El maquillaje por zonas de Lewis, el truco para una piel impoluta sin renunciar a la naturalidad
Es uno de los maquilladores más famosos de España y su forma de aplicar la base de maquillaje puede aligerar tu rutina diaria y dejar respirar tu piel
No hay nada que nos guste más que descubrir un truco de belleza. Bien proceda de una celebrity, de una estrella del cine clásico tipo Marilyn o de un maquillador.
Pero, además del glamour de sentir que te estás colando un poco dentro del tocador de alguien de renombre, lo más atractivo es que un truco suele tener algo de secreto porque funciona y no interesa demasiado que todo el mundo lo sepa.
En esta ocasión ha sido Lewis Amarante, al que probablemente conozcas solo como Lewis, y del que guardes un recuerdo muy especial por la de trucos y trucos de maquillaje que nos ha regalado durante años.
“El maquillaje debe evocar flores frescas y frutas maduras”, decía la madre del maquillador, y esta es, básicamente, la premisa de la que parte su concepto de maquillaje cuando se refiere a los looks que subliman la belleza natural sin enmascararla.
Violette Serrat ya nos introdujo en la aplicación de la base de maquillaje solo en la parte central del rostro, convirtiéndola en corrección de ojeras, rojeces en las aletas de la nariz, etc. Lewis va un paso más allá, haciendo hincapié en la forma de depositarla, extenderla y difuminarla la base.
¿Qué?
“Siempre recomiendo base de maquillaje”, explica el maquillador. Esta se transforma en el fondo del lienzo sobre el que se trabajará, pero para ello debe tener una textura modulable, apta para el 'capa sobre capa'. El maquillaje que Lewis utilizaba en su demostración para Klarna (la plataforma para fraccionar el pago en 3 meses al 0%TAE, es decir, sin intereses) era el The Tinted Moisturizer de 3INA, de cobertura media, sensación ligera sobre la piel, SPF30 y acabando entre jugoso e hidratante.
¿Dónde?
Para aplicar la cantidad correcta de base y no terminar con el efecto máscara, Lewis también incide en aplicar el producto en el centro del rostro e ir extendiéndolo hacia el exterior. Además de igualar el tono de áreas con mayor tendencia al enrojecimiento o los brillos como el área de las aletas de la nariz, la base se va perdiendo con la piel, de tal modo que no se corre el riesgo de que se aprecien cortes de color entre el cuello y el rostro o las patillas.
¿Con qué?
Mientras otros maquilladores utilizan sus propios dedos para la aplicación de la base o las esponjas, la recomendación de Lewis es hacerlo con un pincel plano, depositando el producto en las zonas concretas, para difuminar a continuación con una brocha para polvos. Su original pero efectivo uso de la brocha es la de extender el maquillaje y difuminarlo, de tal modo que se quede integrado con uniformidad.
La bocha se convierte en el pincel para ‘sfumar’, borrando cualquier trazo visible y posible efecto parche. Para ello, esta siempre debe estar totalmente limpia. Básicamente, lo que se hace es trasladar la forma de trabajar en los ojos al resto del rostro. La misma brocha logra fundir el corrector con el resto del maquillaje, atenuar y esparcir el rubor de las mejillas o incluir el toque de bronceador (o más bien de contorno) en el rostro.
Polvos, corrector y bronceador
Otra de las recomendaciones del maquillador es no convertirnos en dependientes de los polvos de sol. Acepta tu tono de piel y poténcialo, no todo el mundo tiene que estar bronceado, explica. La idea es utilizarlos para marcar el contraste en las zonas indicadas, es decir, que los polvos de sol sean una forma sutil de realizar un contouring natural.
Igual que resulta artificial utilizar una base de maquillaje más oscura de tu tono de tu piel, abusar de los polvos de sol es un error porque sí da un tono más soleado de tu rostro, pero el resultado siempre es recargado y poco natural.
Ante la pregunta de maquillaje en polvo sí o no, el maquillador apunta que se trata de algo a elección de cada persona, pero su truco es aplicarlo siempre con una borla. Bien sea porque tenemos una piel grasa o porque amamos los acabados mate, los maquillajes compactos siempre están ahí, pero el truco del maquillador es aplicarlo siempre con una borla.
No escatimar
La última de las lecciones fundamentales del maquillador es la de invertir en productos adecuados, primando el equilibrio entre calidad y precio, además de algún que otro capricho beauty como una paleta de sombras de ojos. "Es entonces cuando plataformas de pago como Klarna, que permiten fraccionar el pago en 3 meses sin intereses, ayudan a que no cueste tanto invertir en un buen cosmético", explica.
Puede que su símbolo te suene de verlo en webs como Sephora, 3INA, Isolee, Lush, Miravia, WOW Concept o Veepee, entre otras muchas, y su rápida popularidad se debe a que permite una financiación a tres meses sin coste adicional para el comprador. Tú compras en tres pagos sin intereses y te puedes apuntar a descuentos exclusivos, truco bastante útil de cara a fechas de alto gasto como las Navidades.
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No hay nada que nos guste más que descubrir un truco de belleza. Bien proceda de una celebrity, de una estrella del cine clásico tipo Marilyn o de un maquillador.
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