Esta temporada, “el frío a mí nunca me molestó” es el mejor lema para resumir la tónica de las tendencias de maquillaje y peluquería. La climatología se convierte en inspiración ya aliada beauty al transformar el cabello con frizz o las mejillas congeladas en el look más perseguido y, lo mejor de todo, favorecedor. No solo lo dicen las redes sociales, coinciden los expertos.
El otoño ya no significa tener que cubrirse tras marrones, burdeos o negros. La pasarela y el street style, de París a Copenhage, dictan que las tendencias del otoño-invierno 2024-2025 sean una explosión de color, intensidad y, a la vez, naturalidad. Coinciden los maquilladores desde el backstage y también los lanzamientos cosméticos: nos adentramos en la estación en la que los ojos se convierten en el mejor lienzo para experimentar, llenando los párpados de morados o azules, desequilibrando los maquillajes efecto cara lavada y llenado de luz el rostro, de una forma asequible y algo dosmilera.
El colorete, alto, potente y emulando siempre el sonrojamiento propio de la climatología es el otro rey indiscutible de la temporada. Y, mientras el atrevimiento cromático se apodera del maquillaje, en el terreno capilar continuamos explorando las tendencias reinantes del último año con peinados que juegan a ser un desastre, pero sobre todo, muchos accesorios, de la diadema negra a las lazadas o las cintas de esquí.

Maquillaje
Colores, meteorología y viajes al pasado protagonizan los mejores maquillajes de la pasarela y el street style otoño-inverno 2024-2025

Bold lips




Es un secreto a voces: los labios definidos, pigmentados, rellenos… Perfectos, han vuelto. Puede que se trate de la evolución lógica y que el auge de la estética ‘años 90’, en su sinfín de interpretaciones, los labios maquillados con precisión y con un color potente tuvieran que volver, pero no podemos dejar de caer rendidos a sus encantos.
Anna Sui, Dolce & Gabbana, Chiara Boni, Patou o Schiaparelli apostaban en la pasarela por los labios perfilados y cubiertos con el mismo tono, sin degradados y lip liner oscuros como en los 90. Sobre colores, eso sí, no hay nada escrito, Carolina Herrera es fiel al rojo, pero también hay tonos ciruela, marrones o burdeos. Lo cierto es que los bold lips no se limitaban solo al backstage, se repetían en el front row de los mejores desfiles.

Mucho colorete


Si no has caído todavía en la ceguera de colorete, conocida en redes como ‘blush blindness’, tienes por delante otoño e invierno para probar el truco de maquillaje con el que conseguir un ‘efecto buena cara y sin maquillaje’, con el que el iluminador y el bronceador no son necesarios.
La tendencia que comenzó en las redes sociales y luego ha sido capitaneada por celebrities como Sabrina Carpenter, ha dado el salto a la pasarela y, ya puestos, también ha saltado de las mejillas hasta los ojos. Además de rozar el área en la ojera, como proponía C hiara Boni o recuperar el W blush que veíamos en Pedro del Hierro, el tono rojizo de los coloretes tradicionales sube hasta los párpados.


Sube la sombra rosa
Bien con el mismo rubor, aplicado en una pasada sobre la mirada, bien con una sombra rosada o rojiza, el maquillaje monocromático, en el que todo el rostro se trabaja con los mismos colores, para crear una armonía pictórica, se convierte en el mejor truco para probar los rojizos a modo de sombra de ojos, sin miedo al error.

Azul bebé

Un azul pastel y retro, con una potente carga de blanco en su base y con una zona de expansión delimitada. Las sombras de ojos azules son una de las sorpresas más monas de esta temporada. Su tonalidad puede encajar con el concepto que siempre tenemos del invierno, pero la clave esta temporada está en trabajarla para que nos dé más vibes retro que de frío.

El frío es para las mejillas, para los ojos queremos un azul difuso que funcione como un punto de luz en la mirada. Mientras en otras temporadas, el azul se incorporaba en los ojos a modo de eyeliner, fino y discreto, ahora la finalidad es otra. El azul bebé puede ser tanto sesentero (como veíamos en Tiit Tokyo) como noventero (en Carolina Herrera), incluso puede tener algo naíf, de muñeca de porcelana, lección que Pat McGrath demostró en el increíble maquillaje de Maison Marghiela.

Mirada morada

Mirada morada
Decía Baltasar González Pinel, Global Director de MAC que el morado no es un color, es una luz que transforma aquello sobre lo que se posa. Así presentaba el maquillador la otra tendencia de color que va a alegrar la temporada otoño-invierno 2024-2025. Sombras de ojos moradas, llenas de destellos irisados que no solo van a cambiar la perspectiva con la que vemos las cosas, sino que también cambiarán la forma en la que los demás vean nuestro rostro.



Casi en su totalidad vemos los maquillajes con sombras de ojos moradas, malvas, violetas o lilas, aplicadas solas, difuminadas y, de nuevo, sin límites. Sin embargo, mientras en Emporio Armani proponía sombras irisadas que llenaban de elegancia la mirada, Carolina Herrera apostaba por su versión más pastel aplicada con un trazo muy fino sobre el eyeliner.
Delineado inferior

Otro sorprendente regreso es el del párpado inferior, no como protagonista del maquillaje, pero como elemento clave para construir maquillajes de ojos artísticos. El trazo del delineado puede ser fino o grueso y desdibujado, pero siempre tiene que tener conexión con el párpado superior. Como novedad, las pestañas postizas se convierten en el trucazo definitivo para crear un efecto puppet, algo que ya vimos en las tendencias de la primavera-verano 2024.

Maquillaje fantasía

Maquillaje fantasía
Como si de la Alta Costura del maquillaje se tratase, esta temporada irrumpen atrevimientos tan preciosistas que, no pueden pasarse por alto. Puede que Thomas de Kluyver, el maquillador del strass en la pasarela, tenga algo que ver en que ahora veamos piedras (simulando ser preciosas), adheridas a los párpados de las modelos de Vivetta, convirtiendo su genialidad en un estilo de maquillaje.
Las cejas de flores que el maquillador creaba para Simone Rocha son otro de los maquillajes fantasía que deben quedar grabados en tu retina, pero ante la elevada complejidad de ambos maquillajes, recuperamos otro infalible y viejo conocido, el eyeliner cisne de hace un par de temporadas. Lo hemos visto en Versace y en Jason Wu, así que es un hecho, será tendencia y es el antifaz más elegante que puedas imaginar.
Cabello
Divertirse con el pelo es el único mandato esta temporada, se acabaron los efectos pulidos y las formalidades.

Melena in trench




Si hay una tendencia que ha saltado de las calles a la pasarela, esa es la de esconder el cabello dentro de la roma para protegerlo de las adversidades de la meteorología. La llamamos ‘melena in trench’ porque habitualmente se aprecia ese efecto de cabello aprisionado, creando una melenita con volumen, estilo fake bob, cuando nos ponemos un abrigo encima.
Sin embargo, el hecho de que Stella McCartney, Chloé o Schiaparelli hayan coincidido al colocar prendas sobre el cabello de sus modelos, y no solo abrigos gabardinas, sino jerséis de cuello alto o incluso suéter, demuestra que este efectivo desliz es de lo más ‘effortless chic’.



Accesorios
Chanel fue la primera firma en volver a poner sobre la cabeza los lazos, borrando del accesorio cualquier connotación infantil y convirtiéndolo en un status de buen gusto y elegancia. Desde entonces, las lazadas finas o con discretas camelias han dado lugar a verdaderos tocados con arquitectónicas lazadas. Tanto si tienes un evento importante, como si vas de invitada a una boda o simplemente quiere aderezar tu look para ir al trabajo: ponte un lazo negro.
La tendencia se ha extendido y ahora vemos lazadas blancas, más finas o más gruesas, pudiendo incluso incorporar redecillas. Pero el accesorio no queda restringido a la Maison francesa, Vivetta, Zimmermann y, por supuesto, el street style han terminado por convertir los lazos en el accesorio ineludible.


Directo desde Dinamarca llegan otra tanda de accesorios capilares, con el coletero Copenhague como líder. Trenzas que convierten un lazo en cabo, cintas que recorren la coleta, lazos que salpican cualquier recogido… Y todo con color.
Por supuesto, esta temporada tampoco faltan las horquillas joya, pero no vale con una, elegida por su funcionalidad, hay que utilizar muchas y superponerlas para que resulten llamativas. La sorpresa del otoño-invierno la pondrán las diademas de esquí, un accesorio sofisticado si se usa de la forma adecuada y que Emily Cooper apreciaría.


Diadema ceñida
La diadema negra, blanca, de licra o de paño, sea como sea, seguirá una temporada más entre nosotros por su superpoder de combinar comodidad con estilo. Schiaparelli continúa jugando con ella como bandeau, pero en el street style la hemos visto en estilos mucho más casual. Pero la clave es siempre la misma: que oculte la línea de nacimiento del pelo.





Pelo alborotado


Grunge pero chic, encrespada pero con cuidado, larga pero saneada. La melena salvaje sigue siendo el look al que siempre recurrir. Lejos quedan las estaciones en las que se buscaban peinados pulidos en los que ni un baby hair estaba fuera de control. En su lugar, este otoño-invierno nos movemos entre largas, onduladas y con un sutil frizz melenas prerrafaelitas y peinados de los que se han soltado mechones, como si se hubieran enganchado y buscaran liberarse.
Jugar con el efecto de la electricidad estática en el ambiente, de ese pelo alborotado con el que te despiertas por la mañana, la melena boho ahuecada con las manos planas o incluso falsear la sensación de un pelo que comienza a estar graso. Melenones estudiadamente a lo loco.



Arranca el curso beauty cargado de color, diversión y una total ausencia de normas… ¿Algo más apetecible?