primavera / verano 2024

El orden en el que se crean las tendencias ha cambiado y, en este nuevo paradigma estético, ahora hay tendencias que comienzan en las redes sociales, entre el común de los mortales, para dar el salto a la pasarela y que los mejores maquilladores del mundo les den un twist y las sublimen. Palabra con la que quedarte.

La pearl skin entra justo en esa tipología de maquillaje inventado por los más jóvenes, ante la que ahora todos caemos rendidos. Se trata de una piel ultraluminosa por la combinación de tres potentes ingredientes: un buen cuidado de la piel, una base ligera y luminosa y mucho iluminador. Eso sí, el highlighter siempre debe ser frío, de brillo nacarado, de ahí lo de pearl skin, es decir, piel de perlas. Este efecto también lo veremos en los labios, quizá con un matiz más brillante, o como dicen los especialistas ‘shine’.

Iluminar con, prácticamente, glitter la parte alta del pómulo, acentuar la línea del tabique de la nariz con un iluminador perlado y conseguir un brillo, más que de piel húmeda, de piel de diosa, un poco como la vampire skin, llena de partículas luminosas, de nácar.

Bien, cansados del minimalismo estético, los maquilladores de Dolce Gabbana o Victoria Beckham han subido la intensidad del clean look, adecuándolo a las tendencias que dictan que los 90 son lo más. El resultado es un maquillaje natural, en el que se acentúa la forma de los ojos, incorporando tan solo un finísimo delineado o pestañas postizas solo en el extremo del ojo, de tal modo que se almendra la mirada.

La mirada se abre y el efecto es el de un plus de luz que, sumado a maquillajes como el pearl skin o el clean look, multiplica la sensación de naturalidad. Este truco se ha convertido en un gesto habitual de Giambattista Valli, pero también lo hemos comenzado a ver combinado con delineados de color, como en los desfiles de Vivetta.

Hablar de pieles jugosas y luminosas en primavera o verano encaja con lo que esperamos de las tendencias de maquillaje, sin embargo, en los últimos años, los desfiles de Christian Dior parecen haberse empeñado en que las estaciones más cálidas son idóneas para llevar maquillajes oscuros.

Para el 2024, y tras haber incorporado los delineados en el lagrimal y haber explorado los mil y un usos de las sombras de ojos negras gracias a la mente creativa de su maquillador, Peter Phillips, la otra zona de influencia del negro es la boca. Ahora, a diferencia de la forma de maquillar los labios en anteriores temporadas, el truco está en depositar el color negro en el centro de la boca, prácticamente en la mucosa, de tal modo que parezca que acabamos de comer un regaliz.

Gracias a Carolina Herrera, siempre fiel al rojo de labios, de efecto aterciopelado, comprendimos que un labial nude tiene un sinfín de tonalidades y su finalidad es la de adaptarse a cada piel. Nudes más marrones, otros más rosas y algunos prácticamente con tonos violeta. Lo importante es que se transformen en la lencería de nuestros labios, es decir, que ayuden a asentar y embellecer el resto del maquillaje, pero pasando desapercibidos. Los nuevos nude no son un color concreto, son tu nude, único e intransferible, que potencia la belleza de tu boca. Como un buen push-up. Sabes que está, pero no llama la atención.

Esta primavera, el uso de las pestañas postizas continúa con el dramatismo de los puppet eyes, convirtiéndolas en un maquillaje en sí mismas. Basta con colocarlas en la zona adecuada, en el centro para abrir la mirada o en el extremo para rasgarla, y no hará falta nada más para crear un look potente y muy coquette.

Cuando se trata de cabello, esta temporada solo hay dos opciones, o eres fan de los peinados pulidos y accesorizables o te entregas al look boho de esta década, lo que vamos a llamar melenas grunge. Son largas, llevan alguna capita para que el cabello tenga movimiento al estilo setentero y un poquito de degradado frontal para enmarcar el rostro, pero su encanto está en la forma de peinarlas.

Tras haber abrazado la textura frizz y haber normalizado las ondas naturales de cada tipo de pelo, las melenas grunge se entregan al efecto despeinado, rozando una naturalidad a veces frustrante. Están ahuecadas, tienen volumen, algo de encrespamiento y se intuye una onda perdida. Si antes querías las ondas de Gisele Bündchen creando bucles con tenacillas y deshaciéndolos, ahora querrás el efecto messy, alborotado y tan ‘casual’ que parecerá que no te has peinado. Lo hemos visto en Chanel, es un peinado habitual en Zimmermann y Elisabetta Franchi se lo ha llevado al rollo disco.

Continuando con la estética de brujería y oscuridad, Dior creó un look muy curioso en el que a los labios oscurecidos se les sumaba el moño colmena. El recogido setentero que volteaba con pulcritud el cabello en la nuca, con la voluminosa forma de una colmena, de ahí lo de beehive, se transformaba en manos de Dior en un recogido deshecho, del que se liberaban ‘casualmente’ los mechones finales. Con ese look de bruja medieval y moderna, la maison ha creado un look primaveral y veraniego que rompe abruptamente con la tradición.

Continuando con la estela de los estilismos ‘casual’, informales y, sobre todo, cómodos, otra curiosa tendencia ideal para las altas temperaturas es la coleta baja, abrazando siempre el efecto deshecho. Para ello, la propuesta de Sacai era liberar las patillas, como ya viéramos en pasadas temporadas en Valli, pero con mayor naturalidad. Se respeta la textura natural del cabello, se intenta recoger la mayor masa en la coleta y los mechones más cortos -habitualmente los frontales, las patillas- quedan fuera, con cierto bucle relajado. El enésimo giro del baby hair.

La última tendencia capilar es una evolución del glitter en el cuero cabelludo o las aplicaciones de strass en la línea del cabello. La descubríamos gracias a Fendi y consiste en una línea blanca, adherida superficialmente a la raíz del cabello, tras marcar la raya a un lado. El efecto visual es de alto impacto, a pesar de que se trate de un peinado muy sencillo, así que estamos ante otro peinado único para un evento especial. La única recomendación es no probarlo con altas temperaturas para evitar que se despegue. Un peinado chic, pero solo apto para la primavera.