Quitarse arrugas antes de los 20... ¿es demasiado pronto o no? Los médicos responden
El uso de los neuromoduladores (antes toxina botulínica) empieza a demandarse a edades muy tempranas, antes de que sea necesario. Así lo confirman los expertos
¿Qué arrugas se pueden tener con 18 o 20 años? Ninguna, a no ser que haya aparecido muy sutilmente alguna tempranera de expresión, seguramente nada perceptible.
Sin embargo, el perfil de los pacientes que empiezan con tratamientos de medicina estética se ha polarizado y al igual que las personas mayores, las muy jóvenes, entre 16 y 25 años, se apuntan cada vez más: un 20% más, concretamente, según la SEME (Sociedad Española de Medicina Estética). Si hablamos de bloqueadores de las arrugas o neuromoduladores (antes lo llamábamos bótox), el 39% de los procedimientos solicitados lo son.
Baby neuromoduladores
Los más jóvenes suelen pedir la versión 'baby', mucho más suave, donde se utiliza menos cantidad de producto, pero aun así se enganchan al tratamiento estrella entre los mínimamente invasivos con enorme entusiasmo. En España, la legislación no establece una edad para permitir su uso, así que la responsabilidad debe recaer en el profesional médico y toca confiar en su buena praxis, lejos de decisiones comerciales o económicas.
Y a esa edad, ya sabemos, las cosas no siempre están del todo claras. Y sí, la prevención en medicina estética es el nuevo paradigma, pero conviene entender el concepto. ¿No es pronto a los veinte para empezar a prevenir arrugas?
“Efectivamente, lo es. Vivimos en una sociedad muy influida por diferentes factores, como las redes sociales, donde se potencian unos cánones de belleza muy estrictos, especialmente en los más jóvenes; muchas veces no son realistas o acordes a las características físicas propias de cada persona”, explica el Dr. Antonio Carvajal, médico estético con clínica homónima en Oviedo.
Prevención sí, cuando toca
Para los médicos no es fácil concretar una edad estándar para empezar a realizarse un tratamiento preventivo, ya que, como aclara el Dr. Carvajal, existen otros factores, como la raza, razones medioambientales, la genética, etc.
“Si hablamos de prevención, existen dos tratamientos en los que nos podemos enfocar: los de calidad de piel y los neuromoduladores. Respecto a la utilización de estos últimos a modo preventivo, influyen factores como el fototipo de piel o la exposición solar recibida”. Porque el 80% de las arrugas, de hecho, están causadas por el sol, ahí es nada.
Ojo con los filtros
No es nada nuevo que las redes no ayudan. Los jóvenes se pasan horas viendo pasar por sus pantallas rostros y cuerpos ideales, de facciones proporcionadas y sin rastro de arrugas, manchas o granitos. Y sí, saben que es cosa de los filtros, pero no es fácil de interiorizar: al final es lo que observan. “Se debe huir de los prototipos de belleza que se difunden en ellas, ya que en muchos casos son irreales o no van acordes a la propia anatomía. Como médico, entiendo la medicina estética como un medio para potenciar la belleza particular de cada paciente preservando la naturalidad de los resultados”, afirma Carvajal.
La Dra. Conchita Pinilla, experta en cirugía plástica y medicina estética de Zaragoza, también observa este bajón de edad en su consulta. “Suelen pedirte un tratamiento con neuromoduladores más suave de lo habitual para empezar, las mujeres sobre todo piden ampliar la mirada aplicándolos en las patas de gallo y elevar las cejas sutilmente. También es edad de solicitar una piel más saludable y uniforme”.
En este punto, a partir de algunos años más, a los 25, el tratamiento de elección suele ser el peeling, el láser, la bioestimulación con vitaminas y ácido hialurónico para hidratar, es decir, aquello que popularmente se conoce como 'ponerse vitaminas'.
La madurez, la clave
La especialista en medicina estética Mar Lázaro señala la importancia de frenar en ocasiones a un público que podría estar aún en fase de desarrollo emocional. “Ocurre cuando están excesivamente influidos por lo que ven en las redes. Llegan con el móvil en la mano y un post de Instagram con rostros y cuerpos perfectos y piensan que es la realidad. Nuestra labor es que vean que pueden mejorar su aspecto, pero no cambiarlo. No podemos vender estética, de ninguna manera, es un auténtico peligro para estos jóvenes”, prosigue la Dra. Lázaro.
En cirugía plástica también sucede: al menos el 20% de las pacientes de la Dra. Pinilla tiene en torno a 20 años y según la SECPRE (Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética), el 1,9% de las intervenciones se realiza antes de los 18; eso sí, en su mayoría por motivos funcionales, como unas orejas muy separadas o una reducción de mamas cuando existe una causa funcional, así como una liposucción si hay cartucheras muy marcadas o lipedema, como aclara la Dra. Pinilla.
Médicos cualificados
El Dr. Antonio Carvajal insiste en la importancia de que se aseguren de que el profesional sea siempre un médico cualificado y con la experiencia suficiente para tratar cualquier tipo de efecto secundario o complicación que se pueda presentar.
Por su parte, la Dra. Pinilla recalca la importancia de que la decisión nunca esté basada en modas u orientaciones comerciales. Porque las ofertas, precisamente, tienen al público más joven como diana principal. Y en las redes abundan, además de “la cantidad de mensajes impartidos por no profesionales en esos canales, que tiene mucho que ver con la obsesión adolescente por la belleza”, explica la farmacéutica Asun Arias.
¿Qué arrugas se pueden tener con 18 o 20 años? Ninguna, a no ser que haya aparecido muy sutilmente alguna tempranera de expresión, seguramente nada perceptible.