Una dieta y más trucos de expertas para cuidar tu piel en Navidad y no hincharte
Hablamos con especialistas en belleza y alimentación para que nos den los tips para sobrevivir a estas fechas sin estragos
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Vienen días en los que, además de quejarnos de lo que vamos a comer y hacer mil propósitos de que no subiremos de peso, empezamos a buscar información de cómo resarcir los pecados cometidos.
Itziar Digón, psicóloga y nutricionista, nos invita a reconciliarnos con estas fechas y disfrutar sin perder el control. "Por ejemplo, cuanto más alcohol ingieres, más descontrol hay frente a los alimentos", nos explica la experta. "Se puede aprovechar la Navidad para mejorar nuestra relación con la comida, es un momento para parar y plantearnos el automatismo de que tenemos que comer mucho en Navidad. Reconciliémonos con los platos elaborados con comida real de toda la vida de nuestra familia, porque comemos distraídos, vamos a parar y a disfrutar de la receta de la abuela que nos encanta. Es comida de verdad, pero el problema no es tanto la comida como el exceso. El volumen es el problema y una recuerda que puedes decir NO si no quieres seguir comiendo o a un plan que no te apetece", aporta la experta.
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Una de las últimas tendencias en nutrición es el caldo de huesos, que puede ser un remedio estupendo para compensar en las comidas que no sean familiares o planes con amigas, y que además es buenísimo para tu piel. Además de ser una bebida deliciosa, está llena de nutrientes imprescindibles para mantener nuestra piel saludable y radiante: "El caldo de huesos es rico en colágeno, una proteína que ayuda a mantener la elasticidad y firmeza de la piel. También contiene ácido hialurónico y dermatán sulfato, compuestos que favorecen la hidratación y la regeneración de la piel reduciendo las arrugas y las líneas de expresión. ¡Porque para lucir una piel hermosa y sana es fundamental cuidarse tanto por fuera como por dentro!", explica Bea Rakosnik, la dietista integrativa y psiconeuroinmunóloga fundadora de la firma Caldos Cooldo.
Las Dras. Mira y Cueto, en prevención antes estas complicadas fechas, han diseñado un programa: “Para los días posteriores a las comidas y cenas pantagruélicas (nunca superar los 7 días seguidos), os recomendamos seguir esta dieta para compensar y, por ende, no ganar ni kilos ni acelerar el proceso de envejecimiento. Y un dato importante: no dejes de hacer ejercicio. Puedes descansar algunos días, pero intenta seguir la rutina 3-4 días a la semana”. Recomiendan:
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Desayuno:
Opción 1: Yogur desnatado, una taza de té verde, 1 fruta rica en antioxidantes (fresas, por ejemplo) y 45 g de pavo sobre una rebanada de pan integral con una cucharita de aceite de oliva.
Opción 2: Café con leche de soja, 1 kiwi, 1 rebanada de pan de centeno con aceite de oliva y 60 g de queso bajo en grasa.
Media mañana y merienda:
Té verde o té rojo con limón o, también, una infusión depurativa de cola caballo combinada con 1 yogur desnatado o una pieza de fruta a elegir: piña natural (3 días mínimo), pomelo, kiwi, ciruela, fresas, ½ plátano (1 vez a la semana), mango, sandía, mandarina, naranja…
Comida:
Primer plato: Sopa de verduras o ensalada de lechuga, tomate y cebolla aliñada con ½ cucharada de aceite de oliva y poca sal.
Segundo plato: 150 g de carne de ternera, pollo de corral, pavo, conejo… o 200 g de pescado.
Postre: Infusión depurativa de cola de caballo, un té verde, tila o menta poleo (sin azúcar).
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Cena:
Primer plato: Caldo depurativo*.
Segundo plato: 200 g de pescado.
Postre: Infusión depurativa de cola de caballo, un té verde, tila o menta poleo (sin azúcar).
*Receta del caldo depurativo: 4 puerros, 2 nabos, 1 poco de apio y 1 cebolla.
Trocear los puerros y rehogarlos con un poco de aceite de oliva hasta dorarlos un poco. Añadir el resto de los ingredientes también troceados. Añadir agua y hervir hasta que todos los ingredientes estén casi deshechos. Salar con moderación.
Y recuerda, disfruta y cuídate.
Vienen días en los que, además de quejarnos de lo que vamos a comer y hacer mil propósitos de que no subiremos de peso, empezamos a buscar información de cómo resarcir los pecados cometidos.