje se inicia en las cervicales, pasando por hombros, cuello y escote, en esta última zona se centra especialmente la energía, como punto neurálgico del organismo.

Cuando nos encontramos en ese estado de total relajación, Lupión limpia la piel y realiza una suave exfoliación enzimática según el tipo de piel de cada persona, que servirá de base para que los principios activos del resto de productos que se apliquen durante el tratamiento penetren con mayor facilidad y aumenten sus beneficios. Comienza entonces el espectáculo de masajes que el profesional realiza sobre el rostro, llegando a utilizar hasta 200 técnicas de masaje diferentes, siempre realizadas según cada paciente. En este sinfín de movimientos (con movimientos de percusión, vibración, estimulación o relajación) en los que parece que las manos de Josep Lupión, en vez de dos, son cuatro; el masajista no solo presta atención a las facciones o las necesidades de la piel de cada persona que se tumba en su camilla, también aprecia el rictus, la actitud y el estado en el que se encuentra el paciente.

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“Las maniobras se centran en el rostro y es allí cuando el tratamiento entra en la fase donde la persona empieza a tener la experiencia de flotabilidad y la de no estar casi ahí. Los movimientos de manos se entrelazan y los viajes sensoriales se suceden con infinidad de maniobras muy complejas que trabajan a todos los niveles”, describe el experto en Kobido.

La combinación de técnicas de masaje -más de 1000- con las que trabaja el Kobido activa la circulación de la piel, mejorando su oxigenación y luminosidad. Sin embargo, el efecto más fácil de apreciar es el de la piel notablemente tonificada, alcanzando un efecto lifting al elevar y fortalecer los músculos, reduciendo la flacidez, además de prevenir y tratar la formación de arrugas.

Puede que en la mente tengas esos masajes Kobido duros en los que las mejillas son percutidas con una intensidad que no parece del todo agradable, pero el Kobido real, el que Lupión ofrece en sus exclusivas visitas, no resulta incómodo ni agresivo, es más bien una sesión de relajante gimnasia facial. El Kobido, cuyo significado es ‘antiguo camino de la belleza', aplica amplitud de las técnicas de masaje adaptándolas a los rasgos de cada rostro, las necesidades y el estado de la piel. “Movimientos precisos, energías y emociones que se despiertan en un culto al cuerpo natural y no invasivo” es su mantra.

Si quieres probar los exclusivos masajes de Josep Lupión, el masajista acude una vez al mes al spa del Four Seasons de Madrid ofreciendo tanto masjaes Kobido con una duración de 2 horas, a un precio de 600€, como el tratamiento Deep Face Lifting, de hora y media por 450 €.