Cosmeticorexia en adolescentes: no necesitan tanto producto visto en TikTok, sino esto

No tienen ni 14 años, a veces. La generación alfa (nacida a partir de 2010) cuenta con una nueva obsesión: seguir a pies juntillas todos los consejos beauty de sus influencers favoritas y comprar tantos productos que no quepan en su estantería del baño.

El problema no es solo que gastan lo que no tienen, que también, sino que compran a ciegas, sin saber siquiera para qué sirve cada producto. Está de moda, y con eso es suficiente, como si fuera un bolso.

Asun Arias, experta en dermocosmética y colaboradora de SkinRoutine by Paloma Sancho, explica que los filtros de las redes muestran pieles irreales, “y la cantidad de mensajes impartidos por no profesionales en esos canales tiene mucho que ver con esta obsesión”.

También lo cree la dermatóloga Paula Aguayo, miembro del GEDET de la Academia Española de Dermatología: “En los últimos años, los dermatólogos estamos percibiendo mayor interés por la cosmética en todos los grupos de edad, especialmente en los más jóvenes, que empiezan a experimentar con su piel y a veces con marcas de baja calidad”.

Según la experta, lo ideal sería que acudieran a consulta y la pauta dependiera de las necesidades individuales de la piel. Pero suele pasar al revés y cuando llegan ya han probado múltiples productos, a menudo sin coherencia, y no han encontrado los beneficios esperados. Además, la tendencia apunta al layering como protocolo viral; es decir, a la aplicación de capa sobre capa en función de la densidad de los productos, mezclando diferentes cosméticos que no siempre son compatibles y podrían asfixiar la piel u ocasionar problemas cutáneos.

Como explica Lucía Altozano, farmacéutica de Skinpharmacy Jorge Juan 34, la prevención se está entendiendo mal. “Estas adolescentes son víctimas de la desinformación y de campañas de marketing muy agresivas”.

¿Cuáles pueden ser las consecuencias?

Siguiendo con Lucía Altozano, se podría así alterar la barrera cutánea frente a activos que pueden resultar agresivos en pieles jóvenes, como ocurre con el retinol, normalizado entre adolescentes por culpa de las redes. La Dra. Natalia Jiménez, dermatóloga del GEDET, recuerda que la cosmética no es una moda, sino productos encaminados a mantener la salud de la piel y que pueden ser diferentes en función de cada necesidad.

“Utilizarlos como un artículo de tendencia puede acarrear que no obtengamos los beneficios para los que han sido formulados, porque probablemente no se adapten a nuestro tipo de piel, y también podrían irritarla”. O incluso aparecer brotes de dermatitis alrededor de la boca, rosácea, dermatitis alérgica de contacto o acné.

“Existe un tipo de acné relacionado con el uso excesivo de cosméticos y maquillaje, que es acné cosmético y se produce por la obstrucción de los poros e inflamación secundaria a la presencia de ingredientes comedogénicos. Es común en pacientes con esta adicción a los cosméticos, que suelen establecer rutinas con muchos pasos y no son conscientes de las necesidades reales”, apunta la Dra. Aguayo.

Y algo añadido que sucede a menudo: con tanta compra compulsiva no se respeta el PAO o vida útil del producto (en la etiqueta se representa con el dibujo de un tarro abierto y el número de meses o años que puede permanecer abierto sin que la fórmula se altere). “Si está en mal estado, podría agravar la situación con brotes de acné, dermatitis irritativas y alérgicas de contacto”, advierte la dermatóloga.

Lo que necesita una piel adolescente

Para la farmacéutica Asun Arias, los únicos imprescindibles a esta edad son:

• Doble limpieza. “Para eliminar impurezas y controlar la secreción de sebo, preservando la barrera hidrolipídica, es esencial que sea doble”, explica la experta. “Lo ideal es aplicar primero un aceite, lo que mejor disuelve restos de contaminación y crema con protección solar”. Se masajea en seco y se aclara con agua tibia. “Luego, el segundo paso se puede realizar con, por ejemplo, un gel limpiador para terminar de arrastrar las impurezas y la suciedad con base acuosa como el sudor”, añade.
• Crema función barrera. Es fundamental proteger la capa hidrolipídica, que actúa como escudo frente a los agentes externos que debilitan el estado cutáneo, dice la farmaceútica.
• Fotoprotección. Sin duda, es el paso más importante desde la infancia, y debe aplicarse todo el año.

Respecto al retinol, dice Asun Arias que “tanto este como el contorno de ojos, que también se introduce últimamente antes de tiempo, no serán necesarios hasta los 25 años, que es cuando el organismo empieza a ralentizarse y a envejecer. Aun así, todo depende en parte del estilo de vida y el tipo de piel, de ahí la importancia del diagnóstico”.

En cualquier caso, a estas edades tempranas, menos es más; la dermatóloga Paula Aguayo incide en que la piel es un órgano con necesidades diferentes en cada persona, su tasa de absorción es limitada y, por tanto, las rutinas, que deben ser recomendadas por un especialista como el dermatólogo, tienden a ser minimalistas, con menos pasos y pocos principios activos.

Lo que sí necesita una piel adolescente:

Gel limpiador Effaclar, de La Roche Posay. Un limpiador purificante para piel grasa con imperfecciones que limpia con suavidad, ayuda a eliminar el sebo y mejora la piel.

Crema facial de SkinRoutine by Paloma Sancho. Refuerza la barrera cutánea gracias a la combinación de ácido hialurónico, ceramidas y niacinamida, que hidratan, sellan y cierran el poro.

Fotoprotector 360 Gel Oil-Free SPF 50, de Heliocare. Este protector solar es ideal para adolescentes porque protege frente al daño de todas las radiaciones del sol con su fórmula Fernblock y a la vez su textura de gel acuoso es ultraligera y de alta tolerancia, no pica en los ojos.

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