Blueberry milk: la manicura del verano se inspira en la leche con arándanos

Todo lo que haya pasado por un filtro blanquecino es susceptible de ser tendencia. La estética infantil, del kidcore al barbiecore, impulsado innegablemente por el estreno de la película de Barbie, ha inaugurado una época de nostalgia infantil. No solo los esmaltes de uñas rosa fucsia marcan el ritmo de las manicuras del momento, también acumulan hashtags y vídeos en redes sociales las manicuras que buscan recrear conchas, al estilo de las muñecas de los 80-90 o diseños inspirados en las diminutas Polly Pocket también son tendencia.

Así que, en la misma línea entre pastel e infantil, encontramos una de las manicuras más repetidas entre celebrities, tiktokers e instagramers, las blueberry milk nails, inspiradas, como suena, en la leche de arándanos. Tras el barbiecore, podríamos decir que las de arándanos responden al 'kencore'.

Cuando Dua Lipa volvió a poner su rostro y cuerpo al servicio de Donatella Versace, sobre sus uñas ya vimos el color leche de arándanos, a través de un esmalte azul pálido. Con la idea de conseguir una estética dosmilera, acorde a la colección de la firma italiana, las uñas de la cantante estaban esmaltadas con una homogénea capa laca azul cielo.

En la opacidad y el tono blanquecino de su esmalte de uñas estaba la tendencia. Si hace unas semanas hablábamos de la manicura 'strawberry milk', inspirada en el clásico y retro batido de fresa que bebían en ‘Grease’, para hablar del blueberry milk mantenemos la misma teoría. Ambos colores de esmalte de uñas comparten la misma base de laca blanca o incluso beis. La idea es lograr un color pastel, cremoso, como si estuviera rebajado por leche, de ahí su nombre.

Aunque sí que existe un matiz sobre el color exacto de azul claro de la tendencia 'blueberry milk', en redes sociales verás un sinfín de manicuras que tienen como nota de color el azul claro. Los azules bebé e incluso aguamarina vuelven cada verano como colores con los que resaltar el tono bronceado de la piel, al crear un contraste muy marcado, así que siempre son una buena opción. Este verano, hay que precisar más con el tono de azul.

El batido de arándano sería algo así como un azul aciano, índigo o cobalto al que se le añade blanco. Hay quienes incluso aprecian un ligero toque de malva, el otro color de uñas top del verano 2023. Si juegas con tonos del lila al añil, también acertarás.

Como ocurre con cualquier esmalte blanquecino, para conseguir la opacidad idónea de la leche con arándanos hay que aplicar varias capas. La inspiración Y2K, que retoma los estilismos beauty de los años 2000, recupera esos esmaltes densos, opacos y pastel que podrían llevar desde Britney Spears hasta Lizzie McGuire.

También con el mismo tono de azul rebajado, pero con menos capas de esmalte, encontramos otra tendencia que gira en torno a ese color arándano, pero convirtiendo a los acabados brillantes en los protagonistas. Azul nacarado, plateado o directamente con una importante carga de glitter. Los esmaltes de uñas cromados también han comenzado a cobrar protagonismo y, al cubrir colores más discretos como el blueberry milk, permiten jugar, pero sin caer en los excesos.

El brillo perlado es otra de las firmes tendencias de la temporada, en parte avalada por la estética marina -si el estreno de 'Barbie' ha inundado la moda y la belleza, antes lo hizo el estreno de ‘La Sirenita’-. El 'mermaidcore' parte de esmaltes de uñas que lanzan brillos rosados. Sin embargo, gracias a esta tonalidad tan leve de azul, las uñas de sirena abren su abanico de opciones, sin perder de vista el tono marítimo.

Pero, como no todo el azul lechoso, pastel, cremoso, bebé tiene por qué cubrir toda la uña, los primeros pasos para domar el color se inician en los detalles mini. Las nuevas corrientes de nail art apoyan las manicuras más minimalistas en las que tan solo se aplica color en una zona muy concreta. En el caso de la leche de arándanos, una manicura francesa, una lúnula decorada o un diminuto corazón permiten formular el tono de azul deseado sin correr el riesgo de que luego no nos convenza.

Quizá la única norma que las blueberry milks exigen es que, en pleno verano lleno de olas de calor, la tonalidad de esmaltes sea siempre fría, como el batido que nos apetecería degustar.