Borra tus cicatrices y quédate solo con los buenos recuerdos

Hay ciertos momentos en la vida de una mujer en los que necesita entrar en la farmacia y que el universo se reduzca a sus necesidades y sentirse cuidada. Cambios, cambios y más cambios desde la primera regla en adelante. Ahora, si hay un momento estelar en que nuestros deseos tienen que ser órdenes y que supone un verdadero desafío es la llegada de un embarazo (¡hola, estrías, hola, cicatrices!).

Se sea primeriza o no, hablamos de una etapa con cierto grado de incertidumbre. El cuerpo se transforma, las emociones se revolucionan y se hace necesario hacer frente a cambios en lo físico, incluidos pequeños traumas en la piel que hay que saber cuidar para que no queden marcas y se pueda atesorar el momento solo con buenos recuerdos. Hablamos de estrías pero también de cicatrices.

El momento del parto, más si es por cesárea, heridas derivadas de la lactancia o si tras ella se precisan o desean otras operaciones como reconstrucción o elevación de mamas... Todos son dudas. Pero hay que saber que también hay certezas. Dado que el proceso de cicatrización derivado de estas intervenciones o circunstancias no debería ser una preocupación en esta etapa, conviene conocer lo último para tratar correctamente esas heridas.

El recuerdo de ser madre

Ser madre es uno de los momentos en la vida de la mujer donde hace falta rodearse de lo mejor. Una buena matrona, amigas o familiares cercanas con experiencia, la preparación con la que una más se identifica… También, por supuesto, los productos de botiquín y neceser cobran un especial protagonismo, ya que responden, en ocasiones, a necesidades que no se han tenido hasta el momento. La crema para prevenir las estrías o los apósitos reductores de cicatrices son dos de ellos.

Y mencionamos estas cicatrices porque, aunque se concede mucha atención a las circunstancias que rodean los partos por vía vaginal, no hay que perder de vista que uno de cada cuatro nacimientos en España se produce por cesárea, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). La necesidad de recurrir a esta cirugía mayor puede complicar un poco los primeros días después de dar a luz, sobre todo por las molestias derivadas de la cicatrización. Por ello, es importante contar con una estrategia moderna para cuidar la herida de la forma adecuada, de manera que la cicatrización sea rápida y correcta. En caso de no tener el seguimiento adecuado, la incisión horizontal que se realiza en el bajo vientre puede adquirir cierto grosor. Una vez retirados los puntos o grapas (a la semana o diez días del parto), y tras el uso de antisépticos mientras la herida está rosa o roja, es el momento de utilizar un tratamiento reductor de cicatrices.

La gama de parches Trofolastin reductor de cicatrices son unos apósitos que incorporan una doble membrana de poliuretano microporoso y una superficie acrílica que actúan como escudo solar y son resistentes al agua, mostrando una alta capacidad de fijación a la piel. Se adaptan sobre las distintas partes del cuerpo y pueden permanecer fijados en la piel hasta siete días según el tipo de cicatriz. Se venden en diferentes formas y tamaños, lo que favorece la adecuada cicatrización de la herida por cesárea proporcionando una barrera impermeable, protectora y adherente que crean las condiciones necesarias para que la herida evolucione hasta llegar a pasar inadvertida.

Y aunque lo idóneo es prevenirlas y tratarlas en las primeras fases, la ginecóloga, Dra. Ariana Serrano Olmedo, hace hincapié en que las cicatrices antiguas también se pueden tratar: “Una vez ha pasado el tiempo, los apósitos de Trofolastín también son capaces de mejorar el aspecto de la cicatriz para que pasen mucho más inadvertidas y no molesten. Este tratamiento puede ser de especial utilidad para mejorar las cicatrices hipertróficas y los queloides, y como paso previo a plantearse otros tratamientos estéticos”.

Cómo reducir las cicatrices de operaciones de mamas

Existe un apósito diseñado para reducir y prevenir cicatrices hipertróficas y queloides producidos por cirugías mamarias, ya sean plásticas o reconstructivas, mamoplastias de aumento, reducciones o elevación y modelado de senos.

Se llama Trofolastin Reductor de Cicatrices Periareolar y funciona aumentando la presión sobre las cicatrices y modifica la humedad bajo el apósito, produciéndose una disposición correcta de las fibras de colágeno. Se usa para prevenir o para reducir cicatrices mamarias, hipertróficas, ya sean recientes, antiguas o queloides, periareolares o en T invertida debidas a cirugía plástica o constructiva.

A vueltas con las estrías

Y si hablamos de embarazo, no podemos dejar de lado las estrías. Estas pequeñas cicatrices que se crean en la piel con los cambios bruscos de peso son algo habitual en el embarazo. Una vez instaladas es difícil eliminarlas, pero la buena noticia es que pueden prevenirse. Para ello, Trofolastín Crema Anti-Estrías, con su exclusiva composición, promueve la regeneración, cicatrización y reparación, previniendo y reduciendo la formación de estrías hasta en un 89%.

Y ¡atención! Es la única crema anti-estrías con un estudio clínico de eficacia*, doble ciego, probado en embarazadas y publicado en el International Journal of Cosmetic Science. Todo ello gracias a los mejores ingredientes naturales entre los que se encuentran la centella asiática, el aceite de germen de trigo y el hidrolizado de colágeno y elastina.

*(Mallol, M.A. Belda, D. Costa, A. Noval, M. Sola. Prophylaxis of Striae gravidarum with a topical formulation. A double blind trial. International Journal Cosmetic Science)