Para conseguir las manicuras té matcha y salvia, tienes que hacerte con un esmalte verde

Igual que ocurre con las prendas de ropa, cuando se trata de la manicura, siempre hay colores básicos, de esos que hacen fondo de armario, con los que nunca fallar. No es sorpresa que las manicuras francesas de los 90, los tonos marrones -uñas 'rich girl' u 'old money'-, los nudes, los rosas traslúcidos -manicura 'clean girl'-, los rojos y burdeos vuelvan una y otra vez al candelero de las tendencias.

No son colores nuevos, son tonos básicos reinterpretados bajo el prisma de esta década. Pero siempre hay excepciones, ese color que el Pantone del año dicta que inundará todo o que, de repente, alguien desempolva del baúl de las prendas pasadas de moda. Si estas más en el mood de atreverte con algo original que ya es tendencia, toma nota porque el verde será el esmalte de uñas revelación de la temporada.

Los manicuristas de la marca de esmaltes semipermanente Semilac ya nos avisaron que el verde salvia -de base gris- iba a arrasar este otoño, al encajar a la perfección con los tonos de los árboles de hoja perenne. Pero no es ese el único verde que hemos visto tanto sobre la pasarela como en las uñas de las manicuristas más top del momento. Verde oliva, verde menta o el viral té matcha son los esmaltes que van a volar de los stands de belleza.

Té matcha

Comenzaremos por el color que, para sorpresa de todo el mundo, se ha convertido en la inspiración beauty del verano 2023 y continuará, de momento, hasta que acabe el año. Sí, hablamos del té matcha, un verde de base amarilla -puede recordar al pistacho-, pero al que se añade un poco de leche como en todas las manicuras de moda de este verano, obteniendo como resultado un color muy parecido al de un té matcha.

La tónica de todos los verdes del otoño está en que deben mantener un toque frío, con el gris como elemento común, logrando tonalidades algo más apagadas, que encajen con la estación.

Mientras en verano lucíamos colores más traslúcidos, jugando a crear transparencias en la uña, como las manicuras 'strawberry milkshake' o 'blueberry milkshake', la manicura 'té matcha' es opaca para realzar ese tono blanquecino. ¿Tono tiza? ¿Tono pastel? También están permitidos. La espuma de un té matcha pro es una excelente fuente de inspiración.

También con ese sutil matiz cálido de verdes más veraniegos, hay que mencionar otro esmalte de uñas muy repetido en las redes sociales, el verde oliva.

Una buena forma de acercarse al tono exacto del té matcha es el esmalte de OPI en color The Pass is Always Greener. Se trata de un verde pistacho rebajado con un toque de blanco, creando un color muy pastel que en una capa nos dará el efecto deseado.

Si acostumbras a tomar tu té matcha sin nada de leche, tu versión en esmalte es el The Pass is Always Greener de OPI. Es un verde cálido, ideal para resaltar las pieles más morenas. Manicuristas como Melanie Graves recurren a esta tonalidad de forma habitual y logra dar un toque muy fresco a cualquier diseño.

Verde salvia

Si la manicura té matcha puede entenderse al observar el éxito mundial de la bebida, que los esmaltes de uñas verde salvia, un tono tan poco habitual como bonito, estén de repente en las uñas de todas las modelos sobre la pasarela es un auténtico shock.

Para crear ese tono frío, es necesario recurrir a una base gris. El color se parece mucho al de las púas de los pinos, la cara interna de las hojas perennes o las decoraciones florales de la estación. Es decir, estamos ante un color muy otoñal. Su efecto en las manicuras es sobrio y elegante, no se trata de un verde que llame la atención, sino de una forma de incluir color, sin riesgos.

¿Difícil de combinar con la ropa? Sorprendentemente, su cercanía al caqui o al verde militar contribuye a que, prácticamente, encajen en cualquier look, a diferencia de otros verdes. Sobre la pasarela, el verde salvia logra oscurecer los looks, sin que sean demasiado fríos y, en muchas ocasiones, estiliza la forma de la uña.

El verde salvia se colaba, por ejemplo, en una de las últimas colecciones de lacas de uñas de Chanel, con el color 131 Cavalier Seul. Se trata de un esmalte muy claro, con mucho pigmento blanco, lo que le otorga un acabado cremoso.

Una opción más oscura, rozando el verde pino, es el color Abrumadora de Maglo. La firma colombiana tiene otros colores similares, como el Activista o el Inspiradora, más cercanos al verde salvia, pero este tono oscuro huele a otoño y es la versión más intensa de la tendencia.

Verde menta

La tercera opción de verdes otoñales es un viejo conocido, el verde menta. Se trata de un tono también frío pero muy pastel y rebajado con blanco, con el que crear manicuras de estética más naíf o Y2K. Aunque ofrece manicuras más llamativas, es el más luminoso de todos los verdes que llevarás este año.

Con una sola capa del esmalte semipermanente UV Gel Polish de Semilac en el color 473 Picnic Soirée conseguirás el tono exacto del luminoso y lechoso verde menta, aunque su subtono es ligeramente grisáceo, así que es una excelente opción para adentrarse en el terreno del verde salvia.

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