Por qué siempre nos oscurecemos el pelo tras las vacaciones de verano

Deshacer la maleta y volver a la rutina da muchísima pereza, sin embargo no todos los efectos secundarios de haber vuelto de vacaciones se nos hacen cuesta arriba. Además de haber podido broncearnos un poco -dependiendo siempre del plan y el destino- y perpetuar ese favorecedor tono dorado con ayuda de una constante hidratación, otra práctica beauty post verano muy habitual es ir a la peluquería.

Nadie pone en duda que hay que sanear el machado pelo expuesto a recogidos socorridos, calor, sol, humedad, cloro, sal… Pero la única demanda no es cortar las puntas o redefinir el corte de pelo para que vuelva su forma deseada, ni siquiera un buen corte para deshacerse del cabello dañado. Otra de las peticiones más repetidas en los salones de peluquería es la coloración. Superados los meses estivales en los que todo se aclara -algo que comienza con colores primaverales como el midas brunette de este 2023-, al regreso de las vacaciones de verano la tendencia habitual es oscurecerse el cabello.

Se puede igualar el tono de toda la melena, darse un baño de color o simplemente replicar las mechas que lleves, optando por tonalidades más oscuras; pero la idea está ahí: volver al moreno. En nuestro subconsciente, asociamos las coloraciones oscuras a la salud del cabello. Nos pasó, por ejemplo, cuando la reina Letizia dejó de aplicar mechas en su melena y dejarla con su castaño oscuro natural: de repente su melena rezumaba salud.

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Margarita Velasco

Pero ¿es esto real? ¿Qué es lo que ocurre? “Las tonalidades claras exigen más mantenimiento y además son más agresivas con el cabello porque requieren decoloración”, afirma Conchi Arias, fundadora de la peluquería Campos Curlyhair. Las decoloraciones mal cuidadas o sometidas a agresiones externas pueden hacer sufrir especialmente el cabello, “por eso optar en otoño por tonalidades más oscuras nos ayuda a preservar mejor la salud del cabello, que ya viene muy sensibilizado por los agentes externos propios del verano”.

Si en verano optamos por una coloración más clara, lo más probable es que nuestro cabello esté más debilitado. Entran entonces en juego los colores oscuros para camuflar ese daño, hasta que el pelo se recupere. “Solemos preferir tonos más cómodos en esta época del año (otoño) que nos ayuden a hacer una transición progresiva hacia el invierno, cuando los colores son definitivamente más oscuros, uniformes y fríos”, detalla Charo García, directora de Ilitia Beauty & Science.

Las coloraciones oscuras, por tanto, hacen más sencilla esa transición al cabello natural, logrando que seamos menos rubio-dependientes, pero también aciertan con el matiz de color que refresca el cabello.

“Estos tonos más oscuros y profundos aportan mucha vivacidad a la melena, que se ve más revitalizada”, apuntan desde Campos Curlyhair, haciendo especial hincapié en la importancia del cuidar el cabello sea cual sea la técnica elegida, aunque se trate de un tipo de coloraciones más fácil de mantener. Los ineludibles cuidados básicos para un cabello sano son siempre limpieza, nutrición, hidratación y protección frente al calor y demás agresiones externas.

Otro detalle a tener en cuenta, y que también explica el extendido éxito de las coloraciones oscuras tras el verano, son las tendencias. Cada otoño, los colores fríos, oscuros o rojizos nunca fallan, alternando eso sí los matices o técnicas para realizarlos. Por ejemplo, el año pasado disfrutamos de los castaños Nutella o brunette. Como adelanta Charo García, este año “los cobrizos son grandes protagonistas, sobre todo aquellos que se oscurecen con matices marrones. Los rubios apuestan por matices miel, capuccino o caramelo, mientras que los castaños y tonos más oscuros se decantan por chocolates y avellana para renovar nuestra imagen"; así que nos apuntamos la tendencia.

Confirmamos también que coloraciones que giran en torno al castaño como el crunette -que recrea las tonalidades de un croissant al horno- comienzan a esta altura del año a adelantar al rubio lino, la línea escandinava o al crème brûlée.