Así es como debes proteger tu cabello del agua dura, presente en los destinos de playa

La llegada del verano es sinónimo de playa para la gran mayoría de los españoles. El plan parece perfecto: por el día se suele disfrutar del sol, del mar, la piscina y del chiringuito; por la noche, las cenas al aire libre y tomarse algo con vistas al océano son un básico. Todo parece perfecto, menos el momento diario de la ducha, donde es más que probable que notes que al salir de ella tu pelo no queda igual que cuando te lo lavas en casa… Sequedad, aspereza y falta de manejabilidad suelen ser las cualidades que presenta tu melena durante las vacaciones y esto se debe al tipo de agua que suele haber en los destinos de playa.

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En las zonas de costa suele salir del grifo la denominada agua dura, mientras que en las de interior esta es blanda. Y lo que determina el grado de dureza es la concentración de minerales presentes en ella; es decir, cuanto más cal, magnesio, hierro, sodio, cobre, etc, existan, más dura será. “Esta suele tener un pH más alcalino de lo normal, que sobre el cabello provoca un efecto similar al que ocurre cuando se realiza una coloración de oxidación”, desvela Marta Luna, directora de educación de Redken España y Portugal. ¿Eso qué significa? “Esta transforma el cabello haciendo que se vuelva más frágil, seco y sin brillo. Pero también afecta a la piel y al cuero cabelludo, desatando picores”, añade Jared Pascual, estilista y director del salón de peluquería homónimo.

¿Es mala el agua dura para el pelo?

“Los minerales presentes en el agua tienen una carga positiva que se adhiere a la carga negativa del cabello. Esto desequilibra el pH capilar, tanto de la fibra como del cuero cabelludo”, explica Miriam Quevedo, fundadora de la firma de cosmética facial y capilar que lleva su nombre. Afecta principalmente a las melenas porosas, que son aquellas que tienen la cutícula abierta: “Cuanto más dañado esté el cabello (mechas, tratamientos químicos, planchas…), más se adhieren, creando rigidez y encrespamiento, así como falta de suavidad y brillo”.

El problema viene cuando el pelo acumula un exceso de minerales, principalmente de magnesio y de calcio, que son contraproducentes tanto para la salud como para el aspecto del mismo. Estos dificultan la formación de espuma al aplicar un champú, sobre todo en el caso de las referencias sólidas, lo que, a su vez, se traduce en apelmazamiento, debido a la acumulación de grasa, suciedad y minerales.

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Tampoco hay que olvidar que lo lógico en estos casos es notar sequedad, opacidad y encrespamiento. ¿Por qué? El exceso de minerales también complica la absorción de los nutrientes de los productos capilares, por lo que la falta de hidratación puede derivar en puntas abiertas e incluso en la fragilidad del resto de mechones, a largo plazo. Y por si esto fuera poco, el agua dura también puede interferir en la coloración, haciendo que esta dure perfecta menos tiempo.

Por último, el problema se extrapola al cuero cabelludo, donde también se desequilibra el pH, se sufre la deshidratación y pueden quedarse adheridos los residuos, dificultando que el lavado sea 100% eficaz. Aquí el cóctel que forman, una limpieza insuficiente y la sequedad hacen que los picores sean frecuentes.

Contrarrestar los efectos del agua dura en el pelo

La solución más drástica es que no te vayas a la playa este verano, pero seguro que eres capaz de sacrificar un poquito tu melena con tal de pegarte un buen chapuzón en el mar. En ese caso, toma nota de los gestos que puedes hacer en la ducha para evitar, en la medida de lo posible, los daños que puede causar el agua dura en tu cabellera:

Prechampú o exfoliante. El uso de este producto capilar “contrarresta al máximo el efecto del agua tan alcalina, ya que te permite comenzar con el tratamiento desde del inicio del lavado, te ayuda a equilibrar el pH y también prepara tu cabello para que reciba mejor el tratamiento posterior”, asegura la directora de educación de Redken España y Portugal.

Ingredientes de efecto quelante. Elige un champú purificante para la primera champunada (en la segunda mano puedes utilizar uno específico para el color, que aporte volumen, para rizos…), ya que “los agentes quelantes que incorporan este tipo de limpiadores en su formulación ayudan a evitar la adhesión de los minerales en el cabello”, aclara Miriam Quevedo.

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Hidratación posterior al lavado. Una vez tengas la cabeza limpia, “equilibra el pH con ayuda de los agentes hidratantes de un acondicionador o mascarilla, que reducirán la porosidad y cerrarán la cutícula. Esta acción es más que necesaria porque los agentes del agua dura abren mucho la cutícula y hacen que se deshidrate aún más el cabello”, advierte la misma experta.

Último aclarado. Muchas personas recomiendan colocar un filtro en la ducha, pero somos conscientes de que esta sugerencia no es viable para unos días de vacaciones. Lo que sí puedes hacer es usar agua mineral o agua destilada –basta con hervir el agua que sale del grifo para eliminar su dureza– en el último aclarado. Y al terminar, “añade una dosis adicional de hidratación, con algún producto capilar que ayude a cerrar la cutícula y que no requiera aclarado”, concluye Quevedo.

Tus aliados

Champú Acidic Bonding Concentrate de Redken. Fórmula concentrada sin sulfatos de unión ácida (ácido cítrico) para reparar todo tipo de cabello dañado. Brinda una reparación de máxima resistencia, acondicionamiento intenso y protección contra la decoloración (29,88 euros).

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Black Baccara Hair Multiplying Scalp Concentrate + Pre-Treatment Exfoliator de Miriam Quevedo. Perfecto para personas que necesiten un tratamiento antienvejecimiento capilar o que su cabello tenga tendencia a ser débil, fino o quebradizo. Incluye un concentrado de uso diario y un exfoliante suave de uso semanal, que elimina toxinas, impurezas y células muertas del cuero cabelludo; así como restaura su equilibrio natural, hidrata y reduce las irritaciones (85 euros).

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Deep Cleansing Champú Purificante de Authentic Beauty Concept. Libre de sulfatos surfactantes, parabenos y siliconas, elimina las impurezas y la grasa acumulada. Su fórmula se mezcla bien con el agua para eliminar la suciedad, los aceites y la contaminación, así como su enjuague es fácil (29,30 euros).

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Mascarilla protectora anti-depósitos Metal Detox de L'Oréal Professionel. Protege la fibra capilar de nuevos depósitos de partículas metálicas. Su tecnología patentada con glicoamina neutraliza el metal dentro de la fibra y desintoxica el cabello, que queda nutrido y brillante. Garantiza servicios de color, balayage y decoloración con un mínimo riesgo de roturas (28,90 euros).

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Sellador Renovador Bonacure R-TWO de Schwarzkopf Professional. Mascarilla fortificante instantánea sin aclarado que controla el encrespamiento y proporciona protección térmica hasta 230 grados. No contiene siliconas ni colorantes artificiales y es apto para veganos (24,75 euros).

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