El truco para llevar siempre manicura semipermanente sin dañar la uña está en las capas

“¿Sabes lo que me acaban de hacer en las uñas?”. Cuando una frase comienza así, promete. Todo comenzó cuando Cris Castany, la directora de moda y belleza, tenía que retirarse la manicura semipermanente. Su tradición es que, de cara al verano, elige un color neutro y que combine con todo para tener las uñas perfectas durante sus vacaciones.

En esta ocasión, su petición en el salón de manicura era diferente pues, mientras de normal acude con las uñas vírgenes y se planta un tratamiento completo, con esmaltado semipermanente, los mil y un eventos de la primavera habían hecho que la transacción tuviera que ser ‘quitar semipermanente para poner otra semipermanente’. El temor, extendido como la leyenda urbana de que si dices tres veces ‘Verónica’ mirando a un espejo, aparece la hija del demonio, era que sus uñas se debilitarían al máximo.

Pero fue justo entonces cuando la historia cambió. Triunfante, Cris nos narró cómo no le habían retirado todo el esmalte, sino que le habían dejado la primera capa del anterior esmaltado a base de fortalecedor. El lugar en el que había tenido lugar el alumbramiento fue en Santum. Daniel Marín, cosmetólogo, estilista y director del centro, explica que la retirada del esmalte semipermanente es una tarea que requiere precisión y cuidado para preservar la salud y belleza de las uñas. “Nosotros lo realizamos dependiendo de cada uña”, detalla.

Coincidía en esto la experta en belleza Marta Pons. “Lo que daña la uña es la retirada, no el método de manicura”, señalaba en Instagram, al compartir, precisamente, su proceso de ‘capa base’, idéntico al de Cris. En su caso, el esmalte semipermanente se retiraba con ayuda de un torno, igual que se hace en la manicura rusa, no con acetona.

Al utilizar este método, se puede ir limando capa a capa la manicura, hasta dejar la que sería la base, como si se tratara de un builder. “Es superimportante que siempre te dejen algo de manicura al retirar el esmalte porque así nunca tocan tu uña”, explica Pons. Así es como se puede aplicar la siguiente capa de esmalte encima, de modo que la uña no se daña. Una de las recomendaciones habituales, cuando acostumbras a hacerte manicuras tipo semipermanente, gel o acrílicas, es que la uña tiene que descansar para ‘respirar’. “Es un mito”, apunta la influencer.

Pero ¿cómo funciona en realidad el truco de la capa base? Desde Santum detallan que su manicura para uñas debilitadas, la cual salvó las uñas de Cris, consta de 6 pasos:

1. A través de un torno con broca especial, se retira la primera capa de esmalte.
2. A continuación, se aplica un ‘remover’ para retirar el color por completo y se aplica calor, “envolviendo cada uña con aluminio y dejando que el removedor actúe durante unos minutos para que el retirado con el palito de naranjo sea más suave y evite el deterioro de las uñas”, precisan.
3. El tercer paso es la aplicación de Mega Base, que “aporta queratina y es un producto específico para casos de descamación y debilidad, ya que proporciona dureza y nivelación a la uña natural”.
4. Con el fin de lograr una mejor preparación para el esmaltado, su truco es tratar también las cutículas.
5. Es el momento de aplicar el esmalte y el brillo.
6. El paso final es aplicar su aceite especial, “a base de chía, rosa mosqueta y caléndula para aportar hidratación”, concluyen.

Descubrimos así que los tornos con los que la manicura rusa se deshacía de las cutículas también son especialmente útiles para eliminar las capas superficiales del esmalte. Pero el trucazo que se nos había escapado era el uso de la Mega Base, una capa que sella y asienta el esmalte, actuando como escudo entre la uña y el esmalte.