Vuelven los perfumes con nombre propio... ¿Qué está pasando?

Hace tan solo unas semanas, el mismo día de la presentación de su colección para la próxima primavera, Victoria Beckham daba a conocer su nueva línea de perfumes. Y no es un hecho aislado, en los últimos meses ha renacido esa tendencia que ya vimos hace años en la que las famosas venden aromas con su nombre.

Pero lo que era hace años una mera excusa de marketing, ahora las famosas lo hacen con más coherencia y se involucran de principio a fin en el proceso de creación de la fragancia que las representa. Es el caso de este verano, cuando la actriz de 'Stranger Things', Millie Bobby Brown, anunció que su primer perfume salía a la venta bajo el nombre Florence By Mills.

Otra famosa de la generación Z que se ha unido a este movimiento es la cantante Ariana Grande con su aroma Cloud Pink, el primer lanzamiento de su firma de belleza desde que recuperó la marca de maquillaje R.E.M. Y la tercera, que no última, es Billie Eilish, que también lanzará su tercera aventura en el mundo de las fragancias este otoño; de hecho, en noviembre.

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En solo 48 horas después de su anuncio, Pink Cloud generó 2,3 millones de dólares en valor de impacto mediático, casi la mitad del que R.E.M. había generado a lo largo del mes de julio, según datos de Launchmetrics. Mientras tanto, la fragancia Wildly Me de Millie Bobby Brown generó 1,2 millones de dólares en sus primeras 48 horas, en comparación con los 7,2 millones de dólares de su marca Florence By Mills durante todo julio.

Otro caso que entra en esta categoría es el de una de las mujeres que todo lo que toca lo convierte en oro: Beyoncé. Este noviembre verá por fin de nuevo un perfume inspirado en su vida tras la gira 'Renaissance'. Y realmente es un renacimiento, porque no es la primera vez que lanza uno. Su primera fragancia, Heat, en 2010, en asociación con Coty, estaba disponible por 39 dólares en grandes almacenes. Pero ahora su nuevo aroma tendrá un precio de 160 dólares y solo estará en principio disponible en su página web oficial.

Según un experto comentaba al medio especialista 'Business of Fashion': "Su base de fans ha envejecido y tiene más ingresos disponibles". De ahí que haya cambiado el tipo de producto y el target al que se dirige. "Dado que el interés en la categoría de fragancias de alta gama sigue creciendo, las celebridades hacen bien en apuntar sus ojos a perfumes más caros", declaraba Luc-Henry Rousselle, director gerente del banco de inversión DC Advisory, al mismo medio.

Los perfumes siguen siendo uno de los productos con más rentabilidad en el mundo de la belleza, y los grandes conglomerados lo saben: Kering adquirió al perfumista de nicho Creed en un acuerdo de 3.500 millones de euros como parte de su expansión en el sector de la belleza, mientras que la firma de capital privado Advent International adquirió una participación mayoritaria en la empresa matriz de las líneas de fragancias de nicho Parfums de Marly e Initio Parfums Privés.

Ahí tenemos los casos de Shakira o Britney Spears, divas que han puesto su nombre a un perfume. La excepción en este tema la encontramos en el caso de Taylor Swift, que no ha lanzado una fragancia desde 2014, porque la cantante tiene claro dónde está su negocio y es en los escenarios del Eras Tour. En tiempos de inflación, esa podría ser la única manera de acercarse a alguien. No irás al concierto, pero con la fragancia te sentirás bien y con el dinero en el bolsillo también.

Los hombres no están tan metidos en este tema. Sí los podemos ver como embajadores de algunos perfumes como es el caso de Johnny Depp y Savage; a Chris Hemsworth de Boss o a Thimothée Chalamet con Bleu. Aunque a nivel patrio tenemos los casos de David Bisbal o Bustamante, que viven embotellados desde hace años con sus perfumes de mass market. A nivel internacional recientemente, la marca Pleasing ha comunicado que presentará tres fragancias con Harry Styles con el desarrollador de perfumes naturales Robertet. Él está demostrando que los hombres también pueden sacar provecho de su imagen con cosméticos. Y seguro que en nada vemos a alguno lanzándose en una aventura similar.