El maquillaje de la princesa Leonor (con uniforme incluido) durante el desfile: tres tips 'cara lavada'

Desde que Leonor de Borbón entró en la academia militar, era cuestión de tiempo que comenzáramos a verla vestida de uniforme. Sin embargo, no ha sido hasta la llegada del 12 de octubre, Día de la Hispanidad, cuando hemos podido ver a la Princesa de Asturias ataviada con el uniforme de gala.

Su impoluto moño con una castaña de trenzas permanecía inalterable, sin robarle protagonismo a la boina burdeos que coronaba su testa. El recogido se ha convertido en su peinado estrella para este tipo de actos. El cambio, respecto a otras apariciones en uniforme, estaba en su rostro. La larga jornada por delante y la más que evidente tirada de fotografías a las que la joven estaría expuesta hicieron que un sutil maquillaje unificara su tono y realzara sus facciones.

La sencillez de los trazos del pincel beauty logró pasar casi desapercibido para los asistentes. Esa era su misión. Durante la parada militar, cuando la Princesa de Asturias contemplaba el desfile junto a sus padres, era imposible vislumbrar si Leonor iba a cara lavada o llevaba algo de maquillaje.

Pero todos los objetivos de los fotógrafos estaban puestos sobre ella, así que, en cuanto realizó gestos hacia el Rey, pudimos apreciar que, para igualar el tono de su tez e iluminarla, la princesa Leonor había recurrido a una base de maquillaje muy ligera, tipo BB cream.

Este tipo de cosméticos cumplen varias funciones, pues hidratan y tratan la piel, utilizando pigmentos de color. De este modo, la cobertura es muy ligera, pero se logra igualar el tono de una forma muy natural, sin efecto máscara. Sin embargo, detectábamos su presencia, ya que en la zona de las patillas, el maquillaje no estaba del todo bien trabajado y se podía ver la diferencia de tono con la piel de la Princesa.

El corrector era otro de los posibles aliados de ese efecto cara lavada 'flawless' de la primogénita de los Reyes. Bajo los ojos, una luminosidad cremosa pero mate, sin brillos, realzaba la mirada, a la vez que cubría el riesgo de oscuridad en la zona, lo mismo ocurría con alguna imperfección en su rostro.

Sin embargo, mientras la idea de un rostro impoluto, natural y luminoso se conseguía con base de maquillaje y corrector, la clave del look estaba en la forma en la que se realzaban los rasgos de Leonor. Para resaltar sus carnosos y perfilados labios, simplemente se intensificaba su color. Tras tantas horas de desfile, besamanos y demás eventos protocolarios, los labios de Leonor permanecían con el mismo tono.

No se apreciaba una capa de bálsamo hidratante ni residuos en las comisuras, lo que lleva a creer que el tinte sea la opción más probable. Los tintes de labios, que también se pueden aplicar sobre las mejillas, lo que explicaría el rubor saludable de las de la Princesa, logran que el color se adhiera directamente sobre la piel, de tal modo que no se mueve durante horas, incluso aunque haya fotos.

El otro indudable rasgo de la heredera del trono son sus ojos. Rara vez luce maquillajes muy elaborados en la mirada, a diferencia de su madre, que juega con sombras de ojos y lápices cremosos.

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Margarita Velasco

Para el Día de la Hispanidad, con uniforme de gala incluido, la princesa Leonor ha continuado con su tónica, en pro de crear un look muy natural. Para lograrlo y, a la vez, abrir la mirada, varias capas de máscara de pestañas realzaban, curvaban y oscurecían sus pestañas. De este modo, se matizaba la mirada, pero no quedaba recargada.

Tres sencillos gestos, base, tinte de labios y máscara de pestañas, construían el clásico efecto cara lavada, muy natural y juvenil de Leonor de Borbón. Al sumarle el terso recogido de moño trenzado, que despejaba por completo el rostro, el resultado era un look muy sencillo pero construido para hacerla resaltar.