Emily en los Juegos Olímpicos de París: así es el look beauty de Lily Collins

Los astros parecen haberse alineado en la agenda de Lily Collins. Protagonista y productora de la serie de Netflix ‘Emily in Paris’, prácticamente el estreno de la cuarta temporada de la ficción con sede en la capital francesa tiene lugar en la misma semana en la que se clausuran los Juegos Olímpicos en la ciudad.

Casualidad o perfecta coordinación, el hecho es que, en enero, la cadena estadounidense NBC ya anunció con una divertida campaña que Collins, transformada en su personaje de Emily Cooper, sería una pieza fundamental de la campaña del canal durante la retransmisión de los JJ.OO.

Sin embargo, no ha sido hasta ahora que hemos podido tener algo más de información y colarnos entre bambalinas. Collins ha apoyado la competición de la atleta de heptatlón, Anna Hall, con uno de los looks que caracteriza a su célebre personaje.

Aunando los tópicos del chic parisinos, como son los labios rojos y la boina negra, la actriz ha incorporado los colores de la bandera de Estados Unidos a través de su outfit firmado por Rob Zangardi, con una camisa azul y una falda roja de flores en 3D, todo de Maison Valentino.

Pero, mientras el estilismo solo estaba acreditado por su estilista de confianza, el resto de su look, es decir, su look beauty lo conformaba su séquito de confianza al completo. A la melena Gregory Russell, a la manicura Thuy Nguyen y al maquillaje la única e inigualable Fiona Stiles. Con este trío de ases, Lily Collins no solo ha construido una estética entre Audrey y Carrey, ha dado forma a su polémico personaje.

La base del estilismo se apoyaba en dos elementos asociados a la estética francesa: la boina y los labios rojos. Para lograr dotar de protagonismo al accesorio, pero sin que resultara demasiado evidente -una boina de lentejuelas siempre va a llamar la atención-, en vez de mostrar el cabello natural de Collins, que hace poco cortaba su melena larga en una carré, Gregory Russell recurría al pelo largo.

Entre las dos opciones posibles: o se trata de una peluca o postizos, o la campaña se grabó antes de que Lily Collins se cortara el pelo. Sea como fuere, el color block chocolate fundente de Lily permanecía imperturbable, a la par que las amplias ondas en zigzag que caracterizan a Emily en la serie.

Pasando al maquillaje, Fiona Stiles es una de las mujeres de confianza no solo de Lily Collins, sino también de celebrities como Nina Dobrev, Ashley Benson, Kristen Stewart o Lily Gladstone a la que acompañó a lo largo de toda la campaña de los últimos Oscar. Es por ello que la maquilladora estadounidense ha viajado hasta París, en parte por el tour promocional de Emily in Paris… En parte por la presencia de Lily en los Juegos Olímpicos.

La prestigiosa maquilladora que trabajó para Pat McGrath cuando se encargaba de los looks de Madonna o David Bowie, lleva años colaborando con Collins, un lienzo en el que ejecuta su elemento distintivo, la perfección de la piel. Así, siempre que Stiles maquilla a Lily, nos parece que tiene la mejor piel del mundo y que no va maquillada.

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M. Velasco

Para el look de Emily en los Juegos Olímpicos, la apuesta de maquilladora y musa ha sido la de aplicar un labial rojo, de tono entre cereza y teja que la experta primero trabajó sobre el dorso de su mano, combinando colores (probablemente un par de Noir Lipstick de Julie Hewett), para aplicar después, con ayuda de un pincel, sobre los labios de la actriz. De este modo, el acabado es mucho más pulcro y, algo especialmente útil en las largas jornadas de grabación, dura más tiempo en perfectas condiciones.

Pero no todo iban a ser unos labios rojos y una tez impoluta. El maquillaje de los ojos también era fundamental. En vez de apostar por un delineado discreto y apoyarse en las pestañas para lograr el acabado cat eye, la maquilladora ha optado por un delineado foxy eyes (ojos de zorro).

Es decir, los ojos de Lily Collins se han delineado desde el lagrimal hasta el final del ojo, siguiendo la línea de las pestañas. Mientras en el inicio el trazo es más tenue y fino, según se acerca a las pestañas finales, se engrosa, para rematarse de forma aguda, con el clásico rabillo.

Así, de nuevo, apreciamos el equilibrio estilístico que tanto ansía alcanzar Emily Cooper, con pie en EEUU y otro en París. Look minimalista pero evidentemente fashionista para una importante fecha en el calendario, la ceremonia de clausura de los JJ.OO. Y ya de paso para la nueva temporada de Emily in Paris, el 15 de agosto.